n Crean red de participación en el "mundo simultáneo"


Se registran por día alrededor de 50 brigadas para la consulta

Hermann Bellinghausen, enviado, San Cristóbal de las Casas, 26 de febrero n Aunque se registran diariamente alrededor de 50 nuevas brigadas, según la Oficina de Contacto para la Consulta del EZLN, todavía faltan más. El país es muy grande, y eso de visitarlo todo requiere la participación de miles de personas. Y siempre faltarán más. México es un país bastante inabarcable, lleno de distancias y de lugares distintos.

Y luego está la parte internacional de la consulta. ƑExisten antecedentes de la participación, en un asunto político, de ciudadanos mexicanos que viven en Alaska, Finlandia, Sudáfrica y Singapur? Esa es la novedad del mundo simultáneo que definirá al siglo próximo.

Eso mero fue lo que abrumó a Juan Xún, un campesino chamula que visitó hace poco la Oficina de Contacto para participar en la consulta. Entró a uno de los pequeños cuartos donde se trabaja en la consulta, topó con una gran grieta en el adobe y con un par de mapas desplegados en la pared, uno junto al otro. A la izquierda, la República Mexicana, a la derecha un viejo mapamundi escolar anterior a la caída del muro de Berlín. En cada lugar donde se ha registrado una brigada hay clavado un alfiler y de cada señalamiento sale un tenso hilo que se amarra a unos alfiles donde aparece Chiapas.

--Pues ya se chingaron --exclamó Xún a la vista de los mapas, y los de la oficina no supieron si se refería a la cantidad de trabajo que deben realizar, o a qué.

Le explicaron que los hilos tejían entre todos una red y él discrepó:

--No, así no se tejen las redes --dijo a la vista de los hilos que, en efecto, hacen pensar más en el op-art que estuvo de moda hace 30 años, que en una de las redes que usan los chamulas para cargar sus cosas. Esas redes de mecate que dan de sí y crecen muchas veces su tamaño sin romperse.

--Eso que tienen allí es un árbol --sentenció Xún y pasó a explicar:

"La raíz es Chiapas --y trazó con los dedos una raíz en el mapa de la República Mexicana, en el sur--".

Luego abrió el trazo de sus dedos y recorrió los hilos a Lisboa, Atenas, Turquía, Israel, Singapur, Tokio y Yokohama.

--México es el tronco y todas estas son las ramas.

Los hilos llegan a San Diego y al corazón de Australia, a Quito, Buenos Aires, la costa atlántica de Brasil, Quebec, Nueva York, Seattle y Alaska. Bueno, el puro mapa nacional aparece apretujado de hilos. En el otro mapa, los hilos se clavan hasta Sudáfrica y Noruega, se aprietan en Italia, Alemania, Francia y el Estado español, y las ramas, autogestivas todas y seguramente espontáneas, se plantan en Dublín, Londres, París, Praga e Indonesia.

Mucha de esta gente, conectada con éste su país por vía telefónica o vía electrónica no tenía un anterior contacto con el movimiento indígena de Chiapas, más allá de enterarse por Internet y de lo que se escribe con sus familiares y amigos en México.

Y Xún precisa más aún su símil:

--Son como las ramas de la manzanilla (nombre que recibe en los Altos de Chiapas el tejocote), si las cortan o se caen, con tantita tierra que tengan, vuelven a echar raíz.

Llama la atención en el mapamundi la cantidad de brigadas alfilereadas en Estados Unidos. Se cuentan por decenas en casi todos los estados y ciudades importantes, San Francisco, Denver, Alburquerque, Houston, Chicago, Boston, Nueva Jersey. Hilos en Washington, Oregon, Ohio y Vermont, o sea, todo el norte de esa nación, además de Alaska.

La grieta en el muro.

En esta casa donde acaba de reverdecer el muñón de un viejo tronco de durazno que daban por nuestro y ya se disponían a liquidarlo, una grieta hace esquina con los mapas.

Cuentan que al remozar la casa, discutieron si la reparaban con yeso o la dejaban. Decidieron dejarla y le pintaron todo alrededor una gruesa línea negra que la enmarca y la subraya.

Para Rosario Ibarra, responsable de esta Oficina de Contacto, "es la herida" que tiene el pueblo. Para otros, es la ranura por donde no se puede asomar hacia fuera. Para otros más representa la fractura que lastima a los mexicanos.