n Del cacao al chocolate, libro de Ana M. de Benítez


Los mensajes que demeritan lo

nuestro no son inocentes: Barros

n Descuido terrible, regalar el germoplasma de las plantas, advierte

Merry Mac Masters n La investigadora de cocina mexicana Cristina Barros hizo un llamado de atención en cuanto a las últimas campañas de algunos productos médicos que ''asocian permanentemente" el mole ųuno de cuyos mexicanísimos ingredientes es el chocolateų con el Alkaseltzer. Siempre preocupada por ''esta actitud de desvaloración de lo propio", la periodista y autora señaló: ''No son inocentes los mensajes. Sí van permeando y penetrándonos. Están negando siempre a los mexicanos que, al contrario, tanto necesitamos reforzar nuestra identidad, así como tener otra actitud frente a las cosas que son nuestras y, además, han sido aportaciones primordiales para el mundo".

Barros participó, con su colega Lourdes Hernández, en la presentación ayer de la más reciente publicación de Clío, Del cacao al chocolate, de la jalapeña Ana María M. de Benítez, que cierra una primera etapa de la colección La cocina a través de los siglos, cuyos primeros cuatro números versan sobre el maíz, el nopal, el frijol y el jitomate. Seguirán los recetarios de Sor Juana Inés de la Cruz, se informó.

 

Bebida de México para el mundo

 

Otra sería la historia si el cacao hubiera tenido la posibilidad de ser registrado de origen ųcomo pasó con la champaña y el tequilaų. De esta manera, dijo Barros, los grandes emporios de Suiza o Estados Unidos tendrían que mencionar a México como lugar de origen de esta generosa planta. En el libro se afirma: ''... al despuntar los años treinta se estableció en México la empresa Nestlé, que en poco más de 50 años absorbió a la mayoría de las compañías mexicanas, con lo que el mercado de este producto ha quedado en manos de las tres empresas que dominan en el mundo: Hershey, Nestlé y Baker's".

Respecto del cultivo de cacao, tanto Barros como la autora coincidieron en que es un asunto que ''desafortunadamente se ha dejado a otros". Si el café le dio uno de los golpes más duros al chocolate al ponerse de moda en Europa a principios del siglo XIX, luego los cultivos de cacao fueron llevados al Africa y las Indias occidentales. ''Hemos regalado el germoplasma de nuestras propias plantas como un descuido terrible que desgraciadamente continúa", lamentó Barros.

Pionera en la investigación de la cocina mexicana tras editar Cocina prehispánica, Ana M. de Benítez indicó que muchos estudiosos de la materia afirman que el cacao nació en Ecuador y Brasil. Puntualizó: ''Pudo haber nacido en toda América. Lo cierto es que si los españoles no hubieran visto a Moctezuma beber el cacao en espumantes tazas hechas de oro y perfumado con flores, y además utilizado como moneda, se hubieran espantado de ver las mazorcas con unos granos negros y una capa toda pocilagosa, y lo hubieran tirado considerándolo veneno. Creo que a nosotros nos cabe haber dado el chocolate al mundo, porque ya se tomaba".

Del cacao... comienza con una presentación de Gastón García Cantú. Luego, se divide en una investigación histórica ''La leyenda del chocolate", recetario; técnicas de preparación y el glosario. Para la periodista Lourdes Hernández el texto se lee como una historia ''casi policiaca", ya que recoge los ''tejemanejes" de su desarrollo. Recordó cómo Quetzalcóatl, el primero entre los dioses, enseñó a los hombres la agricultura, la industria y el arte; primero les dio el maíz y como último regalo el cacao.