n América Latina saldrá fortalecida de las crisis, declaró Michel Camdessus
Advierte Summers sobre riesgos de dolarización
Antonio Castellanos, enviado, París, 14 de marzo n Representantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial, banqueros privados y el Tesoro de Estados Unidos se enfrentaron hoy aquí en un debate sobre la dolarización de América Latina, mientras Larry Summers, funcionario del gobierno estadunidense, advirtió sobre los riesgo que implicaría.
Dentro de los seminarios efectuados previamente a la reunión de gobernadores del BID que hoy comienza aquí, Michel Camdessus, director-gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), aseguró que América Latina saldrá fortalecida de la inestabilidad que provocó la volatilidad de los mercados.
Se discutieron los diversos regímenes cambiarios, y en las iniciativas planeadas se reconoció implícitamente el fracaso del actual sistema acerca de cumplir su promesa de suministrar financiamientos internacionales para lograr un desarrollo sostenible. Al iniciar el debate, el economista en jefe del BIB, Ricardo Hausmann, manifestó que en el largo plazo América Latina se encaminará hacia un proceso de dolarización con la adopción de una moneda supranacional.
Dijo que este proceso existe de facto, en el sentido de que en Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Perú, desde 50 y hasta en 70 por ciento de los depósitos en sus sistemas financieros formales están en dólares, aunque aclaró que el BIB no recomienda la dolarización, sino que simplemente plantea preguntas para el debate.
Shahid Javed Burki, vicepresidente del Banco Mundial, sostuvo que las turbulencias financieras internacionales no pueden ni deben persistir, y aseguró que en 20 años ''vamos a ver la implantación de sistemas con menos monedas''. Prevalecerán el dólar, el curo, el yen o el renbibi (la moneda de China).
Al respecto, el subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, Larry Summers, expresó que la opción que tome un país de dolarizar su sistema monetario tiene tremendas consecuencias para sí mismo.
No cabe duda, dijo a los panelistas encabezados por el presidente del BID, Enrique Iglesias, que el asunto exige un análisis detenido, profundo y amplio. La dolarización ofrece la promesa de acrecentar la estabilidad y la credibilidad a las políticas financieras. Propugna por la economía mundial, pero el país que considere este curso de acción, debe estar dispuesto a aceptar la disciplina y ser inflexible en cuanto al manejo de sus políticas internas y en específico, en tasas de interés.
Las naciones tienen que entender perfectamente que una reforma de esta naturaleza presume cambios políticos que pueden padecerlos ellos mismos, cuando el otro país ųdenominado fuenteų, cambie su política monetaria. Por ello, alertó Summers, se tiene que hacer las debidas consultas técnicas a fondo con las autoridades respectivas y no dejar nada a la casualidad. Nada sin previsión, insistió.
Summers se refirió a las crisis financieras y expuso que los gobiernos que reaccionan en forma decisiva, obtienen mejores resultados, y puso como ejemplo la decisión del presidente Zedillo, quien dijo a su homólogo de Estados Unidos, William Clinton, que los mercados reaccionan en forma excesiva, y esa es la razón por la que la política tiene que actuar de la misma forma para restaurar la confianza.
En otra reunión, el director gerente del FMI, Michel Camdessus, expresó que América Latina saldrá fuerte de la crisis ųque fue una ''prueba de fuego''ų, mejor adaptada a la globalización y con razgos que ya se pueden esbozar. Es una región que mantendrá su apertura y su nivel de competitividad, dijo.
Rechazará las tentaciones proteccionistas y mantendrá su historial de políticas macroeconómicas acertadas y sus altas tasas de ahorro interno e inversión eficiente. Será una región que fomentará la solidez de los sistemas financieros, que promoverá un sector privado independiente y que aplicará una estrategia ordenada para la apertura de los mercados de capital.
En la reunión del BID los ejecutivos del Bank of Boston dieron a conocer una encuesta realizada entre directivos bancarios de Estados Unidos, Europa y Latinoamérica, que muestra total apoyo al uso de tipos de cambio fluctuante, a fin de absorber los efectos negativos en los mercados globales. Dos tercios esperan que aumente el uso de controles de capital global.
El sondeo reveló también que Chile y México son, ''sin duda'', los mejores países latinoamericanos para invertir en este momento. Una mayoría, dice el documento, cree que la inversión extranjera en la región permanecerá firme o aumentará en los próximos seis meses.
Henrique de Campos, presidente y funcionario principal de operaciones del Bank of Boston dijo que la encuesta demuestra que la comunidad bancaria internacional tiene ciertas opiniones muy firmes en cuanto al mejor modo de llevar las economías frente a las amenazas del contagio y está observando a Latinoamérica con cautela.
Los tipos de cambio fluctuantes son los preferidos de la comunidad bancaria, mientras que los tipos fijos cuentan con muy poco apoyo, concluyó durante la conferencia de prensa que ofreció para dar a conocer el informe.