n Diario hago bocetos del cartón que no llega, dice

Trino: deseo que las personas rían pese a que ''todo está bien jodido''

n ''Busco la sencillez en la línea y el trazo, pero no en la idea''

María Rivera, enviada, Guadalajara, Jal. n La cotidianidad del país ų''llena de policías y ladrones"ų es la mayor fuente de humor de José Trinidad Camacho, mejor conocido como Trino. Reconoce que desde sus inicios como monero en 1984, en su natal Guadalajara, se ha sentido incómodo con la sátira política, por lo que prefirió apostar por una visión de la vida antiautoritaria y desmadrosa. ''Quiero que las personas se rían, que piensen que hay que pasársela bien, a pesar de que todo está bien jodido. Si mi cartón hace reír a los lectores, ya cumplió su función''.

Egresado de la carrera de ciencias de la comunicación del ITESO (Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente), en la actualidad colabora en el programa Blanco y negro, de Multivisión, con Galimatías de Trino; en la revista Milenio con sus Crónicas marcianas y en los periódicos La Jornada y Público con sus Fábulas de policías y ladrones y Las fábulas del rey chiquito.

ųƑEl humor desmadroso no se agota?

ųEn este país hay mucha tela de donde cortar, muchísimo humor involuntario. Cuando a uno se le agotan las ideas, basta con ver la tele para encontrar un tema. Hay personajes tan solemnes y que siempre creen tener la neta, que uno termina diciendo: ''voy a tomar ese tema y a convertirlo en algo más cabrón".

Contar anécdotas cotidianas

ųƑEl cartón político de plano no te interesa?, Ƒlo has intentado?

ųSí, claro que lo intenté, pero no me sale. No sé caricaturizar a los personajes, por eso me considero más un monero. Es muy difícil dibujar a alguien como De la Madrid o Zedillo, que no tienen características tan evidentes como Salinas, que como quiera sale, basta con hacer un orejón y ya está. Veo, por ejemplo, los monos que hace Magú y me parecen increíbles, desdibujados. Entre menos se parecen, son más parecidos. También me gusta mucho la línea de Helguera, que tiene un trazo de caricaturista excepcional.

ųSin embargo, lo político está presente de alguna manera en tus cartones.

ųLo más fácil para mí es contar anécdotas cotidianas, en las que tal vez se hable de política, pero que ésta no sea el tema central. Antes de quejarme sobre las medidas que tomó tal o cual político el día anterior, prefiero hablar de la crisis que padece el país, llena de policías y ladrones. Hay tantas historias como ésas que me han pasado a mí o a personas cercanas, que uno termina sintiéndose como personaje de las tiras.

ųƑTu humor es de y para una generación que ha crecido viendo televisión?

ųšPor supuesto! De chavito me la pasaba viendo la tele. Desde Meteoro o Astroboy hasta Viaje al fondo del mar. También las caricaturas de Bugs Bunny o el Hombre de acero. Y para acabarla de amolar leía lo mismo cuentos de Lorenzo y Pepita o Archie, que Los Agachados y Los Supermachos, de Rius. De ahí viene todo...

ųComo tu gusto por el lenguaje de la tele...

ųSí, me gusta más el lenguaje de la tele que el del comic tradicional. Bueno, el škriga bundolo! de Tarzán también me gusta, pero prefiero las onomatopeyas como el šescrííích!, šbaruuum! o el šblam! šblam! de los balazos, siento que suenan más chistosas.

ųHablaste de tus lecturas de Rius, Ƒesa línea no conducía a los temas políticos?

ųNo precisamente, porque en Los Supermachos y Los Agachados, además de la parte didáctica o política, estaban los chistes. Rius, además, del humor político tiene otro más campechano. Es en ése en el que coincido con él.

ųY en Las fábulas del rey chiquito, Ƒcuál es el mensaje?

ųEs un pitorreo y una crítica al poder. A todas esas personas que lo tienen y no saben qué hacer con él. Es eso nomás, no le busquen por otro lado.

Humor para balancear las cosas

ųƑY cuál es tu postura como caricaturista ante el compromiso político?

ųCreo que existe un compromiso moral con lo que uno hace. Hay que tratar de ser coherente con la idea que se tiene sobre la justicia social, darle voz a las personas, pero sin pretender cambiar algo, porque los caricaturistas nunca hemos hecho nada ni tumbado a ningún presidente. En lo personal trato de mantener una postura ante la intolerancia o los abusos, y no por eso tengo que pertenecer al PRD.

ųY ese planteamiento, Ƒcómo se refleja en tus monos?

ųAhí simplemente trato un tema y no pretendo dar mensajes. Quiero que las personas se rían y que piensen que hay que pasársela bien, a pesar de que todo está bien jodido. Si el cartón hace reír a los lectores, ya cumplió su función. šHay que reírnos de las chingaderas! Para hacer pensar están los cartonistas políticos, ellos son los que ponen el dedo en la llaga más a fondo. Yo no trato de concientizar, aunque tampoco me tomo todo a la ligera. Prefiero balancear las cosas con humor. No sé si lo logre, pero diariamente intento hacer bocetos del cartón que siempre he querido hacer. Hasta ahora no ha llegado.

