n Esfuerzos nulos


El Ejército, en desventaja frente a narcos, revela estudio del PRD

Blanche Petrich n En la guerra contra el narcotráfico, el Ejército Mexicano lucha en condiciones de desventaja frente a los cárteles, sin medios materiales adecuados, con apenas 50 mil soldados dedicados a operativos antinarco ųya que cerca de los 120 mil elementos restantes son empeñados en acciones contrainsurgentesų y con una estrategia de "frente abierto de orden castrense", inadecuado para combatir estructuras criminales clandestinas.

Todo esto según un análisis de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

"Resultados nulos" en el esfuerzo de frenar el flujo de más de 300 toneladas de cocaína procedente de Colombia, Ecuador y Panamá hacia Estados Unidos (que representa, según la DEA, 52 por ciento del total del derivado de la hoja andina que se vende a los traficantes estadunidenses); desmoralización de la tropa por la "sobresaturación" de funciones operativas; desprestigio y penetración de las bandas a altos niveles de la oficialidad militar son, a juicio de este estudio, las consecuencias visibles de la decisión del presidente Ernesto Zedillo de "inmiscuir" al Ejército en el combate al tráfico de drogas.

Coordinado por el diputado Gilberto López y Rivas y la colaboración del ex capitán, licenciado en administración militar y diplomado de Estado Mayor, Alberto Enríquez del Valle, y del periodista especializado en asuntos castrenses Jorge Luis Sierra, el estudio es parte de una serie de investigaciones del grupo parlamentario sobre el tema. Abunda en ejemplos.

Sólo se interceptó 1% de envíos ilegales

Este documento, el segundo de su tipo, cita datos de la Contraloría General del Congreso de Estados Unidos: Observaciones sobre los elementos de la estrategia federal de control de drogas, de 1997 y 1998.

Señala que en cuatro años, entre diciembre de 1994 y noviembre de 1998, la Secretaría de la Defensa Nacional interceptó y destruyó 21 toneladas de cocaína, menos de uno por ciento del total de esa droga que entró a Estados Unidos a través del territorio mexicano.

También pone en duda la eficacia de la cooperación estadunidense en el terreno. Es el caso de los 73 helicópteros UH-1H Huey que donó el gobierno de Estados Unidos a México en 1997. Según la investigación, en febrero de 1998, únicamente 41 helicópteros estaban disponibles para vuelo, 23 estaban paralizados por falta de reparaciones, ocho permanecían en tierra debido a que su programa de mantenimiento estaba incompleto, y uno quedó destruido luego de un accidente en diciembre de 1997. Recuerdan que en marzo de 1998, el Departamento de Defensa advirtió a sus clientes sobre fallas de origen en los motores T-53 de dichas naves. México decidió no utilizar los 72 helicópteros y desde entonces éstos permanecen varados en tierra.

En cuanto a los recursos disponibles, se requieren 25 millones de dólares para el mantenimiento de esta flota de helicópteros pero, según datos de la propia Secretaría de la Defensa, "no hay ningún plan para utilizar sus propios recursos económicos" con este fin. En junio de 1998, reporta la Contraloría del Congreso estadunidense, oficiales militares de la emba- jada de Estados Unidos dijeron que "debido a los altos costos operacionales y las restricciones presupuestarias mexicanas la misión del programa UH-1H podía convertirse en un fracaso rotundo".

Fragatas ancladas y aviones C-26 sin el equipo necesario forman parte de lo que este estudio califica de "inversiones inútiles" de la Sedena en su equipo vital.

Es el caso de dos fragatas compradas a Estados Unidos, la Marvin Shields y la US Stein (FF-1065), con un valor de 7 millones de dólares, destinadas para la intercepción de buques y lanchas rápidas de narcotraficantes, que estuvieron dos años ancladas en instalaciones navales mexicanas. Según detalló el Departamento de la Defensa a la Contraloría del Congreso estadunidense, la Armada de México compró las dos fragatas a pesar que su contraparte advirtió que no podrían ser usadas de inmediato. Los cuatro almirantes mexicanos que supervisaron la compra en junio de 1995 pasaron por alto el detalle de que las fragatas no tenían el equipo necesario para evaluar el funcionamiento de sus sistemas de propulsión.

Similar el caso de cuatro aviones C-26 que el Consejo de Seguridad Nacional estadunidense incluyó en el paquete de los 73 helicópteros UH-1H Huey comprados en 1996. Estas naves carecían, en el momento en el que fueron donadas, de los equipos necesarios de vigilancia aérea (con un costo de 12 millones de dólares). Hasta la fecha, los cuatro C-26 siguen en los hangares de la Fuerza Aérea.

