n Anuncia Salgado una marcha hacia el DF, durante un mitin en Acapulco
Pleno respaldo del PRD a la lucha contra el fraude en Guerrero
n Zedillo ha enviado el mensaje de que la vía democrática está cerrada, dijo López Obrador
Maribel Gutiérrez, corresponsal, Acapulco, Gro., 28 de febrero n Ante unos 15 mil manifestantes que pidieron la limpieza de la elección para gobernador, los principales dirigentes nacionales del PRD, cuatro gobernadores y diputados federales de todo el país, plantearon su respaldo a la lucha contra el fraude en las elecciones del 7 de febrero, en las que contendió como candidato Félix Salgado Macedonio.
El ex candidato anunció allí que el próximo 7 de marzo encabezará un éxodo a la ciudad de México, para demandar ante el Tribunal Federal Electoral (TFE) que se revoque la constancia de mayoría otorgada al priísta René Juárez Cisneros. Dijo que la caravana sólo saldrá si se reúnen al menos 20 mil manifestantes, y advirtió que "el fraude no pasará en Guerrero, porque si pasa aquí va a pasar también en el 2000".
El dirigente nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador, anunció el inicio de la lucha política para que se reconozca el triunfo del PRD en Guerrero y se instale a Salgado Macedonio como gobernador. Señaló que las impugnaciones a la elección van a llegar al TFE, y "vamos a movilizarnos masivamente, bajo el principio de resistencia civil pacífica".
"Consideramos como una enorme y peligrosa irresponsabilidad que Ernesto Zedillo, con su actitud, le esté enviando el mensaje al pueblo mexicano de que la vía democrática para el cambio está cerrada, por la buena o por la mala, con la ley o contra ella. Hacer esto es aún más irresponsable en una entidad como Guerrero, donde ya desde hace tiempo mucha gente se ha olvidado de la lucha electoral y ha tomado el camino de las armas".
Se refirió a un comunicado del Ejército Popular Revolucionario, difundido en esta ciudad el 25 de febrero, en el que advierte que la toma de posesión de René Juárez, el próximo primero de abril, será "una declaración de guerra contra el pueblo", aunque se deslindó de la organización insurgente.
"En pocas palabras, imponerse en Guerrero mediante el fraude, dejando un ambiente de insatisfacción y farsa, es abrirle la puerta a la inestabilidad política". Invitó a Zedillo a corregir su conducta, y dijo: "Responsabilizamos al Presidente de la República si Guerrero o el país entran en una fase de inestabilidad, ahora, durante y después de las elecciones del 2 de julio del año 2000".
Señaló como responsables de la grave ofensa a los guerrerenses a Zedillo; al secretario de Gobernación, Francisco Labastida; al secretario general del PRI, Carlos Rojas, y al gobernador con licencia, Rubén Figueroa Alcocer.
A su vez, el jefe de gobierno del DF, Cuauhtémoc Cárdenas, dijo que los que en la capital del país pugnan por la democracia, "vamos a luchar con los instrumentos de la ley para defender el triunfo legítimo del pueblo de Guerrero". Y envió un mensaje al gobierno de la República: "Al palacio de gobierno de Guerrero sólo llegará quien el pueblo de Guerrero eligió".
Mensajes de solidaridad de sus estados hacia el pueblo guerrense dirigieron también el gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal; de Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya, y el gobernador electo de Baja California Sur, Leonel Cota Montaño.
El coordinador de los diputados del PRD, Porfirio Muñoz Ledo, dijo que para ese partido, el fraude en Guerrero "es nuestra última frontera de tolerancia". Y describió las irregularidades: "Aquí no ganó el partido oficial, aquí el voto se compró, las credenciales se alquilaron, los poblados se intimidaron; aquí los resultados de las urnas se modificaron; aquí las actas se alteraron. Aquí se violentó la ley".
Es importante que el gobierno sepa, dijo, que "emplearemos la vía de la ley. El pueblo no quiere violencia, pero sabe movilizarse e incurriría el doctor Zedillo en una grave provocación y en un inmenso error si tratara de imponer a un gobernador que no surgió legítimamente de las urnas y al que repudia el pueblo de Guerrero".
