n Reportan que en 1997 comenzó el déficit de fondos


Desconcierto de académicos por la cancelación del plan UNAM-BID

María Esther Ibarra/II y última n Académicos y directivos de facultades e institutos de la Universidad Nacional Autónoma de México manifestaron su descon- cierto y angustia por la paralización del Programa UNAM-BID, cuyos fondos consideraron de vital importancia para no dejar truncados proyectos de investigación, formación de recursos humanos y mejoramiento de la docencia.

De 1994, año en que arrancó ese programa, a 1998, la distribución de los recursos ųen dólaresų producto del crédito con el BID ha tenido el siguiente comportamiento: en el primer año, la inversión anual prevista fue de 56 millones, y la realizada, de 28 millones 300 mil; en 1995, la relación fue de 87 millones contra 34 millones 600 mil; en 1996, fue de 67 millones frente a 30 millones 500 mil.

En 1997 comenzó el déficit de recursos, pues de una inversión anual prevista de 20 millones 500 mil, la realizada se incrementó a 24 millones 600 mil; y para 1998 no se presupuestó inversión, pero la efectuada alcanzó los 28 millones 800 mil.

En información proporcionada por el coordinador del Programa UNAM-BID, Juan José Sánchez Rueda, se plantea que no obstante el distinto grado de avance en obras de construcción, las facultades con edificaciones en riesgo de quedar inconclusas son:

Psicología, con un edificio de más de 6 mil metros cuadrados para investigación y posgrado. El grado de avance es de casi 84 por ciento, pero requiere recursos hasta junio del presente año.

En la de Medicina, Veterinaria y Zootecnia, una nueva biblioteca de 3 mil 300 metros cuadrados; apenas la obra se ha avanzado en 29 por ciento y también en julio próximo se contaba con que estuviera operando.

En la Facultad de Estudios Superiores de Cuautitlán (FES-C), un laboratorio experimental multidisciplinario y un biotero tenían presupuestados recursos para concluir en el presente mes ambas obras.

Las instalaciones de San Pedro Mártir, en Baja California, del Instituto de Astronomía, quedarán a la mitad, pues el avance es de 59 por ciento y la necesidad de recursos se proyectó para mayo del presente año.

En el Instituto de Fisiología Celular, la construcción del edificio de neurociencias exige la conclusión de 20 por ciento de la obra, cuya terminación se fijó para julio próximo.

El Instituto de Biología, en su segunda etapa del inmueble de zoología y botánica, sólo lleva un avance de casi 24 por ciento, y la partida presupuestaria se extendería hasta septiembre.

Una de las más afectadas es la Facultad de Ciencias, cuya construcción es la más grande del Programa UNAM-BID. El edificio de docencia en ciencias experimentales, que se construye en una área de 16 mil 165 metros cuadrados, equivale a las dimensiones actuales de la propia facultad. El avance es de 54 por ciento y su conclusión se estima hasta enero del 2000.

Germán Jaber, responsable de conducir el proyecto en esa facultad, explica que la edificación comenzó en 1994, pero debido a "cambios y adecuaciones en los programas académicos" ha habido tres proyectos distintos de construcción. Esto, argumenta, porque en ese año no existían los nuevos planes de estudios de la carrera de biología.

Evidentemente dichas modificaciones, indica, repercutieron en el presupuesto inicial, dado que la obra se "suspendió alrededor de un año y medio y su reanudación implicó costos". Según Jaber, el Programa UNAM-BID, "en general también fue suspendido por directrices presidenciales, cuando el país decidió no endeudarse más".

Jaber informa que en mayo del año pasado se volvió a echar a andar el proyecto, cuya construcción está a cargo de la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA). "Tenemos la idea que hay recursos, pero cuando deje de haber lana, pues tendremos que volver a esperarnos otros dos años y necesitaremos más dinero".

Por otra parte, dice, hay un contrato con la constructora, y sería "terrible que no hubiera ya recursos".

En términos académicos es "todavía más terrible, porque en el caso del departamento de biología los investigadores trabajan en condiciones de saturación inadmisibles. El espacio para los estudiantes está al borde la sublevación. Además, el nuevo plan de estudios para los biólogos está concebido junto con el nuevo edificio".

Si bien la situación en la Facultad de Química no es tan apremiante, su director Enrique Bazúa Rueda informa que falta que les cubran un millón de dólares para equipo diverso. También se tiene proyectada la construcción de un edificio destinado para mejorar las condiciones de los estudiantes. Lena Ruiz, secretaria académica de la facultad, plantea que la cancelación del plan UNAM-BID detendrá proyectos fundamentales, que permitirían a la máxima casa de estudios del próximo milenio "estar apenas alcanzando niveles que debería tener una universidad nacional".

Tras indicar que desde hace algunos años ha habido "retraso" en la otorgación de las partidas presupuestarias por ese programa, asegura que en caso de no obtener los recursos vía UNAM-BID, habrá que buscar fuentes alternas de financiamiento. Bazúa Rueda afirma que en la Facultad de Química se integró un patronato para ese fin.

En el Instituto de de Geografía se tiene la esperanza de contar con los fondos previstos para equipo, dado que recientemente se terminó de construir una ampliación del inmueble. Para febrero, una segunda etapa registraba un avance de 40 por ciento.

La afectación se extiende al área de la docencia, pues el plan UNAM-BID también tiene como objetivos específicos mejorar las disciplinas de las ingenierías, ciencias exactas, naturales, agropecuarias y de la salud; elevar la eficiencia terminal de las escuelas del bachillerato y de las carreras de licenciatura correspondientes a las disciplinas científicas y tecnológicas, "manteniendo aproximadamente constante la matrícula total de la universidad en dichos niveles".

También, aumentar la matrícula de posgrado de la UNAM en las mismas áreas científicas y tecnológicas; mejorar los índices de aprobación y de aprovechamiento en los tres niveles de estudio; reducir la deserción escolar y reorientar la composición de la matrícula de primer ingreso a la licenciatura.