n Confía López Obrador en una salida legal al conflicto


Partió de Guerrero, rumbo al DF, el Exodo por la democracia

La Jornada /El Sur, Zumpango del Río, 7 de marzo n Alrededor de 15 mil perredistas iniciaron hoy el Exodo por la democracia a la ciudad de México, con el objetivo de exigir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y al presidente Ernesto Zedillo, que se "limpie la elección de gobernador y se esclarezca el asesinato" del dirigente perredista Aurelio Peñaloza García.

Con una marcha previa por las principales calles de la capital del estado, los marchistas definieron que Félix Salgado Macedonio "es gobernador". El propio presi- dente nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador, así lo consideró, y en entrevista exhortó a Zedillo "a no insistir en pisotear el derecho y la voluntad del pueblo; porque de todas maneras no permitiremos la imposición: quien ganó fue Félix Salgado Macedonio".

Aunque López Obrador afirmó que esperarán la resolución del Trife con movilizaciones pacíficas en la ciudad de México, por otro lado afirmó categórico que no piensa "concertacesionar" con el gobierno y el PRI, porque esperan una salida legal al conflicto poselectoral.

Mientras que Félix Salgado, en coincidencia con López Obrador, aseveró que rebasaron las expectativas y encontró este día "entusiasmo y ganas de hacer valer la dignidad popular".

Refrendó la decisión de los perredistas guerrerenses de no permitir que "los caciques Rubén Figueroa Alcocer, Angel Aguirre Rivero y René Juárez Cisneros se burlen del voto, y no permitirán un gobierno emanado del fraude electoral".

Esta vez los perredistas no hicieron mitin frente al palacio de gobierno, porque las bases perredistas solicitaban el autógrafo de Félix Salgado y se desbordaban tratando de saludarlo. Pero el desorden se intensificó cuando alguien dijo que llegaba López Obrador.

Entonces, el dirigente nacional indicó a Félix Salgado que podrían dar arranque al éxodo. Así fue, pero con más entusiasmo que orden. Así llegaron hasta la cabecera del municipio de Eduardo Neri, Zumpango, a unos 15 kilómetros de esta capital.

En Chilpancingo quedó una comisión encargada de preparar la Expo-fraude electoral 1999, que habrá de dar a conocer a la población las estrategias utilizadas por el PRI para comprar el voto. En la exposición se exhibirán despensas, juguetes, balones, sombreros, gorras, fotografías, videos y testimoniales de gente que recibió dinero a cambio de votar por el PRI.

Marcharon junto a López Obrador sus compañeros dirigentes nacionales Rafael Hernández, Eduardo Espinoza, Asa Cristina Laurell, Raquel Sosa y Cuauhtémoc Sandoval, así como el dirigente nacional de PRT, Rodolfo Chávez, y por el PT el líder local Severiano de Jesús Santiago. Estuvieron presentes los miembros de la dirigencia estatal encabezados por su presidente Octaviano Santiago Dionicio.

De los diputados federales asistieron Bonfilio Peñaloza García, el hermano de Aurelio, siempre enmedio de López Obrador y Félix Salgado; Pioquinto Damián Huato, Victoria Peñaloza, Pablo Sandoval y Alberto López Rosas.

Por los alcaldes perredistas se vio al de Iguala, Lázaro Mazón Alonso; el de Metlatonoc, Agustín Meléndez Vázquez; y el de Ciudad Altamirano, Víctor Mojica.

A la una de la tarde los perredistas iniciaron el Exodo por la democracia, fundidos en un solo grito: "El pueblo votó y Félix ganó"; o de coraje, como el de "René, Soruyo, el pueblo no es tuyo". Aunque con este inicio también se dio la guerra de cifras.

La Policía Federal de Caminos dio a conocer que marchaban alrededor de 4 mil; "los orejas de Gobernación", como los llamó López Obrador, 10 mil; la dirigencia estatal perredista informó, con base en sus registros, que habían rebasado los 20 mil; pero periodistas y la delegada en el éxodo del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, Raquel Sosa, señalaron que partieron de Chilpancingo unos 15 mil.

