n Cubrir parte de los costos es una obligación moral: Daniel Reséndiz


Apoya la SEP la propuesta de Barnés de incremento a las cuotas

n La medida es "inteligente, oportuna y elaborada con tacto", aseguró el subsecretario

Claudia Herrera Beltrán n La Secretaría de Educación Pública dio ayer su respaldo a la propuesta del rector de la UNAM, Francisco Barnés, de incrementar las cuotas, al señalar que cubrir parte del costo de los estudios no es tanto un problema económico, sino una obligación moral, y consideró que los órganos universitarios de la máxima casa de estudios deben definir su postura "sin interferencia de nadie".

El subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica, Daniel Reséndiz, expresó lo anterior, y señaló que la propuesta de la rectoría de la UNAM de incrementar las cuotas anuales a mil 360 pesos en bachillerato y 2 mil 40 pesos en licenciatura es "inteligente, oportuna y elaborada con tacto".

A propósito del llamado que hizo Barnés para que los funcionarios gubernamentales --en alusión a los del Distrito Federal-- se mantengan al margen del asunto de las cuotas, Reséndiz señaló que todo integrante de la sociedad mexicana tiene el derecho de tomar una posición sobre el rumbo de las universidades públicas, pero respetando los órganos internos de gobierno de las instituciones, pues son los que toman las decisiones.

"El futuro de las universidades mexicanas es un asunto de interés nacional, que importa a toda la sociedad. Lo limitante no debe ser emitir opiniones, sino saber que una vez que el asunto se debate, los órganos internos de gobierno de las instituciones deben poder tomar su decisión sin interferencia de nadie", señaló el funcio- nario luego de que activistas estudiantiles amenazaron con bloquear la sesión del Consejo Universitario que habrá de definir el tema del incremento de las cuotas.

Luego de inaugurar la Feria Edubritania en el World Trade Center, el ex director de la Facultad de Ingeniería de la UNAM dijo que el pago de cuotas en esa institución o en cualquiera de las otras universidades públicas de México es no tanto un problema económico, sino una obligación moral de quienes tienen posibilidad de cubrir parte del costo de sus estudios, en beneficio de aquellos que no pueden hacerlo.

Acompañado de su esposa, Dorotea Barnés de Castro, hermana del rector de la UNAM, Reséndiz dijo que el propósito del pago de cuotas es crear un sentido de solidaridad que debe haber entre todos los mexicanos, independientemente de sus condiciones económicas. Durante la apertura del acto, Reséndiz expuso que los mexicanos tienen mucho por avanzar en el terreno de la educación superior, y mencionó que 17 por ciento de la población entre 18 y 22 años está matriculada en ese nivel.

Sin embargo, manifestó su confianza en que esta cifra crecerá, ya que durante los últimos 49 años, mientras la población del país se cuadruplicó, la matrícula de educación superior se multiplicó por 60. Hoy, añadió, el crecimiento de ese segmento de la población es de 0.78 por ciento por año y tiende a decrecer, en tanto que la matrícula sigue aumentando a tasa más de seis veces mayor, de cinco por ciento por año.

Calidad, pertinencia, equidad y eficiencia terminal son los objetivos que deben orientar cada uno de los programas e instituciones de educación superior del país, expresó al señalar que, con ese fin, tienen que participar todos los actores relevantes: gobierno, directivos institucionales, profesorado, estudiantes y sociedad civil.

Antes, en su ponencia, señaló que en Occidente hay tres principios irremplazables en la educación superior: la comunión de intereses entre estudiantes y docentes, autoridad moral que tiene el claustro de profesores para asignar los estándares académicos de maestros y estudiantes y el valor de la autonomía, que garantiza a ambos la libre exploración del saber.