n Conmemoran en Palacio Nacional el 193 aniversario del natalicio de Juárez


Pide la SCJN apoyo para reformas constitucionales

n Solicita el magistrado Góngora al Ejecutivo y al Legislativo respaldo "para avanzar un peldaño más"

Jesús Aranda y Víctor Ballinas n El presidente de la Suprema Corte, Genaro David Góngora Pimentel, solicitó ayer al Ejecutivo y Legislativo que apoyen al poder Judicial de la Federación para avanzar "un peldaño más" hacia la consolidación de las reformas constitucionales de 1994, al plantear la necesidad de reformas en cuatro artículos constitucionales en los que se precisen alcances, extensión de facultades y naturaleza jurídica del Consejo de la Judicatura Federal; además de otorgarle a la Corte la "facultad de selección", para que remita a los tribunales colegiados de circuito los asuntos carentes de interés jurídico y trascendencia.

Unico orador en la ceremonia del 193 aniversario del natalicio de Benito Juárez, ante el Presidente, su gabinete en pleno y los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados, y con la notoria ausencia de los otros seis consejeros de la judicatura federal, Góngora se manifestó por el establecimiento de leyes "más justas" que permitan a los jueces actuar con sabiduría, independencia y fuerza legal suficientes "para soportar con valor los embates de la arbitrariedad".

En el acto, efectuado en el recinto parlamentario de Palacio Nacional --pequeña y majestuosa instalación que se usa con poca frecuencia-- el también presidente del Consejo de la Judicatura Federal insistió en la necesidad de adaptar "permanentemente" nuestras instituciones a las necesidades del pueblo mexicano. El ministro puso especial énfasis en su discurso en el sentido de que, si bien las reformas constitucionales de 1994 que llevaron a crear el Consejo fortalecieron la independencia de la judicatura federal, al relevar a la Corte de tareas administrativas para que se centrara en su principal actividad, que es el desempeño jurisdiccional, este organismo se debe perfeccionar.

"Llegó el momento de dar el siguiente paso: debemos levar anclas y continuar con el camino que la historia nos ha trazado, y precisar la naturaleza jurídica y delimitarse los alcances y la extensión de sus facultades (del Consejo)".

Debe quedarnos claro, enfatizó, que administrar, vigilar y disciplinar al Poder Judicial federal no es juzgar, sino regular la organización que, como funcionarios, realizan los jueces, magistrados y el resto del personal colaborador.

Góngora puntualizó que dicha iniciativa "no conlleva como objetivo malograr o debilitar tan importante órgano, sino sólo delimitar en la propia Constitución el sitio que tiene el Consejo como institución encargada de la destacada función de administrar al Poder Judicial, salvo, claro está, la Suprema Corte".

Por otro lado, reconoció que el rezago en el máximo tribunal obedece a que la legislación obliga a la Corte a analizar muchos asuntos sin trascendencia jurídica, evitando que otros temas que sí la tienen "no se resuelvan con profundidad, y se resuelvan con prontitud".

La idea del proyecto, sostuvo, es que al contar con la facultad de selección, el pleno de la Corte se ocupe sólo de los asuntos novedosos y de relevancia jurídica, "que merezcan un pronunciamiento del Alto Tribunal, evitándose así una denegación de justicia". Además, dijo, esto convertiría a la Corte en un "auténtico" tribunal constitucional.

De ahí el interés del pleno de ministros --los otros 10 ministros que integran el máximo tribunal sí estuvieron en primera fila, y en su mayoría no ocultaron su satisfacción por el discurso de Góngora-- en que se consolide un Poder Judicial independiente, fortalecido con vigor jurídico, lo "que constituye el instrumento idóneo para colmar los clamores de justicia".

Indicó que vivimos una época de prueba en la que día con día "se va abriendo paso la impetuosa democracia que exige el federalismo para llegar al verdadero Estado de derecho, pues al unísono aumentan como un solo grito las exigencias sociales por autoridades honestas, por un justo régimen de legalidad, orden y seguridad, y fundamentalmente por un poder Judicial independiente, fortalecido con vigor jurídico", porque cuando tengamos leyes más justas, que permitan que los jueces actúen con sabiduría, con independencia y con fuerza legal suficientes para soportar con valor los embates de la arbitrariedad, "el pueblo mexicano confiará en el Poder Judicial de la Federación, porque reflejaría la existencia de la justicia mexicana".

Precisamente por ello, dijo, es que la Suprema Corte solicita a los poderes de la Unión seguir apoyando al Poder Judicial de la Federación con reformas a los artículos 94, 97, 100 y 107 constitucionales. Aprovechando el foro que tenía, el presidente de la Corte habló por primera vez de manera pública sobre el proyecto de reformas constitucionales y legales que propuso el máximo tribunal de justicia del país al presidente de la República hace casi medio año y que, por cierto, se encuentra actualmente en su última fase de "estira y afloja" entre el Ejecutivo y los mi- nistros para definir el proyecto de ley que deberá ser enviado al Congreso de la Unión en fecha próxima.

De acuerdo con el anteproyecto que la Corte entregó al Ejecutivo, las reformas propuestas son:

Artículo 90.- El presidente de la Corte, los presidentes de Salas o el Tribunal Colegiado de Circuito, según corresponda, calificará la procedencia del recurso de revisión, admitiéndolo o rechazándolo.

Artículo 97.- Que el nombramiento de magistrados de circuito y jueces de distrito sea realizado por el Consejo de la Judicatura Federal, con base en criterios objetivos y en términos de los acuerdos que dicte el pleno de la Suprema Corte.

Artículo 100.- El establecer la naturaleza jurídica del Consejo de la Judicatura Federal, conservando sus atribuciones en materia de administración, vigilancia y disciplina del Poder Judicial de la Federación, con excepción de la Suprema Corte, estableciendo claramente que el pleno de la Corte es jerárquicamente superior al Consejo.

Artículo 107.- Que tiene como propósito perfeccionar el juicio de amparo para garantizar el respeto irrestricto a las garantías constitucionales.

Previamente había hecho una vigorosa defensa de Benito Juárez, y recordando pasajes históricos de quien ocupara en su momento la presidencia de la Suprema Corte y posteriormente del país, Góngora señaló que "el Benemérito de las Américas" fue un claro ejemplo hacia el mundo entero, porque "demostró la grandeza de lo mucho que podía lograrse con civismo, probidad, economía y sabia gestión".

Apuntó que bajo la presidencia de Juárez se promovió la libertad de expresión, se reorganizó la administración pública; se reglamentó la garantía de legalidad; "se puso en orden" la educación pública y además se promulgó en 1861 la primera Ley de Amparo.

Precisamente a partir de esta analogía, el presidente de la Corte señaló que el México de nuestros días es como un mar de turbulencia, un mar inquieto, impulsado por las fuerzas del presente y alimentado por la experiencia del pasado. Al celebrar el natalicio de Juárez, concluyó, debemos reflexionar sobre una de sus constantes preocupaciones: "la necesidad de adaptar permanentemente nuestras instituciones a las necesidades del pueblo mexicano".

Al concluir el acto, el procurador Jorge Madrazo, el titular de Sedeso, Esteban Moctezuma, y la presidenta de la Gran Comisión del Senado, María de los Angeles Moreno, reconocieron la importancia de la iniciativa de los ministros como una propuesta concreta para fortalecer la independencia y la autonomía del Poder Judicial Federal.