n Afiliados al SME enfrentaron al asesor de Téllez


Advierten sindicalistas de AL contra la privatización eléctrica

Fabiola Martínez n Sindicalistas de Argentina, Chile y Brasil alertaron que, ''invariablemente'', las privatizaciones en el sector eléctrico conllevan incremento de tarifas, despido de trabajadores, empleos precarios y un negocio redondo, ''pero sólo para un pequeño grupo de 12 o 14 grupos empresarios que se adueñan del patrimonio nacional''.

Por ello convocaron a los electricistas mexicanos y a los usuarios en general a conformar un frente internacional contra la privatización de este sector.

El centro de convenciones del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social fue insuficiente para dar cabida a miles de afiliados al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), quienes enfrentaron a José Luis Aburto Avila, asesor del secretario de Energía, al unísono de: ''šEntiende Zedillo: la patria no se vende!''.

Inútil resultó el llamado al orden de la dirigencia del SME que, desde su lugar, frente del auditorio, intentaba apaciguar los ánimos de los electricistas. Unos alzaban las manos, otros pedían silencio, pero los trabajadores no resistieron la oportunidad de lanzar toda clase de consignas en contra del argumento oficial.

Apretujados unos contra otros, los trabajadores escucharon con atención las experiencias de los sindicalistas latinoamericanos. Cuando se anunció la ponencia del funcionario sólo espetaron algunas frases, pero conservaron, en principio, la formalidad del Foro de Análisis de las Privatizaciones en el Sector Eléctrico, convocado por el SME.

Aburto Avila, flanqueado por los dirigentes de Argentina y Chile, tomó el micrófono y explicó que ese tipo de eventos respondían al llamado del presidente Ernesto Zedillo para contribuir a un ''examen abierto, teniendo siempre el interés fundamental de la nación''.

Reiteró que el país requiere una inversión de 250 mil millones de pesos para garantizar la demanda de energía eléctrica para los próximos años y enfrentar con éxito los cambios tecnológicos, principalmente derivados del avance de la computación, y el crecimiento demográfico.

Dijo que el actual esquema de apertura a la inversión privada en el área de generación no será suficiente para atender la demanda, por lo que restringir los niveles de inversión redundaría en una situación ''inconveniente''.

El asesor del secretario de Energía insistió en que la iniciativa de Zedillo para permitir la inversión de las empresas particulares ''reafirma la rectoría del Estado, la electrificación y subsidios en las zonas populares y la regulación de la industria eléctrica''.

Fue entonces cuando señaló que ''el gobierno velará por completo por los derechos de los trabajadores de Luz y Fuerza'', lo que provocó la ira de los electricistas quienes se levantaron de su asiento, alzaron el puño y empezaran a gritar consignas a todo pulmón. Todos, mirando al centro del presídium, todos, enfurecidos contra el representante oficial.

El funcionario esbozó una leve sonrisa, se limpió la nariz, terminó su ponencia y se retiró del auditorio.

Luego, el presidente de la comisión de Energéticos de la Cámara de Diputados, Sergio Benito Osorio, dijo que la verdadera intención del gobierno es recaudar los fondos necesarios para cubrir el hoyo del déficit de la cuenta corriente y de los pagos al exterior. ''El diagnóstico de Ernesto Zedillo juega con cifras; no se sostiene''.

Por ello, dijo que una alternativa viable para evitar la privatización es dotar de autonomía financiera a LFC y CFE, así como reinvertir en este sector las utilidades de las paraestatales.

Ya sin el asesor de Luis Téllez, José Antonio Almazán, representante del SME, rabatió las cifras y los argumentos de la iniciativa presidencial. ''El SME sí defiende el 'anacrítico y obsoleto' concepto de soberanía vertido en la Constitución; el SME sí defiende las llamadas 'canonjías' de nuestro contrato, sencillamente porque son los legítimos derechos recogidos en más de 80 años de lucha y a eso, a eso no vamos a renunciar'', expresó.