ASTILLERO Ť Julio Hernández López

El jefe Diego está actuando con un extraordinario sentido de los tiempos y las circunstancias políticas. Tomando como punto de referencia el nuevo ciclo que implica en el panismo el relevo de líder nacional, Fernández de Cevallos ha cimbrado la estatua de egolatría con la que Vicente Fox ha opacado al PAN como institución.

En caso de que, al final de sus maniobras actuales, Fernández de Cevallos logre sus propósitos, es probable que hasta sus más apasionados detractores celebren el éxito del barbado panista.

Y es que, embalado como va y engreído como está, Fox y su ultraderechismo simplón, superficial, mercadotécnico, representan un grave peligro hasta para los propios panistas que, de pronto, se han visto desplazados institucionalmente ante el presunto arrastre de un candidato que se siente valioso por sí mismo y que desde hoy desdeña a su partido como fuente de futuro poder.

Frente a esa peligrosa vanidad, el jefe Diego ha actuado con peculiar tino. Como en el judo, ha aprovechado la inercia del contrario para hacerle caer. A sabiendas de que Fox se asume, sin discusión, como el virtual candidato presidencial panista, sin que se haya realizado aún acto de autoridad institucional que legitime tal pretensión, Fernández de Cevallos ha considerado viable que PAN y PRD exploren la posibilidad de presentar un candidato presidencial único que no sea panista ni perredista.

Tal propuesta de don Diego equivale a desmontar la condición de único, indiscutible y necesario candidato presidencial que Fox se ha impuesto a sí mismo. Ni Fox ni Cárdenas, es el mensaje real de Fernández de Cevallos, y tras esa postura va la advertencia al inflado Vicente de que todavía no es el candidato real, por más que hoy aparezca como precandidato único.

Frente a las desbocadas respuestas de Fox (otra jalada de Diego, dijo de primera intención el guanajuatense), ha ido ganando terreno la exigencia de respeto al partido, a su institucionalidad.

Dado que el PAN todavía no tiene candidato, nada obliga a los militantes a no explorar con libertad todo tipo de eventualidades, como las alianzas. Al manifestarse como si fuese ya candidato electo, censurando las pretensiones unitarias, Fox les ha adelantado a los panistas un poco de lo que sería su caracterización en caso de llegar a la Presidencia de la República: don Vicente sería una figura caudillesca, falta de respeto a estatutos e historia de Acción Nacional.

Bueno, tan de fondo es la jugada con la que han exhibido a Fox que, desde ahora, se habla de la posibilidad de que Diego sea "empujado" a buscar la candidatura presidencial, ya sea para asumirla él por segunda ocasión o, siendo congruente con su propuesta de una candidatura neutral, para ponerla al servicio de una alianza panista y perredista encabezada por un candidato que no fuese militante de ninguno de estos dos partidos.

Ejemplos de las bondades de las alianzas

Por el rumbo del PRD, la propuesta unitaria también está sirviendo para abrir caminos. En este caso el beneficiario principal es un partido antaño satanizado por sus presuntos vínculos con el salinismo. En efecto, el Partido del Trabajo se ha convertido en el aliado cómodo del PRD.

Gracias a los pactos entre ambos partidos se allanó el camino a las victorias de Alfonso Sánchez Anaya en Tlaxcala y de Leonel Cota Montaño en Baja California Sur. Por ello, esos mandatarios, y Ricardo Monreal, de Zacatecas, han exhortado al resto de partidos a que sin egoísmos busquen alianzas electorales.

La propuesta de esos tres gobernadores les permitirá, además, seguir adelante en su lucha al interior de la selva de grupos, facciones y pasiones que conforman al PRD, llevando así los tres una propuesta unitaria que, aun cuando no llegase a formalizarse en ese nivel externo, sí les permitirá abonar el camino para priístas que sean invitados a aliarse con el partido del sol azteca.

La propuesta de Cárdenas

Uno de los argumentos con los que Vicente Fox ha eludido entrarle a fondo al asunto del candidato opositor único es que, a su decir, no se han dado detalles de la manera como se elegiría a tal personaje.

Mientras se precisan tales procedimientos, el guanajuatense ha preferido manifestarse con energía contra tal posibilidad.

Ayer, Cuauhtémoc Cárdenas adelantó algo con lo que Fox podría ir tomando definiciones más claras: primero, una plataforma común y un programa de trabajo; luego, someterlo a una elección primaria en la que los votantes elegirían al aspirante cuyas propuestas más les satisfacieran.

El voto del miedo

En Puebla, el diputado perredista Gilberto López y Rivas ha reiterado la percepción de que el conflicto zapatista ha sido mantenido en rehén por el gobierno federal para usarlo en las elecciones del 2000 e inducir el llamado voto del miedo.

Ya en 1994 las cuentas priístas fueron bien servidas por ese mecanismo intimidatorio, al grado de que el partido tricolor recibió una importante cantidad de votos reales, gracias a la preocupación extrema de ciudadanos que ante las crisis prefirieron lo malo por conocido que la alternancia por conocer.

En los distintos escenarios de análisis que elaboran los genios del gobierno se considera al zapatista un conflicto que no resolverá la actual administración y que, en todo caso, formará parte sustancial del discurso electoral del 2000: del lado perredista, la defensa de un tema que será usado en su contra para volver a asociar al partido del sol azteca con la violencia política; del lado priísta para prometer paz, estabilidad y rechazo a las polarizaciones.

Balas perdidas en el Campo Militar número 1

No puede dejarse de lado la denuncia presentada por Alejandro Gallardo, hijo del general José Francisco Gallardo, luego de que una bala calibre 45 pasó a metro y medio de su persona el domingo recién pasado, en el interior del Campo Militar número 1.

Alejandro jugaba tenis con su hermano Marco Vinicio y con su padre José Francisco en las canchas de las instalaciones donde este último sufre cárcel a causa de un proceso que ha sido calificado como injusto y violatorio del estado de derecho por diversas instituciones internacionales de derechos humanos, que inclusive consideran al general Gallardo un auténtico preso de conciencia, es decir, alguien encarcelado por sus ideas.

Luego de impactarse en una barda, según la declaración judicial presentada por Alejandro Gallardo, el proyectil cayó a sus pies. La familia del general Gallardo, y en especial sus hijos, han sido objeto de sospechosos asaltos y golpizas, y de otros actos que siempre hacen pensar en la intención de amedrentarlos a ellos en la ejemplar defensa que hacen de su padre ųno sólo por serlo, sino además por estar convencidos de que él lucha por algo justoų y también de desmoralizar al persistente general mexicano.

Astillas: El proyecto del presidente Zedillo, de hacer elecciones primarias regionales, para que luego en un recuento final emerja un candidato "de consenso democrático", ya comenzó ayer a ser aterrizado por las fuerzas reales que serán las ejecutoras de la nueva variante del máximo dedazo. Fidel Herrera ha declarado, en nombre de los priístas veracruzanos (obviamente sin haber hecho consulta, encuesta o indagación alguna), que para evitar el riesgo de que la idea presidencial genere rupturas, y les regale candidatos a los partidos opositores (como en los casos de Zacatecas, Tlaxcala y Baja California Sur), lo mejor sería que en el proceso presidencial sólo participasen tres aspirantes. ƑQué tal si uno se llamase Francisco, otro se apellidase Labastida y uno más Ochoa?

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