n En septiembre del 97 se denunció el robo de seis
Encontró la PGR 17 telones que podrían pertenecer a Campobello
n El INBA realiza estudios para identificarlos
Raquel Peguero n Un total de 17 telones que "podrían pertenecer" al acervo de Nellie Campobello fueron asegurados por la Procuraduría General de Justicia (PGR), y están siendo revisados por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) para "lograr su identificación y determinar su valor artístico". Entre esos telones, por lo menos tres forman parte del lote de seis que Claudio Niño Cienfuentes denunció como robados el 29 de septiembre de 1997. El hallazgo se realizó en la misma casa que fue propiedad de Campobello y de donde se supone, de acuerdo con el acta ministerial, fueron hurtados.
Un boletín de la PGR da cuenta del hallazgo, aunque no especifica de qué telones se trata. De acuerdo con Juan Bautista ųreportero de Multivisiónų en un artículo publicado en El Universal (13/III/99), entre ellos se encuentran Alameda 1900, primer rompimiento, realizado por Julio Castellanos; Obertura republicana, de la autoría de José Clemente Orozco; Sideral, atribuido a Roberto Montenegro; Fuensanta, de Carlos Mérida, y El sombrero de tres picos, también de Montenegro. Los tres primeros, de acuerdo con la averiguación previa 7A/10005/97-09 iniciada por el Ministerio Público de la delegación Cuauhtémoc, pertenecen al lote robado en septiembre pasado.
De acuerdo con los datos proporcionados por Niño Cienfuentes en dicha averiguación (La Jornada 23/III/98), la autoría de los telones está descrita de manera errónea. De los 24 escenarios de los que se tiene conocimiento, 19 de ellos están catalogados en los programas de mano de las tres temporadas del Ballet de la Ciudad de México, en Bellas Artes, en los años cuarenta, y Sideral no está considerado. Por sus características, uno de los encontrados podría ser La siesta de un fauno, de Julio Castellanos. De ese total, diez telones ųseis de Orozco, tres de Carlos Mérida y uno de Roberto Montenegroų fueron donados hace 16 años por Campobello al INBA, de acuerdo con un documento fechado el 22 de marzo de 1983.
La historia de este hallazgo es curiosa. La PGR localizó las piezas después de que, en febrero pasado, el noticiero En blanco y negro de Multivisión presentó imágenes en las que se mostraba, en el tapanco de un baño, una serie de paquetes que se pensó podrían ser los telones. Desde 1985, cuando la casa de Ezequiel Montes 128 fue abandonada, sus ruinas fueron habitadas por distintos paracaidistas. El 14 de enero de este año se instalaron ahí 18 familias (65 personas en total) que pertenecen a la Unión Mazahua Residentes en el DF, que comenzaron a limpiar el inmueble, que un agente del Ministerio Público describió "en avanzado estado de olvido, bastante sucio y con posibles daños a la salud por ser un foco de contaminación".
Así lo encontraron esas personas: "Había muchos papeles tirados y escombros por todos lados, juntamos los documentos y fotos que logramos rescatar del desastre, porque la casa estaba en un estado terrible", explica Rogelio López Sánchez, uno de los actuales habitantes de la casa. Todo lo pusieron en "una cajita" de madera, que también encontraron entre los escombros, y se les ocurrió hacer como "un museíto" pegando las fotos y algunos documentos en la pared
Después de limpiar el patio central, abrieron un baño ubicado ahí y, a la vista, encontraron unos "paquetes que no sabíamos qué eran" hasta que un día llegó el reportero Juan Bautista y los grabó con su cámara. "En ese momento los bajamos. El periodista quiso abrirlos, pero le dijimos que no y así se quedaron. Pensamos que era basura y los metimos entre los escombros" que iban apilando en un cuarto de la casa y ahí "se quedaron sepultados".
Días después llegaron los agentes de la PGR y les pidieron ver ese material que habían visto por televisión. "Les explicamos que estaban entre el escombro y nos pidieron que lo sacáramos". Así lo hicieron y se los entregaron, junto con la caja de los documentos, el lunes pasado, quedando asegurados por la PGR el miércoles pasado, según un boletín que enviaron a esta redacción en el que especifican que "al parecer, son los telones que tenía bajo su guarda la señora Campobello".