n Su consolidación, factor clave en el siglo XXI
Unidas, democracia y economía
de mercado: Roman Herzog
Rosa Elvira Vargas y David Aponte n Los factores clave para el camino del próximo siglo son la consolidación de la democracia y una economía social de mercado, el establecimiento del estado de derecho, la lucha contra la corrupción y la delincuencia y la salvaguardia de los derechos humanos y civiles, planteó ayer el presidente de Alemania, Roman Herzog.
El estado de derecho y los derechos humanos son temas que plantean exigencias ineludibles a la política y a la sociedad en todo el mundo. "Un Estado que no afronta estas tareas marra su fin", expuso.
Durante la comida ofrecida por el Consejo Empresarial Mexicano para Asuntos Internacionales (CEMAI), el mandatario alemán hizo una exposición de la excelente relación política y comercial entre México y Alemania y de los asuntos que deberá abordar el conjunto de las naciones en el siglo XXI.
"Tanto México como Alemania son naciones comerciales punteras, cuyas cifras de exportación han alcanzado un porcentaje extraordinariamente elevado sobre el respectivo producto social. Queremos estrechar aún más estas relaciones. Queremos transformar la sintonía de los intereses que tan claramente he percibido, señor Presidente (Ernesto Zedillo), en nuestra conversación, en un intercambio aún más intenso entre ambos países", expresó.
Por tal motivo, la presidencia de Alemania en la Unión Europea en el primer semestre de 1999 apoyará la conclusión de las negociaciones comerciales entre México y los 15 países europeos, agregó.
Roman Herzog, de visita oficial en México y recibido con todos los honores por la mañana en el Campo Marte de la capital del país, habló de cuatro factores que marcarán el próximo siglo: sociedad abierta, estado de derecho, integración regional y comunidad global para el aprendizaje y la investigación. Hay que saber cómo manejarlos para evitar perturbaciones, precisó.
Debe garantizarse el acceso al bienestar
Acompañado por el presidente Ernesto Zedillo y empresarios mexicanos y alemanes, Herzog expuso la necesidad de avanzar en el perfeccionamiento de la democracia y de la economía de mercado, cuyo éxito no ha sido alcanzado, fundamentalmente en la necesidad de los seres humanos a participar en las decisiones políticas y tener acceso al bienestar.
Entonces, la democracia y la economía de mercado van unidas, dijo. La otra constante que seguirá ocupando a los gobiernos en el siglo XXI está vinculada al estado de derecho y los derechos humanos, debido a la necesidad de satisfacer la aspiración de toda persona a gozar de seguridad jurídica y a la protección contra la corrupción y la delincuencia, continuó.
"La salvaguardia de los derechos humanos y los civiles, por cierto, asegura al mismo tiempo el propio interés del ciudadano por su Estado y, por ende, su participación activa, así como el desarrollo de la economía y la sociedad en su conjunto.
"Los Estados que pretenden que es posible apostar exclusivamente por el desarrollo económico y postergar los derechos humanos y civiles serán incapaces de enfrentarse a las cada vez más complejas tareas que plantea el próximo siglo", sentenció.
Agregó que el último factor de atención es la extraordinaria importancia que reviste la capacidad de aprender, investigar y comunicarse en términos globales, trascendiendo los límites de las distintas culturas.
"Para terminar, quiero hacer una observación dirigida a quienes estamos reunidos hoy aquí: ustedes, los economistas, y nosotros, los políticos, (somos) quienes estamos llamados, en gran medida y muy concretamente, a reconocer esas líneas directrices y materializarlas de la mejor forma posible", concluyó.
Por la noche, en la cena de Estado ofrecida por el presidente Zedillo, el mandatario alemán elogió las políticas mexicanas adoptadas frente a diversos fenóme- nos internacionales:
"Gracias a una clarividente política de apertura hacia el exterior y una dinámica respuesta al reto de la globalización, México ha logrado superar rápidamente las graves crisis de 1994 y 1995. Con razón se han granjeado ustedes la admiración y respeto del mundo por estas realizaciones, y confiamos en que la continuidad de su sólida política de estabilidad también permitirá superar las secuelas de los factores externos negativos, patentes en estos momentos."
n Necesaria, una postura común de Latinoamérica en la cumbre con la UE, dice
Zedillo, "optimista" acerca del porvenir mexicano
Rosa Elvira Vargas n El presidente Ernesto Zedillo dijo que, hacia el futuro, ve un México de crecimiento, con estabilidad política y en el que "la antigua pero vigente'' aspiración de la justicia social, "se haga realidad''. Al describir la factibilidad de esas realizaciones ante el presidente de Alemania, Roman Herzog, el mandatario precisó: "Si tenemos una economía abierta y una estabilidad política fundada en la democracia, estoy convencido de que nuestro país tiene la capacidad para resolver los problemas sociales, los nuevos y los añejos''.
