n Firme compromiso de respetar derechos obreros
Privatizar la electricidad no implica despidos, dijo Zedillo
Rosa Elvira Vargas y Elizabeth Velasco n México necesita reformar su sector eléctrico, aseguró el presidente Ernesto Zedillo ante la dirigencia nacional de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), y demandó no confundir la soberanía con la participación excesiva del Estado en la economía.
En el auditorio Fernando Amilpa de la central obrera, el mandatario insistió en que su propuesta para privatizar la electricidad, no conllevará, ''como algunos han dicho'' el despido masivo de trabajadores y, por el contrario, aprobar su propuesta llevaría a la creación de más empleos.
Abundó que esa apertura, de ninguna manera significará afectar los intereses de los trabajadores y para ello apeló al ''firme compromiso'' que contrajo como Presidente del país, de respetar y defender los derechos de la clase obrera. ''Así lo asumí desde el primer día de mi mandato, así lo he cumplido y así lo seguiré cumpliendo'', aseguró.
Reformar el sector eléctrico, indicó, deberá llevarse a cabo respetando con absoluta determinación los derechos de los trabajadores, pues se trata además de prerrogativas que están protegidas por la Constitución de la República, por la Ley Federal del Trabajo y por los contratos colectivos que rigen las relaciones laborales de los electricistas.
Se preservaría la rectoría del Estado
Zedillo apuntaló también su propuesta desde el fortalecimiento de la soberanía ''porque sería una decisión que preservaría, con toda claridad, la rectoría del Estado sobre la industria eléctrica'' y mantendría en éste la facultad de tomar las decisiones más importantes en esa vital materia para la nación.
El Estado, argumentó mantendría el control de la red nacional de transmisión eléctrica, y la operación de las plantas más importantes para el respaldo del sistema; además, conservaría la responsabilidad, ''sin ninguna duda'', de los programas de electrificación de las comunidades rurales y las colonias populares, y seguiría otorgando subsidios a quienes menos tienen.
Con la rectoría estatal, y con la participación de los particulares se garantizaría, añadió, un mejor suministro eléctrico y permitiría al gobierno destinar aún más recursos al desarrollo social.
Ante un auditorio pletórico que aplaudía con frecuencia su discurso y le reiteraba: ''Zedillo-CTM, Zedillo-CTM'', el mandatario dijo también que una nación más fuerte estará siempre en condiciones de ejercer efectivamente la soberanía, pues ésta, ''se concreta en la capacidad de los mexicanos para tomar las decisiones que fortalezcan a la nación''.
Luego, al asegurar que el país cuenta con la sólida alianza entre el movimiento obrero y el Estado, insistió en que el país va por buen camino y tiene de su lado, además, ''la lucha, el patriotismo y la lealtad de los trabajadores de la CTM''.
Al inicio de su intervención, en la que había hecho una amplia apología del líder eterno de la CTM, el fallecido Fidel Velázquez, el presidente Zedillo remarcó que los mexicanos enfrentan sus retos basados en los valores de la soberanía, la libertad, la justicia social y la democracia. Habló de la necesidad de vencer la pobreza en todo el territorio y de seguir cimentando la democracia.
Hoy, indicó, México afianza una economía sana y dinámica, capaz de crear más empleos, que permite destinar más recursos a quienes menos tienen, apoyar con más eficacia a los trabajadores del campo y fortalecer la capacidad de los gobiernos locales para responder a las demandas más sentidas de sus regiones y comunidades.
Con todo, el mandatario asumió que desde fines del año pasado la economía nacional disminuyó su ritmo de crecimiento y advirtió que ''esa situación continuará en los primeros meses'' de 1999.
Sin embargo, y como lo había considerado apenas el sábado en la primera de las emisiones radiofónicas que tendrá semanalmente, aseguró que ''pronto volveremos a crecer a mejor ritmo, porque hoy tenemos bases más sólidas, que además seguiremos fortaleciendo''.