n Junta de fiscalización de estupefacientes, de la ONU


"Prioritario y concertado", el

combate a las drogas en AL

David Aponte n El proceso de certificación antidrogas de Estados Unidos no implica que los gobiernos de México y América Latina amplíen o modifiquen sus programas nacionales de lucha contra producción, tráfico y venta de estupefacientes, manifestó ayer la representante en territorio mexicano del Programa de la Naciones Unidas para la Fiscalización Internacional de Drogas, Christine de Agostine.

Por el contrario, las autoridades antinarcóticos del hemisferio han hecho frente a los problemas del uso indebido y tráfico ilícito de drogas de una forma "prioritaria y concertada", considera la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de Naciones Unidas (JIFE).

En su informe 1998, la junta acoge con satisfacción la iniciativa de los gobiernos del continente y la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, dependiente de la Organización de Estados Americanos, para el establecimiento de un mecanismo de evaluación multilateral de las acciones de combate a las mafias del narcotráfico, que además servirá de base para una estrategia eficaz contra el uso indebido y el tráfico de estupefacientes en el continente.

Desde diciembre de 1994, los países americanos han puesto en la mesa del debate iniciativas regionales y subregionales en la materia, como la prevención del uso indebido de drogas, la aplicación de leyes contra el tráfico y el blanqueo de dinero, la cooperación judicial y distribución del producto del delito, indica.

En conferencia de prensa, convocada para la presentación del informe anual de la junta, De Agostini destacó el trabajo de la naciones de América en la guerra contra las drogas, y explicó que el informe de este organismo no está vinculado al proceso de certificación de Estados Unidos.

Sin embargo, la junta precisa que la región de América Central y el Caribe continúa siendo "muy vulnerable" al narcotráfico, y las naciones de América del Norte y del Sur "a las actividades delictivas que se derivan de ese tráfico, como el blanqueo de dinero y la corrupción".

Acerca del consumo de sustancias prohibidas, detalló que la mariguana es la droga más popular y de uso más frecuente en Canadá, Estados Unidos y México. Incluso existen invernaderos en los territorios canadiense y estadunidense.

"Los estudios efectuados en Estados Unidos ponen de manifiesto que el auge del uso indebido de cannabis entre los jóvenes está directamente relacionado con la propagación de las falsa idea de que el consumo de esa droga es inocuo"

En el reporte se hace un diagnóstico de la situación de la producción y el tráfico de estupefacientes en la región sudamericana. Por ejemplo, se detalla que Colombia, Guatemala y México han comenzado a elaborar heroína para destinarla al mercado estadunidense.

Adicionalmente, los datos referentes a incautaciones indican que sigue habiendo un considerable tráfico ilícito de cocaína desde América del Sur y a través de México", afirma.

La junta explica que en Canadá y en Estados Unidos ha aumentado el número de muertos por sobredosis, como resultado de una mayor pureza en la heroína.

"Si bien los niveles generales de uso indebido de drogas en México se han mantenido bajos en comparación con Estados Unidos, el consumo de cocaína y crack en territorio mexicano, en especial entre los jóvenes, parece haber aumentado en los últimos años", abunda.

"A juzgar por las apariencias, el uso indebido de crack está disminuyendo en Estados Unidos. Por desgracia, hay nuevos y jóvenes consumidores que se sienten atraídos por la heroína, sobre todo porque es fácil de conseguir, los precios son más bajos y mayor su pureza", señala.

Con respecto al tráfico de drogas sintéticas, asegura que las organizaciones criminales que operan en México han cambiado su modus operandi y su giro: del tráfico de mariguana y cocaína han pasado al de metanfetaminas para abastecer el mercado de Estados Unidos, precisa.

La utilización de las redes de distribución existentes entre los dos países parece facilitar la rápida difusión del uso de las metanfetaminas por todo el territorio estadunidense, agrega.

El informe 1998 del organismo fue divulgado a sólo unos días de que la administración federal de Estados Unidos difunda los resultados del proceso de certificación antinarcóticos que incluye a 22 países, entre ellos México.