n Democracia, derechos humanos y política, temas excluidos de la conversación


Grandes coincidencias con Castro: Fox

José Antonio Román, enviado, La Habana, 23 de febrero n Casi siete horas de ''profunda'' conversación. ''Muchas coincidencias'', incluso la de ''cerrar filas'' y formar un bloque económico en América Latina. Las discrepancias, ''pocas, muy pocas''. Así, Vicente Fox y Fidel Castro prolongaron hasta la madrugada de hoy una plática ''muy cordial'' que se inició la noche del lunes con un brindis por ambos países, por el éxito de sus respectivos proyectos y por el bienestar de ambos pueblos.

A su salida del Palacio de la Revolución, el gobernador panista sólo tuvo halagos para la conducción de la economía en Cuba, y también para su política social, cuyas prioridades son la educación y la salud. Según Fox, no hablaron de sus aspiraciones y posibilidades de llegar a la Presidencia de México. Tampoco se refirieron a la democracia, los derechos humanos ni a la política.

Sin embargo, dijo que de conseguir la candidatura del PAN y luego la Presidencia ''las relaciones diplomáticas entre México y Cuba serían excelentes''.

Así, aunque Fox oficialmente no habló de sus aspiraciones políticas, recibió un trato de huésped ilustre. El noticiario nacional de televisión lo presentó como precandidato presidencial de México.

En su segundo día de visita en esta isla, Fox se trasladó al municipio de Batabanó, en la provincia de Habana, unos 70 kilómetros al sur de esta ciudad, donde visitó el monumento a Juventino Rosas, compositor guanajuatense que falleció en este lugar.

Al igual que ayer, el gobernador de Guanajuato cumplió una nutrida agenda que lo llevó a entrevistarse con el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), Ricardo Alarcón; visitó el famoso hospital Hermanos Ameijeiras y ahí mismo se reunió con el ministro de Salud Pública, Carlos Dotres. Por la noche estuvo en el Ministerio de Cultura.

Fox resumió así su reunión con el comandante Castro: ''Fueron casi siete horas de conversación bien profunda. El hombre sin duda está entero, tiene un gran pensamiento y una formidable palabra. Fue muy enriquecedor. Fue una plática muy padre''.

Negó que en su entrevista con el presidente de Cuba hubiera mencionado siquiera sus aspiraciones presidenciales. ''No, no venía al caso. No platicamos ni de México''.

Fox destacó sus ''grandes coincidencias'' personales con Castro. ''Ambos somos del campo, nacidos y vividos en rancho. El de padre gallego y yo de madre española (vasca). Me llamó la atención que él estudió con los hermanos lasallistas; yo también estuve con ellos. En el quinto año de primaria se cambió con los jesuitas; en el quinto yo hice lo mismo. El terminó hasta la universidad con los jesuitas; yo terminé también con ellos. El no se ha recibido en alguna de las profesiones que estudió, yo tampoco''.

Otras coincidencias, dijo, son la convicción de apostarle todo a la educación y a la salud; se pueden sacrificar muchos otros rubros, ''pero nunca la inversión en el capital humano, en el individuo y en su formación integral''.

Las discrepancias, señaló, fueron pocas, pero ni se mencionaron. Citó el tema del aborto, pues en la isla no se penaliza e incluso se plantea como una opción para evitar su práctica clandestina. También mencionó la libertad de cultos, que para Vicente Fox debe ser más amplia.

''Las demás diferencias son pocas. Es realmente sustancial lo que se puede aprender aquí. Hablamos de cómo se mueve una economía monopolizada por el Estado a la aceptación de una parte del mercado, por ejemplo en el turismo, a la circulación de dólares en la economía, la apertura a la inversión extranjera en todas las áreas. Incluso la privatización de la tierra, que también se esta dando aquí''.

Mientras compartía con Fox un menú compuesto de souflé de verduras, ensalada de jitomate, langosta a la mantequilla, brocheta de res, yogur de limón y helados de sabores, en una ''muy padre'' conversación el presidente cubano reiteró su preocupación ante la posibilidad de una gran crisis financiera mundial.

En la larga sobremesa, con vinos tinto y blanco, el presidente Castro afirmó que para tratar de superar los efectos del bloqueo económico Cuba ha recurrido a la inversión extranjera, pero no sólo se ha abierto, sino que también la promueve en áreas vitales como el petróleo y la generación de electricidad.

Ambos repasaron temas como la globalización de la economía y las relaciones comerciales entre los bloques económicos. También hablaron sobre agricultura, ingeniería genética y deporte, áreas en las que Cuba ocupa un lugar destacado. Antes de reunirse con el ministro de Salud, Vicente Fox dijo que es posible firmar varios acuerdos de colaboración en las áreas mencionadas.

La reunión fue ''sumamente cordial'' e incluso intercambiaron bromas sobre el color de sus respectivas vestimentas: uno verde olivo, el otro azul cielo. Fox le regaló al mandatario cubano un libro sobre Guanajuato y Castro compartió sus ya famosos puros Cohiba. La plática terminó de manera ''muy amigable'', según los allegados al gobernador Vicente Fox.