n Norberto Rivera: la Iglesia, obligada a denunciarlos
Persisten el abuso sexual y la "prepotencia masculina"
José Antonio Román n En una homilía destinada esencialmente a describir la situación que vive la mujer en la sociedad, el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, señaló que la Iglesia católica tiene la obligación de denunciar la discriminación, el abuso sexual y la prepotencia masculina que aún persisten.
Ni la Iglesia ni nadie que forme parte de ella, dijo, puede aceptar las nuevas formas de marginación que vive la mujer en una sociedad consumista y hedonista en la que se le transforma en objeto.
En su acostumbrada homilía dominical y ante cientos de feligreses que ayer a mediodía se dieron cita en la Catedral Metropolitana, el cardenal Rivera señaló que se debe ayudar a las mujeres a tomar parte activa y responsable en la vida y misión de la Iglesia, pero también se ha de reconocer la necesidad de la sabiduría y cooperación de las mujeres en las tareas directivas de la sociedad.
De acuerdo con las enseñanzas del Evangelio, la Iglesia católica de América se siente comprometida a intensificar su preocupación por las mujeres y a defenderlas de modo que la sociedad ayude más a la familia fundada en el matrimonio, proteja más la maternidad y respete más la dignidad de todas las mujeres.
Rivera Carrera aprovechó este mensaje del tercer domingo de Cuaresma para reiterar la posición de la Iglesia acerca de la política poblacional, y calificó de "abominables" la esterilización y el aborto, a veces programadas para las mujeres más pobres y marginadas.
Destacó que la Iglesia está llamada a acercarse a toda mujer para ofrecerle salvación, dignidad y nuevas perspectivas de vida, y nunca para que sea víctima de la violencia física y psicológica, ya sea a nivel intrafamiliar o en su centro de trabajo.