Ť Pipsa, ¿otra vez sin dueño?
Ť Cambios en Gruma
Ť Edesur: fiasco argentino
``Pipsa está otra vez sin dueño'', transmitieron ayer al mediodía algunos noticiarios radiofónicos. Pipsa es la paraestatal de papel periódico que el gobierno privatizó a fines del año pasado, vendiéndola a PipsaMex, constituida ex profeso por los hermanos Rincón, accionistas mayoritarios de Grupo Industrial Durango. No hay tal. Los hermanos Rincón siguen con Pipsa. Lo que motivó la confusión fue el anuncio de que Grupo Industrial Durango retiraba su inversión de Pipsamex. Esto es cierto, pero la familia Rincón continúa controlando Pipsamex a través de otra de sus compañías, Corporación Durango. Cuestión de nombres y de ingeniería financiera.
Gruma
Sorpresivamente, Gruma -el emporio internacional de la tortilla- anunció ayer que su director general, Eduardo Livas Cantú, renunció a su cargo. El es un hombre de 55 años, ligado desde hace más de 20 al número uno de la firma, Roberto González Barrera. Continuará como su asesor y miembro del consejo de administración. Será sustituido por una oficina de la presidencia de la empresa, integrada por cuatro ejecutivos del grupo: Ricardo Alvarez Tostado, Manuel Rubiralta, Martín Ricoy y Javier Vélez.
Falló el modelito
Los partidarios de la privatización de la industria eléctrica nos venían poniendo como ejemplo a seguir el éxito de la privatización en Argentina. Una compañía no estatal, Empresa Distribuidora Sur o Edesur, había recibido la franquicia y tenía un desempeño excelente, decían. Ayer, mientras el director de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub, defendía el modelo privatizador en el Congreso, llegó un mensaje vía Internet a mi computadora, anunciando que la Bolsa de Valores de Buenos Aires había tomado la decisión de suspender la comercialización de las acciones de Edesur. El martes su precio había cerrado en 80.5 pesos. ¿Razones? Enfrenta graves problemas -financieros y técnicos, así como una pavorosa multa- pues mantiene algunos suburbios de Buenos Aires sin luz desde hace 10 días.
e-m@ails
Me permito distraerlo para hacerle un comentario sobre su columna de hoy (ayer) en La Jornada. Dice usted que ``el Fobapan cambió las reglas en perjuicio de los ahorradores. Antes, su dinero estuvo protegido sin límite, ahora sólo los primeros 500 mil pesos.'' Una de las razones del gran quebranto es precisamente que se protegió el total de los depósitos. Ahora, la disposición, no de Fobaproa sino de la Ley del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), es que poco a poco, de ahora al año 2005, esa protección se reduzca hasta 400 mil UDI, que hoy serían alrededor de un millón de pesos y para el 2005 será mayor. La idea, señor Galván, es que la protección total sea para pequeños y medianos ahorradores, y que quienes tienen más dinero y posibilidades de seguir la marcha de las instituciones, elijan bien dónde depositan.
Víctor M. Villarreal. Comunicación Social de Fobaproa/[email protected]
R: Coincido, en parte; pero tal vez usted estará de acuerdo en que no fue únicamente la protección sin límites la causa del quebranto, sino también las operaciones sospechosas que hoy en día están en proceso de auditoría. Y más.