n Ex enviado especial de Bill Clinton para AL
Otorga el Presidente el Aguila Azteca a Thomas McLarty
Rosa Elvira Vargas n El presidente Ernesto Zedillo condecoró ayer con la Orden del Aguila Azteca, en grado de insignia, a Thomas McLarty ųex jefe de la Oficina y ex enviado Especial para América Latina del mandatario de Estados Unidos, Bill Clintonų, al considerar que el político "siempre ha desplegado una actitud abierta hacia México, orientada por el respeto, el diálogo y la amistad'', y ha contribuido a crear el "nuevo entendimiento'' que hoy existe entre los dos países.
Para la ocasión se preparó una ceremonia en el salón Venustiano Carranza de Los Pinos, a la que asistieron invitados de la talla de Gabriel García Márquez; los ex embajadores de Estados Unidos en México, James Jones y John Gavin; el empresario Lorenzo Zambrano, y los secretarios de Gobernación, Francisco Labastida; de Comercio, Herminio Blanco; de Energía, Luis Téllez, y de Comunicaciones y Transportes, Carlos Ruiz Sacristán, así como el actual representante de Estados Unidos en México, Jeffrey Davidow, y familiares de McLarty, entre otros.
Una vez que, no sin cierta dificultad y con el auxilio de su esposa Nilda Patricia Velasco y del embajador Pedro González Rubio, colocara la medalla a McLarty, el presidente Zedillo se refirió al "buen amigo'' de México, como quien sabe bien que las relaciones entre países de "distinta riqueza y poderío, de culturas diferentes, son siempre complejas''. Precisó sin embargo que se trata de vínculos en los que no debe haber "simplificaciones, prejuicios ni recriminaciones y en las que debe predominar un espíritu abierto, una actitud invariablemente constructiva y un afán de genuina cooperación.
Y al aceptar la distinción, Mack McLarty aseguró que los mexicanos están construyendo una democracia moderna, contemporánea, próspera, "que funciona'', y por la cual constituyen un ejemplo para el resto del mundo, "para que lo puedan admirar''.
Admitió que evidentemente la realidad del nuevo pluralismo no siempre puede ir de acuerdo o estar a la altura de la retórica. "La política ųcontinuóų puede involucrarse en cuestiones sucias, la discusión puede ponernos a prueba y las asociaciones pueden hacer que el progreso sea más lento, como nosotros sabemos, al norte de esta frontera''.
Pero México, dijo el también empresario, no eligió ese camino porque hubiese pensado que sería sencillo o fácil, sino porque sabía que era el camino correcto y sabía que estaba a la altura de esa tarea.
Ernesto Zedillo había apuntado a su vez que personas como McLarty están conscientes de la dimensión y la complejidad de las relaciones entre México y Estados Unidos, mismas que cada año comprenden cientos de millones de cruces legales interfronterizos y miles de millones de dólares de intercambios comerciales.
Una relación, añadió el mandatario, que implica desafíos compartidos en campos tan diversos como el medio ambiente, la salud y el intercambio tecnológico y problemas comunes tan graves como la amenaza del narcotráfico.
"Esa relación está fincada hoy en un nuevo entendimiento, al que Mack ha sabido aportar sus conocimientos, su experiencia, su habilidad y su simpatía personal'', dijo Zedillo y confió en que el otrora poderoso político de la Casa Blanca "seguirá trabajando duro en la promoción de una genuina amistad hemisférica''.
La empatía que ambos personajes comparten quedó también manifiesta en el discurso de aquél, al considerar que el avance de la relación entre México y Estados Unidos "no hubiese sido posible sin contar con el liderazgo del presidente Zedillo, un hombre de enorme valor y de grandes principios, a quien respeto enormemente''.
Destacó la asociación "más madura y dinámica'' que hoy existe entre los dos países, pues comparten cada vez más valores, intereses y una visión común del futuro. Ambos entienden además que pueden alcanzar mucho más estando juntos que lo que cualquiera podría lograr por su parte, solo.
"En años recientes ųafirmóų hemos puesto a trabajar nuestra asociación para bien de nuestros pueblos. Nuestro comercio se encuentra en auge; nuestro medio ambiente es más limpio. Estamos creando buenos empleos y combatiendo el narcotráfico, en drogas y en armas que amenazan a nuestras comunidades y a nuestros ciudadanos. Y estamos dándole a nuestros pueblos las herramientas que necesitan para poder entrar con pujanza al siglo XXI''.
Para McLarty, estos esfuerzos trascienden los temarios y las agendas diplomáticas, llegan a tocar y a afectar las vidas de la gente de una manera significativa, positiva. Además, aseguró que el pueblo de México está tomando las riendas del destino y "aferrándose a ellas con las dos manos''. El optimismo, la apertura, son las palabras claves de tales esfuerzos.
El futuro de México, insistió, se encuentra unido en la democracia y en la prosperidad; se refleja en el impulso y la dignidad de este pueblo, "que es tan apasiona- do, tan apasionante y tan rico como su cultura; y un futuro que es tan fuerte como su destino''.