Zumpango fue el lugar en donde se cumplió la primera etapa de la caravana hacia la ciudad de México, en donde ya noche pernoctaron los marchistas. También fue el lugar donde López Obrador y Félix Salgado dirigieron los primeros discursos.

En la plaza de Zumpango, López Obrador manifestó la disposición de la dirigencia estatal de luchar junto a los guerrerenses "hasta hacer valer la democracia"; a todos les recomendó "no caer en la provocación, porque nos mueve el principio de la no violencia".

En el mitin el dirigente nacional, enterado que la PGR atrajo la investigación del líder perredista de Zirándaro, Aurelio Peñaloza García, exigió se indagara sobre el móvil del "asesinato político".

También instó al presidente Zedillo "a no continuar pisoteando la voluntad popular e imponer a René Juárez, ante el riesgo de provocar un conflicto mayor".

López Obrador aprovechó la ocasión para dar el primer regaño del éxodo; esta vez fue para todos, al percatarse del desorden con el que se inició la marcha.

Recomendó marchar de tres en tres, para no obstruir la carretera y causar molestias a terceras personas. Demandó de la Policía Federal de Caminos protección a los caminantes, pero también les pidió no interrumpir el paso de los vehículos. Y para que no quedara duda de su amonestación, dijo que aquellos que no acataran las indicaciones serían considerados "orejas de Gobernación o priístas infiltrados".

Por su parte, Félix Salgado reconoció el cumplimiento de la expectativa al reunirse "más de 20 mil perredistas". Reiteró su llamado al Tribunal Federal Electoral de apegarse a derecho al emitir su resolución, porque de lo contrario perdería prestigio y causaría desconfianza para acudir al proceso electoral del año 2000.

Manifestó que aunque el fallo del Trife sea desfavorable, no permitirán "la usurpación, porque René Juárez es un corrupto que se ha enriquecido al desviar los recursos del erario público para sus fines personales".

Luego advirtió al gobierno federal que, de no limpiarse la elección de gobernador, "estarán dando la razón a la gente que tomó otras vías para luchar por el cambio", en referencia a los grupos armados.

Sobre el éxodo, refirió que hace 5 mil años, de acuerdo con La Biblia, Moisés liberó a su pueblo Israel del poder de los faraones, y que esta vez cruzarían "desiertos y el mar Rojo, para liberar al pueblo de Guerrero de los faraones, como el gobernador con licencia Rubén Figueroa Alcocer, y el interino Angel Aguirre Rivero, así como el que pretende ungirse, René Juárez Cisneros".

De la votación, Salgado Macedonio señaló que esta movilización refrendaba que el pueblo le dio "el voto de la razón, de la dignidad y el cambio; y a Juárez Cisneros el voto de la masa Minsa, el aceite rancio y el frijol picado". Por eso afirmó por enésima vez que no permitirá que el priísta Juárez Cisneros llegue a la gubernatura.

Al terminar el mitin, López Obrador indicó que estaría pendiente del éxodo y que marcharía al lado de los perredistas guerrerenses en algunos de puntos del trayecto a la ciudad de México.

Fue unánime la adopción como "mascota" de un niño que llegó en una minimoto, que al frente llevaba unos cuernos de toro, como para emular la imagen difundida por el PRI en contra Salgado Macedonio, montado en su Harley Davidson y vestido con ropa de cuero negro. Siempre seguido por su papá, el niño fue "rebautizado" como El Torito sin Cerca.

En medio del desorden, los dirigentes nacionales, estatales y Félix Salgado acordaron que en la vanguardia del contingente marchara Acapulco, al ser declarado el puerto como "capital del voto", por la diferencia de más de 20 mil sufragios con la cual se derrotó al PRI. Al frente, por supuesto, "el gobernador".

Luego seguiría la Costa Grande, Costa Chica, Zona Centro, Montaña, Zona Norte y al último Tierra Caliente.