Durante los tres encuentros que tuvo a lo largo del día con el visitante alemán, los cuales se iniciaron con la recepción oficial en el Campo Marte, el jefe del Ejecutivo se definió como "fundamentalmente optimista'' acerca del porvenir mexicano, entre otras razones porque, afirmó, gracias a la vocación democrática del pueblo, "hemos venido construyendo sólidas bases para contar con una nueva estabilidad política en los valores, en los principios y en la práctica democrática''.
Asimismo, frente a los participantes en el Foro Económico México-Alemania, Ernesto Zedillo resaltó que al iniciar el siglo XXI, el país tendrá una situación "muy especial'' que deberán valorar los gobiernos y empresarios europeos.
Para entonces, aseguró, se habrán sentado ya las bases para tener libertad de comercio e inversión con Europa, lo que no existirá en ningún otro país del continente ni del resto del mundo.
Hizo también larga referencia a las negociaciones que ha emprendido México con la Unión Europea en el tema comercial, con miras a un acuerdo de asociación económica, concertación política y cooperación, acerca del cual el país quiere ų"en el más pesimista de los casos"ų que este mismo año, a finales, hayan concluido las pláticas a escala técnica.
Es decir, precisó Zedillo, fijar los tiempos, los pasos, los mecanismos que se adoptarán simultáneamente hacia una liberalización muy significativa y progresiva de los flujos comerciales entre ambas regiones.
Dichas conversaciones, indicó, tendrán que referirse también a la adopción de previsiones que correspondan para intensificar los flujos de inversión en ambos sentidos.
La intención mexicana, indicó, es diversificar las relaciones económicas y políticas. Ello obedece que aun antes de haber negociado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, México puso gran énfasis en los convenios con otras naciones del continente.
Apuntó entonces que México, por razones de vecindad y de conveniencia estratégica, ha desarrollado una relación más estrecha en lo comercial con Estados Unido. "Ello nos ha reportado beneficios en términos de crecimiento y empleo, pero existe el propósito de diversificar nuestras relaciones''.
Ante el presidente alemán, Zedillo hizo alusión a que debido al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá se ha dicho que ha habido una disminución del intercambio de bienes con otras regiones del mundo y, en alguna medida, "eso ha sido cierto''.
Sin embargo, ello no es cierto para el caso de las relaciones entre México y Alemania, y al respecto expuso que el crecimiento de los vínculos comerciales binacionales crecieron casi 30 por ciento.
De igual modo, y al dar a conocer los resultados de sus conversaciones privadas, el jefe del Ejecutivo expuso que los mexicanos "somos optimistas por la normalidad democrática y la estabilidad política sustentada en los principios respectivos y que hemos venido desplegando''.
En relación con la cumbre entre la Unión Europea y América Latina ųque tendrá lugar en junio en Brasilų, Zedillo estableció la necesidad de que haya una postura común entre los latinoamericanos. Argumentó que, con ese objetivo, la reunión del Grupo de Río, que tradicionalmente se realiza a fines del verano, este año México la ha convocado para fines de mayo.
Durante la ceremonia de bienvenida, con la marcialidad que existe en estos casos, el Presidente resaltó el potencial de comercio entre México y Alemania, y refirió que el comercio binacional creció el año pasado 24 por ciento respecto de 1997.
Compartió con Roman Herzog la urgencia de combatir todas las formas de discriminación e intolerancia. Ninguna nación puede mantenerse ajena a las necesidades de progreso y desarrollo de las demás, dijo al visitante.
Por la noche, en Palacio Nacional, durante la cena de Estado que convocó a la mayoría de los miembros del gabinete presidencial y a la numerosa comitiva oficial y empresarial que acompaña al presidente de Alemania, Ernesto Zedillo dijo: los mexicanos "alzamos la vista hacia el futuro confiados en que, a partir de un nuevo entendimiento entre las naciones y de una decidida voluntad de compartir los beneficios del progreso, haremos del siglo XXI una era de paz''.