n El inglés, idioma universal de los científicos, dice


Sin ciencia no es posible mantener la soberanía nacional: De la Fuente

Angeles Cruz n El idioma universal de la ciencia es el inglés y sólo con su utilización será posible proyectar a la ciencia y los científicos mexicanos, afirmó el secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente, y puntualizó que, a pesar de lo anterior, los métodos de evaluación de los investigadores no deben constreñirse sólo a la contabilidad de las publicaciones en revistas internacionales.

De la misma forma, destacó la importancia del desarrollo de la ciencia en cualquier país, pues una nación "sin ciencia o débil y devaluada, no puede mantener su soberanía".

Luego de presidir la presentación de la revista Archives of Medical Research, primera y única revista científica mexicana que se publica en inglés con trascendencia internacional, el funcionario advirtió que las revistas editadas en ese idioma tienen más posibilidades de ser leídas en otros países del mundo y, aunque evitó dar su opinión sobre los métodos de evaluación en el Conacyt y el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), destacó que en los institutos nacionales de la Secretaría de Salud "le damos un peso a la publicación, pero también al trabajo docente y de formación de alumnos en licenciatura y posgrado".

Asimismo, comentó, se evalúa la participación de los académicos en conferencias y congresos. "Todo esto nos permite tener un esquema de evaluación integral, equilibrado y que reconoce a quienes están haciendo bien su trabajo".

Antes, René Drucker, vicepresidente de la Academia Mexicana de Ciencias, habló sobre la situación de los científicos mexicanos, quienes "padecemos de una suerte de colonialismo científico que nos ha obligado a alejarnos de nuestros propios intereses".

Señaló que la ciencia es progresiva y en ocasiones revolucionaria. "Nos obliga a cambiar frecuentemente de opinión acerca de asuntos básicos y con ello nos habitúa a ser críticos y escépticos".

De ahí la importancia de desarrollar e impulsar nuestra propia ciencia, porque así impulsamos nuestra propia cultura, dijo, y luego señaló: "Ya que toda sociedad humana posee una cultura y toda cultura tiene una ideología, la pérdida de ésta induce a la dependencia o al colonialismo".

Actualmente, aseguró, la ciencia es un instrumento de control de los países poderosos sobre los débiles, y un ejemplo de ello se observa en el hecho de que los científicos mexicanos "no encuentran ni el sitio que merecen, ni se les da la importancia que deberían tener en el ámbito internacional, pero lo que es peor, ni siquiera en el ámbito nacional".

Ante médicos y académicos que acudieron el jueves a la presentación de Archives of Medical Research, Drucker dijo que, cuando un científico mexicano publica un artículo que nadie lee, "se puede uno preguntar si su trabajo existe o no. Obviamente para el Conacyt y el SNI, no".

Sin embargo, las publicaciones periódicas internacionales es la única forma de ser reconocidos y recompensados, admitió. El problema es que "el control de las publicaciones está en manos de intereses muy localistas, de grupos, poco universales y frecuentemente discriminatorios".

Además, la misma segregación sufren las revistas nacionales fuera y dentro del país, porque ni siquiera el Conacyt las toma en cuenta al momento de evaluar la producción científica.

En este contexto, la revista Archives of Medical Research es ya un nuevo foro para la difusión de las investigaciones médicas y desde 1992 en que empezó a publicarse en inglés se convirtió en el medio más importante de América Latina, destacó Mario Madrazo Navarro, director de Prestaciones Médicas del IMSS.

El jueves se presentó en el antiguo Colegio de San Ildefonso, la revista en su nueva etapa, bajo un convenio de colaboración entre el IMSS y la casa editorial Elsevier para su difusión internacional y en el corto plazo, explicó Madrazo, será posible lograr metas de muy alta competitividad.