n Se escenificará los días 5, 6 y 7 en el Templo Mayor

Visiones, obra que cuestiona la integración cultural con Occidente

Carlos Paul n Astuto y sensible, pero temeroso de sus propios sueños, Moctezuma presintió su caída y la de su pueblo, mediante una serie de visiones que atormentaron su existencia. Sus presagios, revelados diez años antes del arribo de los españoles auguraban para el monarca ruptura, ruinas y desolación.

Visiones que fueron retomadas por Eliza Lipkau y Graciela Henríquez para crear un espectáculo multimedia en el que se "cuestiona", a partir de las interpretación de las premoniciones de Moctezuma, dos momentos de transición cultural: la Conquista como primer choque, y los procesos actuales de integración entre Occidente y el mundo indígena.

Sobre los vestigios del Templo Mayor la obra recreará un universo ficticio donde la realidad se asoma en una serie de cuadros simbólicos, creados con danza, teatro, música en vivo, animación digital, y proyecciones de imágenes fijas y en movimiento.

Lo que intentamos plantear, explica Lipkau, "es el conflicto que existe entre un mundo espiritual que respeta la naturaleza, y el mundo occidental que ha tratado desde hace cientos de años de imponerse a las culturas indígenas del mundo, teniendo como tema general los presagios de Moctezuma".

El año pasado la coreógrafa Graciela Henríquez y Elisa Lipkau llevaron a escena en el espacio del X'Teresa y el Zócalo el espectáculo Presagios, creado a partir de las ocho premoniciones de Moctezuma sobre la llegada de los españoles a Tenochtitlan, dándole un carácter intinerante y de performance, en el que cada presagio era una escena, que se representaba en diferentes lugares.

Esta segunda versión, planteada para un mismo espacio y basada documentalmente en los códices Mendocino, Florentino de Sahagún, de Ramírez y Durán, además de La Crónica mexicana de Alvarado Tezozomoc; es el resultado de "tres años de investigación".

Es un montaje cuya intención es "comprender a Moctezuma, antes que juzgarlo como un traidor o cobarde".

Para empezar, consideremos que "es muy difícil separar lo histórico del mito, pues la realidad y la mitología en la historia de Mesoamérica se confunden", explica Lipkau, cuando se le pregunta Ƒcómo reivindicar un personaje histórico, a partir del mito?

En cualquier problema histórico, agrega, "entre más lejos te vayas, más difícil es comprobar una hipótesis. Todo se vuelve aproximaciones. Las fuentes antes mencionadas ųa excepción de La Crónica mexicana, que al parecer es de origen indígenaų, fueron escritas después de la conquista y la evangelización.

En ese sentido, "existe toda una problemática entre los historiadores, algunos dicen que (la interpretación) de los presagios, al tener un origen colonial, no son parte del pensamiento indígena, sino del pensamiento occidental europeo. Otros dicen lo contrario, que los presagios son parte de la cosmogonía mesoamericana".

Para Lipkau, quien este año termina su licenciatura en Historia, "ambos tienen razón y ambos se equivocan. Siento que tanto los mesoamericanos como los hombres de fin de la Edad Media y principios del Renacimiento tenían una profunda creencia en los presagios y en la naturaleza, que de alguna manera podían decir lo que iba a pasar en el futuro. Y en este caso, al nivel de interpretación histórica, los presagios son de los primeros puntos sincréticos en los que ambos pueblos coinciden".

Es por esto que aun cuando "lo que nosotros hacemos es una ficción, partimos del mito y la historia, tratando de comprender el proceso brutal que vivió Moctezuma como persona".

Para el montaje, que se presentará en el marco del 15 Festival del Centro Histórico y cuyo costo de producción asciende aproximadamente a 180 mil pesos, "patrocinados en especie" por Argos, Fonca, UNAM, UAM, Mundo Audiovisual y Seguros Carrillo, entre otros, la investigadora y también actriz Lipkau destaca: "Teníamos planeado utilizar ciertas partes del Templo Mayor que no tenían estuco (recubrimiento para proteger la zona), que eran meramente de piedra; sin embargo, por algunos problemas entre el INHA y el Sindicato de Conservación del Patrimonio Artístico, esto no va a ser posible.

"Ahora tendremos la puerta y las dos paredes principales del museo, para dos pantallas como frente simétrico, como una manera de conectar el pasado con el presente. Debajo de esos muros hay una zona de pasto, que hasta ahora no sé si nos la van a dejar usar, pero ahí se planteó hacer la escena de la cueva, el sacrificio de Moctezuma y la matanza del Templo Mayor.

"Hasta nuevo aviso utilizaremos los andadores y estructuras del museo, pero no la zona arqueológica, pues hay todo un asunto político en torno a la conservación del patrimonio y a la forma como se debe utilizar los espacios arqueológicos". Es muy curioso, señala la directora, que no suceda así en Teotihuacan o en otras zonas como Xochicalco; el público va y se sube a la pirámide, en cambio en el Templo Mayor no es así. "Quizá por esta situación, la obra va a ser muy performancera como la del año pasado".

Aun así, Lipkau ha querido darle a este espectáculo un carácter "expresionista monumental". Con este trabajo intentan "sobrepasar los juicios de valor sobre la conquista, si fue buena o mala, pero sin dejar de observar la violencia con la que se realizó en los aspectos físico y espiritual, a fin de encontrar un resultado positivo de la Conquista como es el mestizaje, una ganancia más que una pérdida de identidad".

Respecto a los presagios que sirven como hilo conductor de la puesta en escena y que se representan "en un orden diferente en el que aparecieron", enlista: El pájaro cenizo, La llama de fuego, El incendio del Templo Mayor, El Cometa, La mujer de blanco (conocida como La Llorona) y El monstruo de dos cabezas.

Con la participación de 30 actores y música de Jorge Reyes, Antonio Zepeda, José Navarro, y composiciones del siglo XVI, así como un vestuario "basado en los códices prehispánicos", diseñado por Jarmila Dostánova, Visiones se escenificará los días 5 y 6 de marzo, a las 19:30 y 21:30; domingo 20:00, en la zona arqueológica del Templo Mayor, Centro Histórico.