La Armada, rezagada

Según datos del gobierno estadunidense, más de 80 por ciento de la cocaína sudamericana (608 toneladas) son enviadas a Estados Unidos. De éstas, 234 toneladas viajan a través del Pacífico oriental, 264 por el Caribe occidental y 110 por el Caribe oriental. Los envíos son directos a través de buques que navegan las aguas clandestinamente o por medio de paquetes bombardeados en algún punto intermedio en Centroamérica, donde son recogidos por lanchas rápidas. A pesar del predominio del tráfico marítimo, el equipamiento de la Armada de México es el eslabón más débil, más rezagado aun que el del Ejército y la Fuerza Aérea.

Esto fue admitido incluso por el secretario de Marina, almirante José Ramón Lorenzo Franco, en su discurso más reciente. Los planes de inversión en este rubro sólo son aún un proyecto.

El informe señala que la mayor parte de la flota de la Armada de México tiene más de 40 años de antigüedad, y consta de tres destructores de origen estadunidense, seis fragatas (dos de ellas recientemente compradas a Estados Unidos que permanecieron sin usar casi dos años) y 43 buques cañoneros con plataforma para helicópteros. La Armada sólo posee cuatro botes patrulla extra-rápidos de la clase Isla, similares a los usados por los narcotraficantes, y 45 botes de patrullaje costero.

Otros de los puntos subrayados por los legisladores perredistas es que la operación de los Grupos Anfibios de Fuerzas Especiales del Ejército (para los que se compraron 144 embarcaciones ligeras capaces de desarrollar 55 kilómetros por hora y dotadas con dos motores de 200 caballos de fuerza cada uno), en la franja costera y hacia el interior del mar territorial mexicano, es una "invasión a las funciones" de la Armada, según su Ley Orgánica.

La investigación pone en duda la eficacia de la acción de la Fuerza Aérea para sellar el espacio aéreo a la penetración de aviones ilegales. "Hasta la fecha no se tiene conocimiento de que aviones de combate pertenecientes a la Fuerza Aérea Mexicana hayan obligado a aeronaves ilícitas a descender", ni se sabe que hayan sido detenidos narcotraficantes aéreos mediante la amenaza del derribamiento.

Moral deteriorada, según el PRD

En otro de sus capítulos, la investigación apunta que la formación de los militares mexicanos no es adecuada para funciones de policía antinarcóticos. "El adoctrinamiento y adiestramiento militares enfatizan aspectos de carácter patriótico y conductas morales que destacan el valor, el honor, la lealtad y el espíritu de cuerpo, cuyo fin reside en la defensa de la patria desde el punto de vista militar, no policiaco".

El adiestramiento recibido por los oficiales del Ejército y la Fuerza Aérea en la Escuela Superior de Guerra no es adecuado para hacer frente al tráfico de drogas, "que en sus distintas modalidades debe ser atacado con tácticas y estrategias netamente policiacas".

Los sueldos en el medio militar tampoco contribuyen a reforzar una moral alta en el combate al narco, ya que su bajo nivel (un soldado raso de ingreso reciente en el Ejército gana mil 800 pesos; un general de división se retira con 5 mil 800 mensuales) "facilita la infiltración y el soborno."

Para ilustrar lo que los perredistas llaman "deterioro de la moral" militar, existe ųseñala el informeų una "sobresaturación" de funciones operativas, ya que las fuerzas armadas realizan actividades contrainsurgentes en diferentes estados, hacen campañas de forestación y extinción de incendios, auxilio en casos de desastres, labor social, tareas dentro de la PGR y anteriormente en la Secretaría de Seguridad Pública del DF, además de la lucha contra el narcotráfico. Todo esto "ha desgastado considerablemente a la institución y ha generado un grave sentimiento de descontento en el interior de sus filas."

Contra los brotes guerrilleros

Según los datos del PRD, del total de 170 mil elementos del Ejército, 40 mil se encuentran desplegados en la llamada Fuerza de Tarea Arco iris en Chiapas. Otros 30 mil están en labores similares en Guerrero y Oaxaca. Alrededor de 50 mil efectivos son tropas administrativas. Sólo quedan 50 mil soldados que no solamente combaten la producción y el comercio de enervantes, sino cubren todas las demás tareas.

El estudio detalla la situación de la península de Yucatán ųpuerta del Caribe, una de las principales rutas de la cocaínaų como ejemplo de lo anterior. En la 10 Región Militar se cuenta con 3 mil 600 efectivos. De éstos, mil 800 están asignados a la Directiva Azteca, el plan surgido del Estado Mayor de la Defensa Nacional. Estos cubren puntos específicos en las principales carreteras, aeropuertos y franja costera, en un despliegue típicamente militar, descuidando las zonas alejadas donde opera principalmente el narcotráfico.