n Raíces gitanas, un espectáculo puro de ese género con dos de sus exponentes


Un flamenco que sale del alma, más allá del quejío y el taconeo, en el FCH

n Lo que ahora se hace es aflamencá, dice el cantaor Rancapino n El Güito, un auténtico bailaor

Thelma Gómez Durán, especial para La Jornada n En el espectáculo Raíces gitanas el baile flamenco también estará presente con Eduardo Serrano, El Güito, quien estará acompañado de la primera bailaora Manuela Heredia, así como el cuerpo de baile conformado por Cecilia Lizcano, María Paz Lucena, María Dolores Mayo, José M. Tellez, Alfonso López y Raúl Fernández.

En la parte musical, el cante estará a cargo de Antonio Jiménez, Leo Treviño y José Jiménez; en las guitarras Juan Serrano y José Santiago y en la flauta Pedro Corona.

Al igual que Rancapino, El Güito es un defensor a ultranza de la pureza del flamenco: "Llevo dos años con este espectáculo. Estuve hace un año en París, donde lo presenté en forma conjunta con Carmen Linares y tuvimos mucho éxito, porque es un espectáculo muy variado, agarramos casi todos los palos del flamenco. Toda la raíz del baile es puro flamenco. Aquí no buscamos ninguna comercialidad (sic), es lo verdadero, un flamenco que no es para galería, sino que es una cosa más pura".

Así habla el bailaor que deja de ver, por unos minutos, el partido del Real Madrid para poder conversar vía telefónica.

De sangre gitana, El Güito debutó como bailaor profesional a los 14 años en la Compañía de Pilar López, al lado de Antonio Gades, Mario Maya, Curro Vélez y Alberto Portillo en el Theatre Palace de Londres. En los sesenta forma su propio grupo y actúa en las salas de fiesta más importantes de España, diez años después se integra al famoso Trío Madrid al lado de Carmen Mora y Mario Maya, además actúa como bailaor invitado en la Compañía de Manuela Vargas, con la que realiza una gira mundial.

Ahora, con toda la experiencia que brindan los años, Eduardo Serrano El Güito dedica gran parte de su tiempo a impartir clases de baile en su propia academia, donde comparte con los futuros bailaores los secretos del ritmo y el compás del flamenco, su esencia y la sensibilidad que se requiere para interpretar cada palo del arte andaluz.

"La danza flamenca tiene que ir como va la vida. Claro que se tienen que hacer novedades, pero sin perjudicar al verdadero flamenco que se expresa en sus guitarras, cantaores y palmeros, para después darle forma al baile. Yo soy una persona que cuando me están cantando por soleá le estoy bailando al cantaor y ahora no se baila a éste, se baila para sí mismo con un exceso de zapateado y bailes larguísimos, olvidándose de la conexión entre el baile, la guitarra y el cantaor".

Este comentario hace referencia directa a bailaores como Antonio Canales y Joaquín Cortés, quienes han mostrado al mundo un flamenco fusionado con otras danzas y expresiones artísticas. Efectivamente, su baile se caracteriza por un zapateado rapidísimo, lleno de matices rítmicos.

"No soy el más adecuado para decir algo sobre mis compañeros. Ellos están viendo de otra forma la danza, salen con muchos músicos, violines, flautas, bajos, batería, cajón y la han variado un poco. A mi parecer tienen otros sentido del baile a diferencia del que yo tengo, ellos abusan

mucho de los pies y olvidan un poco los brazos, la cabeza, la estética, es otra forma de pensar y de bailar.

"El baile flamenco ha perdido su esencia por ese abuso. Pero yo creo que esta nueva forma de baile durará unos cuantos años y después se volverá a lo tradicional. Lo puro del flamenco es salir con tres guitarristas y tres cantaores, no salir con violines ni bajos ni bateristas; en segundo lugar, si bailo soleá es bailar soleá y bailarle al cante, y si bailo por alegría que sea en verdad una alegría, porque ahora bailan por soleá y es igual que una alegría o una bulería, no hay diferencia de bailes, todo es lo mismo".

A pesar de estas diferencias, El Güito acepta que gracias al trabajo de estas nuevas generaciones de bailaores y músicos, el flamenco vive un boom, una revitalización que lo ha llevado a conquistar a un público cada vez más interesado en conocer los secretos de su rítmica, de la sensualidad y fuerza que llevan inmersas la danza y la música flamenca.

"El flamenco se ha revalorizado muchísimo, ahora los teatros se llenan y el arte está en una categoría máxima, antes era el tablao flamenco y las compañías folklóricas, sólo se veía como un folklore gitano, era para una minoría, ahora ya se le ve como un arte".

A El Güito se le considera el maestro de la soleá, ya que hace de ella un baile fuerte y masculino, por lo cual figura en todos los anales del flamenco, además de que ha creado espectáculos dancísticos que han sido reconocidos por los especialistas, como el que realizó hace seis años titulado Elegía a Carmen Amaya.

En sus presentaciones en México, El Güito y compañía abordarán la esencia del flamenco, con el programa siguiente: Tangos, Farruca, Soléa por bulería, Seguiriya y martinete, Bulerías, Alegrías, Soleá, y Final de Fiesta.

Raíces gitanas, flamenco puro con Rancapino y El Güito, se presentará el viernes 5 de marzo en el Teatro Metropólitan, a las 20:30; el sábado 6 en la Biblioteca Nacional de Educación, a las 21:00, y el domingo 7, en la Plaza de Santo Domingo, a las 20:00, todo en el marco del 15 Festival del Centro Histórico.