Armando Gómez Puyou
Diseño de una cura contra las enfermedades de Chagas y del sueño
Elaborar un medicamento contra los padecimientos que nos aquejan es un proceso largo y difícil. Sin embargo, un grupo interdisciplinario de investigadores, entre los que se encuentra el doctor Armando Gómez Puyou ųen el área bioquímicaų, dedican sus esfuerzos para alcanzar el diseño de una molécula que ataque ciertas enzimas de organismos dañinos para el ser humano, específicamente los del mal de Chagas, frecuente en Latinoamérica, y la enfermedad del sueño, recurrente en Africa.
Gómez Puyou (San Luis Potosí, 1934), investigador emérito del Instituto de Fisiología de la UNAM, estudia los aminoácidos no conservados de una enzima particular en los parásitos que provocan esos padecimientos. Su propósito es construir una molécula que ataque la enzima sin afectar nuestro organismo y así tener la base para el diseño de un fármaco menos agresivo y tóxico de los que ya existen.
El punto en el cual pretende incidir el investigador son las enzimas ųmoléculas que químicamente se clasifican como proteínasų, estructuras muy complejas formadas por 20 aminoácidos diferentes, y su función depende del número que se encuentre en una proteína (a veces se repiten y alcanzan entre 100 y 500 aminoácidos) y de cómo se organicen.
"Todos los organismos tienen enzimas. Casi todas ellas se han conservado en la escala evolutiva y se encuentran en organismos tan pequeños y primitivos como las bacterias, o tan complejos como el hombre. Sin embargo, la evolución también ha traído cambios en las proteínas, ocasionando variaciones que aparentemente no alteran su función. Esos cambios han ocurrido en los aminoácidos que forman las proteínas, llamados no conservados, y de ahí partimos en esta investigación.
"Nuestra hipótesis de trabajo fue que tal vez uno o algunos aminoácidos no conservados fueran críticos para la función o estabilidad de la proteína. Sobre esa base, tratamos de diseñar moléculas que reconozcan una zona en la enzima de organismos no deseables y la inhiban, sin que ello ocasione efectos dañinos en el hombre."
La enfermedad de Chagas la causa un parásito que penetra en el ser humano después de la picadura de un insecto llamado triatomas. El mal no presenta síntomas graves al principio, pero después de cierto tiempo puede invadir el corazón, el intestino y el bazo, ocasionando muchos daños. La enfermedad del sueño también se adquiere por la picadura de un insecto. Después de una etapa de relativo bienestar, el parásito llega al cerebro y la gente se vuelve letárgica y se mueve con dificultad.
Gómez Puyou, médico cirujano y doctor en bioquímica por la UNAM, refiere que en Latinoamérica hay unos 20 millones de personas que de una forma u otra están infectadas con el Trypanosoma cruzi ųparásito causante de la enfermedad de Chagasų y que pueden padecer el mal. En Africa son varios miles de personas afectadas por el Trypanosoma bruzei y tienen la enfermedad del sueño. En México, destaca, la de Chagas no es tan común como en Brasil, en Centroamérica, Uruguay y Argentina, pero existe, principalmente en Guerrero, Chiapas y otros estados del sur.
"Gracias a técnicas muy avanzadas, como la cristalografía de rayos X ųreseña Gómez Puyou, quien ha obtenido numerosas distinciones nacionales e internacionales en el área de investigaciónų, podemos ver dónde está colocado cada uno de los átomos de las proteínas. A partir de ahí es posible conocer su estructura con mucha precisión y fabricar moléculas que inactiven en el lugar adecuado."
Anteriormente, el doctor Gómez Puyou se dedicó por muchos años a entender cómo la energía en forma de alimento dentro de los seres vivos se transforma en energía utilizable, es decir, en ATP (adenosin trifosfato). La pregunta sobre la cual trabajó el investigador fue cómo se sintetiza el ATP cuando hay oxidación. Actualmente, es su esposa, la doctora Marietta Tuena, quien continúa esa línea de investigación. Ahora, "el corazón del investigador" se encuentra con el grupo de trabajo que espera poder incidir en la cura de las enfermedades ocasionadas por los citados parásitos. (Mirna Servín) (Fotos: Carlos Cisneros)
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