n "Nada se impondrá verticalmente", asegura


La inconformidad de universitarios, innecesaria y excesiva: Leopoldo Paasch

María Esther Ibarra n Ni la libertad de expresión ni las movilizaciones están prohibidas en la UNAM, siempre y cuando se realicen dentro del marco jurídico de la institución y no afecten a terceros o dañen las instalaciones universitarias, aseguró Francisco Ramos Gómez, secretario de Servicios Estudiantiles.

Por su parte, Leopoldo Paasch, secretario administrativo, calificó de "innecesarias y excesivas" las muestras de inconformidad de los estudiantes opositores al incremento de cuotas, porque --aseveró-- la Rectoría "no va imponer nada de manera vertical o bajo el principio de cueste lo que cueste".

"La propuesta deberá seguir su camino, y hay todavía amplia oportunidad para quien quiera agregar algunas cuestiones adicionales, pues no hay prisa en el análisis por parte de las comisiones de Presupuesto y de Legislación", dijo.

Esta última se reunirá hoy a partir de las nueve de la mañana, con lo cual ambas comisiones concluirán el análisis de las opiniones recabadas por los consejos técnicos, de los cuales aún no se reúne el de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de Acatlán, que está citado para mañana viernes.

Ante la marcha que hoy efectuarán diversas organizaciones estudiantiles, del monumento a Alvaro Obregón a Ciudad Universitaria, ambos funcionarios fijaron la postura de la Rectoría y exhortaron a los inconformes a respetar la legislación de la máxima casa de estudios.

Conforme a la legislación universitaria --indicó Ramos Gómez-- existen diversas disposiciones para los universitarios que infrinjan la normatividad, pero recalcó: "no necesariamente a cualquier violación se debe aplicar una sanción, pues estamos interesados en promover una cultura de respeto más que de castigo a los estudiantes".

No obstante, en entrevistas por separado luego de presidir la ceremonia cívica del Día de la Bandera en la explanada del campus universitario, Ramos Gómez añadió que un paro atenta contra las labores académicas y los fines de la institución, en lo cual "todos los universitarios estamos comprometidos".

El responsable de la política estudiantil manifestó que no se puede establecer un límite para determinar el ejercicio de la libertad de expresión de los unviersitarios, pero agregó que "estas interrupciones (la marcha y los paros a los que han convocado los estudiantes en desacuerdo con el alza de las cuotas) atentan contra el derecho y la responsabilidad de preservar y proteger las instalaciones de la máxima de estudios".

Por su parte, Paasch Martínez recalcó que no hay prisa por modificar el Reglamento General de Pagos, y que el proceso tampoco se ha hecho "atropelladamente o con rapidez, sacando de la jugada la discusión en ninguno de los ámbitos" donde se estableció su análisis o "cambiando de manera abrupta las reglas del juego. Ese motivo de discusión está cancelado", dijo.

Por ello, insistió, la reforma a dicho reglamento responde a la necesidad de "ponerlo al día, como se hizo con el de inscripción y el de exámenes". En torno a los argumentos estudiantiles sobre la gratuidad educativa, Paasch Martínez aseguró que la legislación universitaria "es garante de que quien no pueda pagar, quedará exento".

Según el secretario administrativo y responsable del resguardo de las instalaciones universitarias, en la modificación al Reglamento General de Pagos se están haciendo ajustes para garantizar que éste no se vaya a modificar indefinidamente a lo largo del tiempo, por lo que sugirió la necesidad de establecer un referente financiero-económico. "Este es uno de los elementos que tendrán que pensar bien las comisiones antes de sugerir que está listo el documento para su discusión en el pleno del Consejo Universitario", concluyó.