Félix Salgado, en su discurso, anunció que el primer demandado por delitos electorales será el gobernador sustituto, Angel Aguirre, porque el PRD tiene copias de documentos firmados por él en los que instruye al secretario general de Gobierno, Humberto Salgado Gómez, para que dé recursos a los promotores del voto.
n Acaparó autobuses
Maniobró el PRI para deslucir el mitin perredista en Acapulco
Jaime Avilés, enviado, Acapulco, Gro., 28 de febrero n Después de anunciar que a partir del 7 de marzo caminará al frente de 20 mil guerrerenses en "éxodo por la democracia", de Chilpancingo al Distrito Federal, esta mañana el ex candidato del PRD, Félix Salgado Macedonio, saltó desde el templete, como estrella de rock, y cayó en los brazos de la frenética multitud que lo aclamaba gritando que el priísta René Juárez Cisneros "nunca tomará el poder".
En la lucha por la democracia en Guerrero, dijo a su turno Cuauhtémoc Cárdenas, "no hay marcha atrás". Porfirio Muñoz Ledo aseguró que aquí "el gobierno ha llegado al umbral de la tolerancia del pueblo". Pero Andrés Manuel López Obrador, penúltimo orador de la mañana, fue sin embargo el más severo al definir el origen de este nuevo conflicto.
"Estamos aquí para denunciar que Ernesto Zedillo intenta cancelar en México la vía democrática para la renovación de los poderes públicos, dando un salto hacia atrás únicamente comparable a 1988, cuando Carlos Salinas se apoderó ilegalmente de una Presidencia que el pueblo no le entregó en las urnas... Como en 1988, el gobierno ha vuelto a robarse elecciones completas a plena luz del día y en cadena nacional de televisión", dijo.
"A pesar de la perfidia electoral de Zedillo, en el PRD sostenemos la decisión inquebrantable de seguir por la ruta pacífica y electoral. Pero no nos hacemos responsables de la desestabilización política y la alteración de la paz social que el Presidente genere, cancelando, como en Guerrero y en otras plazas, los caminos legales para que los ciudadanos ejerzan su derecho a cambiar sus autoridades mediante el sufragio libre", enfatizó.
La maniobra del PRI
La manifestación de esta mañana, que salió del parque Papagayo y caminó hasta el zócalo del puerto, junto al malecón, reunió a unas 10 mil personas, no por falta de entusiasmo, explicaron los organizadores, sino porque el PRI acaparó la mayoría de los autobuses de la zona de Chilpancingo --donde Juárez Cisneros organizó otro mitin, a la misma hora--, impidiendo el traslado de los perredistas de allá.
Pero eso no fue todo. En su afán por deslucir la protesta de los seguidores de Salgado Macedonio, el ayuntamiento local improvisó una repentina "verbena" para festejar los 50 años de la costera Miguel Alemán, ocupando esa avenida estratégica con un desfile de carros alegóricos que durante varias horas bloqueó el flujo de los autobuses urbanos que bajan al puerto desde las colonias populares del llamado "Acapulco alto", donde viven los más pobres y los más perredistas de esta ciudad.
Félix, feliz
Poco antes de volar sobre la muchedumbre que había escuchado los discursos de Cárdenas, de López Obrador, de Muñoz Ledo y de los gobernadores perredistas, Ricardo Monreal (Zacatecas), Alfonso Sánchez Anaya (Tlaxcala) y Leonel Cota Montaño (Baja California Sur), Félix Salgado detalló con sentido del humor los pormenores del éxodo que emprenderá a la ciudad de México. "Cada uno de nosotros llevará dos colchas, una nueva y una vieja", sostuvo entre las risas del respetable. "A cada uno le daremos un gafete, y cuando regresemos se lo regalará a sus padres, o a sus hijos, o a la persona que más quiera, porque ese gafete será histórico, será un símbolo de la dignidad del pueblo".
Quienes en cambio vendieron su voto por una despensa del PRI, guardarán esa vergüenza para siempre".
Y dijo más: al regreso del éxodo "instalaremos en la puerta del palacio de gobierno la Expo Fraude 99, donde mostraremos todos los productos que René Juárez utilizó para denigrar y manipular a los más débiles. Y esas exposición la cuidaremos 2 mil compañeros cada día, para impedir que el primero de abril René se siente en la silla, porque estamos seguros que nunca tomará el poder".
Terminado el acto, feliz, quizá, porque Cárdenas en su discurso reconoció que "en este proceso ha demostrado tener la estatura de un estadista", Félix se dedicó a firmar las gorras de sus seguidores mientras los invitados bajaban del templete. Pero de repente, en alas de la inspiración, extendió los brazos, pegó un salto y cayó de panzazo encima del gentío, antes de abandonar el pequeño zócalo en una camioneta completamente pintada de amarillo.