n Lo abandonaron en un paraje; el FBI intervino en las investigaciones


Tras 6 días de secuestro ayer fue liberado el padre de Jorge Campos

n El portero no reveló cuánto pagó por el rescate; ''lo importante es que ya está con nosotros'', dijo

Maribel Gutiérrez, corresponsal, Acapulco, Gro., 23 de febrero n Después de haber permanecido secuestrado seis días, esta mañana fue liberado Alvaro Campos González, padre del portero de la selección nacional de futbol Jorge Campos.

En conferencia con reporteros en esta ciudad, afuera del domicilio familiar en la colonia Morelos, la estrella de futbol confirmó que su padre fue liberado en la mañana y regresó a su hogar, en compañía de uno de sus hermanos, a las 10 horas.

Campos eludió una pregunta acerca del monto que pagó por el rescate de su padre, de 66 años de edad, pero dejó ver que hubo una negociación con los secuestradores y agradeció a los medios de comunicación que mantuvieran discreción durante los últimos días, lo que permitió el regreso del plagiado sin que se conozcan las condiciones de la negociación.

''Lo más importante es que está aquí con nosotros'', dijo Jorge en respuesta a una pregunta sobre el monto del rescate, después de sonreír ante los medios.

''Mi padre está bien, está sano y salvo, hemos recibido esa gran noticia, estamos agradecidos con todos los amigos'', dijo el futbolista ante los reporteros que esperaban en la entrada de su casa una posible entrevista con Alvaro Campos González, conocido promotor de equipos de futbol en la periferia de esta ciudad, a quien sus amigos llaman cariñosamente El Ñoño.

El padre de Jorge no salió a hablar con los medios; su hijo explicó que se encontraba descansando, reposando y que el médico de la familia lo estaba revisando. Sobre el estado de salud de su padre precisó: ''El se encuentra muy bien, no tuvo ningún problema, está perfectamente de salud, lo único es que está un poco cansado''.

A su vez, el médico de la familia, Jorge García, declaró a la televisora estatal RTG que Campos González se encuentra bien de salud y sólo presenta algunos problemas psicológicos.

A raíz de otros casos en que la familia de las víctimas de secuestros emigran de la ciudad y del país, por temor a que continúe el hostigamiento, un reportero le preguntó a Campos si la familia se quedaría a vivir en Acapulco. Jorge ofreció que la próxima semana su padre hablaría ante los medios y que él, como jefe de la familia, es quien podría tomar una decisión.

Finalmente, el jugador de los Pumas de la Universidad eludió responder también una pregunta acerca de la intervención de las autoridades en el rescate.

 

Retenes en los

alrededores de Acapulco

 

Antes del medio día, la Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer, en un boletín de prensa, que a las 8:20 de la mañana Alvaro Campos llegó al retén de la Policía Judicial Federal (PJF) en Bajos del Ejido, en el kilómetro 18 de la carretera Acapulco-Zihuatanejo, entre Acapulco y Coyuca de Benítez.

Según la dependencia, el señor Alvaro pidió ayuda para regresar al puerto y por su seguridad fue trasladado a las oficinas de la subdelegación de la PGR, a donde pasaron sus familiares por él.

Trascendió que El Ñoño fue puesto en libertad a las 8 de la mañana, en un paraje solitario a un lado de la carretera Acapulco-Coyuca de Benítez y de ahí llegó caminando al retén de la PGR.

El pasado 17 de febrero, Alvaro Campos González fue secuestrado a las 13:30 horas, cuando se encontraba en su rancho, en Plan de los Amates, donde la familia tiene caballos de carreras y canchas de futbol profesionales recubiertas con pasto. Ocho desconocidos, con apariencia de trabajadores humildes, que fácilmente se pueden confundir con la población local, entraron hasta donde se encontraba dirigiendo una construcción para ampliar las instalaciones deportivas.

Cuando estuvieron a su lado, los secuestradores sacaron pistolas que llevaban ocultas, ataron de manos a tres albañiles que estaban laborando en la obra en construcción y se llevaron a Campos González en su propia camioneta tipo pickup marca Chevrolet color rojo, que condujo el mismo padre del futbolista.

Horas después, el vehículo fue encontrado en la colonia Mozimba, en la salida de Acapulco hacia la Costa Grande, es decir, en el extremo opuesto de la ciudad, a más de 30 kilómetros del rancho de Plan de los Amates, donde se perpetró el plagio.

El lugar en el que fue abandonado el vehículo se encuentra en el mismo rumbo de la salida a la carretera de la Costa Grande, donde hoy fue liberado el plagiado.

Desde el día del secuestro se establecieron en la periferia de Acapulco retenes de revisión de la Policía Judicial del Estado, de la Policía Preventiva Municipal y patrullajes del Ejército Mexicano.

Al mismo tiempo, trascendió que intervinían en las investigaciones agentes de la Policía Judicial Federal, del Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional (Cisen) de la Secretaría de Gobernación, de Inteligencia Militar, de la Interpol e incluso del propio FBI.

Se supo que agentes de esta última corporación estadunidense intervinieron debido a los intereses que tiene la firma Nike, con la que el portero de la selección mexicana de futbol posee un contrato para anunciar sus productos, que son balones, zapatos y ropa deportiva.

Los operativos policiacos montados en relación con el secuestro fueron abiertos y ostentosos, contrario a lo que ocurre usualmente en casos de plagios, en los que se mantiene una actitud de hermetismo por parte de las autoridades policiacas; incluso, los familiares niegan el hecho, con el fin de alejar la atención del caso y permitir que los secuestradores encuentren el clima propicio para buscar la negociación y respeten la vida de la víctima.

En avenidas importantes de la periferia de la ciudad, como La Cima, que es el punto de llegada de la carretera México-Acapulco, se establecieron retenes de la policía preventiva y judicial, que además de registrar vehículos particulares en tránsito se subían a los autobuses para revisar uno por uno a los pasajeros junto con sus pertenencias.

Otro punto donde se estableció un retén es en la salida de Acapulco a la Costa Chica, por la carretera que va a Pinotepa Nacional, Oaxaca, donde el pasado fin de semana fueron detenidos cuatro sospechosos que viajaban en un automóvil, al parecer robado, en el que transportaban unos fusiles AK-47, pero que no tenían relación con el secuestro de Campos González.

Desde el día de los hechos, fuentes policiacas dijeron extraoficialmente que había diversas líneas de investigación y señalaban la posibilidad de que el secuestro hubiera sido ejecutado por alguno de los grupos guerrilleros que operan en Guerrero, que son el Ejército Popular Revolucionario (EPR) y el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI). Otras indicaban que el plagio pudo haber sido ejecutado sólo con móviles económicos por alguna banda de delincuentes comunes o vinculados con policías o ex policías, como ha ocurrido en otros casos.

Este domingo, mandos medios del ERPI dieron una entrevista al diario local Novedades de Acapulco, en la que se deslindan del secuestro, en tanto el EPR no ha dicho nada sobre el caso.

Según fuentes policiacas, dichas líneas de investigación, incluso las que involucran a grupos guerrilleros, aún permanecen abiertas.