Entrevista con Todd Solondz
n Me conmueve lo que me parece
divertido y viceversa* n
n Scott Macaulay n
En esta entrevista, Todd Solondz ųdirector de Felicidadų discute algunos de los aspectos más controvertidos de su película, la cual se exhibe en la 33 Muestra Internacional de Cine. Cuestiona el concepto tan socorrido de la unidad familiar y el papel que juegan los medios en la descalificación moral de las conductas "anormales". Habla también de su forma de trabajar y de su relación con los actores, de su propio estilo que de algún modo resume las tendencias actuales del cine independiente estadunidense.
ųAlgo notable en Felicidad es la destreza con la que se entretejen tantas líneas narrativas. Después de Bienvenido a la casa de las muñecas, Ƒtrató usted desde el principio de elaborar algo tan complejo?
ųTenía muchas ideas de argumento, todas distintas, y no podía decidirme por una sola como base para una película. No quería privilegiar una sobre otra y por eso me las ingenié para combinarlas, esperando que se unieran y se completaran entre sí.
ųƑEn qué momento se dio cuenta de que la cinta se convertía en una reflexión sobre la clase media estadunidense?
De entrada no pensaba en la familia como tal. De hecho la idea de las tres hermanas fue algo que debía unir tres líneas narrativas. Originalmente no había hermanas, todo era muy discreto. Las conexiones temáticas eran mi preocupación principal. Creo sin embargo que el proceso de escritura es un proceso de descubrimiento. Y no es sino hasta el momento de finalizar una cinta cuando te percatas totalmente de lo que ésta trata.
ųƑO sea que al principio no había un interés por explorar las cuestiones relacionadas con la familia en Estados Unidos?
ųNo, pero creo que vivimos en un país donde la enajenación se siente de manera más aguda que en cualquier otra parte del mundo, y creo también que esto se relaciona hasta cierto punto con la idea de familia que tenemos aquí. La unidad familiar no es tan estrecha como en Europa o en otras partes. Mis amigos dicen: "Vengo de una familia muy unida: mi hermana vive en Los Angeles, mi hermano en Boston, y mis padres, si todavía siguen casados, viven en Arizona". Tienes que cuestionar lo que significa realmente esa unidad cuando se trata de la materia misma de tu vida, y es eso lo que finalmente define lo que es tu vida, no la Navidad ni la Semana Santa.
''Hasta cierto punto la película habla de rupturas emocionales. Es una cinta acerca del deseo que en nuestra cultura representa más bien un obstáculo. Y de manera más sencilla, se trata de sólo cuatro o cinco historias de amor. La película narra la historia de gente que trata de expresarse y establecer contacto, alcanzar y tocar a alguien, por decirlo de algún modo. Hay muchas cosas gruesas en la película, pero si la gente la ve y sólo dice: 'Mira lo que pasa con esos monstruos', entonces habré fallado. La idea es que el público se quede un poco a la mitad de todo. De la misma manera en que los personajes luchan por comunicar entre sí, creo que puede darse un contacto entre el público y estos personajes. No se trata de monstruos. Cuando vamos al supermercado o a la lavandería automática podemos toparnos con ellos, son gente con vida propia y cada día pasan a lado nuestro.
ųExiste ese grado de empatía en sus películas, pero también utiliza usted el humor de tal manera que a menudo desalienta nuestra comprensión por el dolor emocional de los personajes. Lo que usted hace es lanzar por allí una broma o una pista musical divertida que nos obliga a reír.
ųMe involucro emocionalmente con estos personajes, pero al mismo tiempo adopto una distancia irónica que me permite reír. Me conmueve lo que me parece divertido, y viceversa. Por eso me cuesta trabajo disociar estas dos tendencias; creo por lo demás que la película sería inaguantable si no fuera divertida.
ųEn cierta medida, su película aborda una pregunta clásica: Ƒqué tanta represión es recomendable?
ųCreo que una película como ésta sólo puede surgir de una sociedad con una cultura represiva. Y no hay nada en Felicidad que no esté ya presente en la prensa amarillista o en los talk shows diurnos. La diferencia es que en esos medios siempre hay una voz moralista que dice: "Esto está mal", voz que siempre se apaga un poco en el momento de los close-up. Hay en esa actitud algo morboso, un engolosinamiento con lo extraño. Es a la vez algo muy moralizador y muy mercantilista.
''De ninguna manera subestimo la inteligencia de mi público. Creo que no es necesario decirle que la violación es algo malo. La película tiene un eje moral, una base moral. Lo único que sucede es que no intenta ser didáctica. No estoy sermoneando ni me interesa particularmente juzgar o castigar, sólo comprender y ver cómo suceden estas cosas''.
ųƑEnsaya usted mucho con sus actores?
ųNo, sólo me bastó conocerlos y oírlos leer para que funcionara. No creí necesitar más.
ųƑQué había en Dylan Baker que lo recomendara para su papel de padre de familia? Es un personaje muy callado.
ųEs un gran actor. Y la gente no lo conoce. Ese es uno de los aspectos más atractivos de descubrir a alguien, particularmente para un papel como éste en el que necesitas a un hombre común, sin mucha identidad, benigno, en quien puedas confiar. Un tipo con el que puedas simpatizar. El no es un monstruo. Es un padre estupendo que lucha con el monstruo que lleva dentro, y esa diferencia es capital para entender esa parte de la película. El está transgrediendo. Y si hay para él algún tipo de redención (nótese que digo "si"), ésta se encontraría en la honestidad y en el amor que tiene por su hijo mayor, frente al cual no puede evitar tener que decir la verdad.
ųEsa redención no lo salva de manera alguna del castigo.
ųNo, pero eso no es contradictorio. Como ya dije, se trata de un "si". No digo que haya redención.
ųLa película tiene un epílogo, todos los personajes están allí, menos él. Su castigo sería haber quedado fuera de la narración.
ųPero está muy presente, aunque no se encuentre allí.
ųƑQué sucede en esa escena cuando Ben Gazzara le echa sal a su comida. Al principio de la cinta el doctor le ha dicho que abandone la sal. Uno puede leer la escena de dos formas, y relacionarla con la discusión que opone represión y libertad personal. Por un lado, él tiene una pulsión de muerte que es una manera sutil de cometer suicidio; por el otro, está diciendo, "al diablo con el doctor, voy a vivir mi vida".
ųCon algunos personajes soy más optimista respecto a su destino. He aquí un tipo al que casi podrías ver como un patriarca, pero que intenta huir del callejón sin salida que es su vida, y que al final se queda en la resignación y el vacío. Con las escenas de Florida quise darle todo un contexto, que no fuera una película sobre un grupo de pervertidos. Por todas las escenas se deliza un malestar. No tiene que ser tan extremo como la historia de la pedofilia, su manifestación más fuerte, pero sí es un malestar, y tiene que ver con la dificultad de comunicar que es en sí un tipo de enfermedad. Esto es lo que tenemos que explorar y tratar de entender.
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* Tomado de la revista Filmmaker, the magazine of independent film, otoño de 1998.
Traducción: Carlos Bonfil