n El narrador recibirá el premio Nezahualcóyotl


Aprehender la esencia real de la

cultura huichola, afán de Pacheco

n La Conquista interrumpió la continuidad de nuestra escritura, dice

Arturo Jiménez n Narrador que tiene la firme intención de llegar ''hasta el fondo" de la cultura huichola a fin de conocer su ''esencia real", Gabriel Pacheco Salvador recibirá hoy el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Indígenas 1998.

Ha publicado Tatei yurienaka y otros cuentos huicholes (edición bilingüe de Diana), ''una introducción" a la problemática actual de ese pueblo, y escribe la novela Tepari (lugar donde se depositan las ofrendas), en la que busca manejar ''conceptos más profundos, cuestiones religiosas ligadas a la ceremonia (del peyote), los simbolismos y la interpretación y reinterpretación de los conceptos históricos".

Gabriel Pacheco Salvador (Guadalupe Ocotán, La Yesca, Nayarit, 1963) es licenciado en letras y maestro en lingüística aplicada por la Universidad de Guadalajara, ha laborado como promotor bilingüe en Jalisco y como profesor e investigador asistente de esa casa de estudios.

Además, ha publicado cuentos y ensayos en diversas antologías y revistas, es de los fundadores de la Asociación de Escritores en Lenguas Indígenas y ha sido becario del Fonca.

En su trabajo de la UdeG realizaba recopilaciones de la tradición oral y de canciones infantiles y religiosas en las comunidades. Ese material ų''rompecabezas" de relatos míticos y leyendasų era analizado y rearmado para darle una estructura narrativa distinta, lo cual le ayudó a ''soltar la mano" para escribir sus textos ''individuales".

En sus cuentos los personajes aparecen con nombres en huichol a fin de aprovechar su ''carga simbólica" y enorme significado, pues están ligados con la cosmogonía indígena. ''Aparte, esos personajes también cobran características que son propias de los huicholes", agrega.

Este escritor retoma elementos reales de su cultura a fin de ''representarlos" en sus relatos imaginados, ya con un estilo personal y una estructura contemporánea. ''Hay algo de realidad y gran parte de ficción; los nombres son reales pero esas personas no participan en la problemática del relato, simplemente me ayudan a identificar a los personajes ficticios".

 

Conocer la sabiduría de los ancianos

 

Los temas que Pacheco aborda en sus cuentos también parten de la realidad actual del pueblo huichol: problemas de linderos, de inserción de religiones como la católica, la presencia de las instituciones gubernamentales, la migración indígena hacia otras culturas.

Durante el proceso de escribir, confiesa, a veces hay momentos en que tiene una visión clara de lo que quiere hacer. ''De repente me siento en un cierto ambiente o en un contexto muy definido y creo encontrar allí algún personaje que me puede servir para representarlo. Y si no es suficiente hago que surja un segundo o tercer personajes, los que sean necesarios, pero siempre como prototipos huicholes".

En cuanto a la estructura de sus relatos, comenta que ''hay de todo", pues a veces comienza la narración por el medio o el final o de manera cronológica. ''Me valgo de las técnicas narrativas que emplean los escritores contemporáneos, como los paisanos de Jalisco, Juan Rulfo y Agustín Yáñez, o García Márquez, Fuentes, Saramago o el chileno Luis Sepúlveda".

Reconoce que se sale de la forma narrativa de la tradición oral, pues busca ''enriquecerla aún más usando las técnicas contemporáneas a fin de saber cómo estructurar el relato, cómo encauzar una historia, en qué momento hacer intervenir a ciertos personajes, cómo mantener ciertas acciones y no caer en la precipitación. Es decir, hacer una narración más o menos adecuada, al gusto del lector".

Este su primer premio (que consta de diploma y 50 mil pesos) significa para Pacheco un compromiso. ''Si antes ya me afanaba en conocer más de mi cultura, ahora hay una mayor motivación y compromiso que me obligan a esa búsqueda de mi identidad, a rascarle más a mi cultura para ver qué hay en el fondo y poder interpretar lo que realmente saben los ancianos, los conocedores de la esencia real de nuestro ser".

Acerca del presunto renacimiento de la literatura en lenguas indígenas, opina que más que nada ésta es una tradición ancestral de Mesoamérica, y recordó libros como el Popol Vuh y a poetas como Netzahualcóyotl, ''quienes marcaron las líneas de estas andanzas por las letras".

Lo que pasó, agrega, es que con la llegada de los españoles se interrumpió la continuidad de la escritura. ''Ahora los escritores se valen del alfabeto latino y comienzan a escribir, pero desde dentro de su cultura, que es la preocupación que debemos sentir nosotros los escritores".