ųƑY qué debería contener ese cartón ideal?

ųMis tiras tienen nueve cuadritos, yo espero que todos sean chistosos y que el último sea el mejor. Hasta ahorita ha sido imposible, pero sigo en la búsqueda; lo que está bien cabrón, porque uno debe tratar de dibujar cosas graciosas aunque ande enojado o con hueva.

''Por otra parte, debo confesar que no entiendo a los lectores. Cuando hago un cartón que mí me gusta, nunca me dicen nada. En cambio, si lo hago en chinga porque ya es la hora del cierre en el periódico, no falta quien me diga al día siguiente, 'šel de ayer estaba buenísimo!'. Me dan ganas de contestarles: 'No seas buey, si lo hice rápido y está horrible'. Finalmente, uno nunca sabe qué es lo que quiere el lector y eso es lo mejor, no pensar como las personas. Ellos van a interpretar siempre de diferente manera a como uno lo hace y šnunca les va a dar gusto!''

ųƑCómo elaboras tus cartones?, Ƒqué proceso sigues?

ųCuando empiezo un cartón la verdad no sé en qué va a terminar. Me dejo llevar por la situación. Lo más difícil es enfrentarte al papel en blanco. šUta madre!, ahí no hay nada. Pasa el tiempo y adviertes que todavía no llevas nada. Y para acabarla, a veces en el último cuadro te vas por una idea que no era la indicada.

ųƑCómo ha sido tu experiencia interactiva, porque tú sí tienes un e-mail...?

ųšUfff! Desde que tengo una dirección de e-mail, en La Jornada, recibo muchos mensajes. Unos me dicen que les gusta mucho la tira, otros no me bajan de repetitivo o malísimo. Yo los leo todos y digo šni modo!, aunque sí me agüito Ƒeh?, porque me ponen unas... Me acaban de mandar un e-mail criticando una de mis últimas caricaturas en la que hablo de la privatización de la industria eléctrica. Me dijeron que estaba en favor de esa medida y no sé cuánto, cuando lo que hice fue pitorrearme del tema. Por supuesto que estoy en contra de la privatización, nunca he estado en favor del PRI ni nada por el estilo, pero las personas se empeñan en tomar todo en serio y en hallar mensajes ocultos. Nada más falta que empiecen a leerme al revés, como a los discos de los Beatles en los que esperaban encontrar mensajes satánicos.

La Iglesia, tema escabroso

ųƑQué responderías a los que piensan que haces humor light?

ųQue deben tener una vida muy pesada y solemne. Pero a mí no me molestan las críticas. Por ejemplo, creo que la música de los Beatles es súper sencilla, a veces sólo se escucha una guitarra y una voz, sin embargo es un fregonería que no necesita más. Busco la sencillez en la línea y el trazo, pero no en la idea. No es que en ésa pretenda hablar sobre el sentido de la vida, pero sí creo que debe ir hacia un lado. A veces mis ideas son medio mensas, pero cuando más melolengas parecen, más me gustan. šQué maravilla poderse burlar de las babosadas!, al menos yo lo prefiero al humor intelectual, politizado y cerrado que no causa gracia.

ųƑY a los que creen que es una visión clasemediera?

ųšPor supuesto que lo es! šTotalmente! Es un humor de clase media que se burla de los pirrurris, de la mochería, de lo establecido y sobre todo de la solemnidad.

ųTú y Jis rompieron una serie de tabúes con caricaturas como El Santos, pero ahora éste anda de capa caída. ƑSe agotó esa veta?

ųEl Santos sigue vivo en El Chamuco, pero a la hora en que nos cambiamos a la revista, donde no había nada de censura, bajó la calidad. El que no hubiera nadie que nos estuviera jodiendo hizo que le bajáramos. Ahora la consigna de Jis y mía es que vamos a hacer un Santos como si tuviéramos a los editores de los periódicos mirando por detrás del hombro a ver qué dibujamos. La clave no es que nos censuren, pero sí estar en un medio donde puedas pasarte de listo. Hacer humor cáustico e irreverente y sin que se den cuenta (ríe).

ųEntonces, Ƒla libertad de expresión acaba con las ideas?

ųAlgo hay de ello, al menos eso es lo que nos pasó con El Santos. Se acabó la gracia que tenía cuando se publicaba en el periódico. La lucha que se da con los directivos de un diario šes muy padre!

ųƑCómo evaluarías a la censura en la actualidad respecto de la época en que empezaron ustedes a publicar?

ųHay más apertura que cuando empezamos. Sin embargo, los periódicos aún siguen respetando ciertas cosas en el ámbito sexual y religioso, en cambio en lo político se han abierto más. Es como si las instancias políticas, debido a su decadencia y corrupción tan expuesta, ya no se pudieran defender. Sin embargo, es imposible hacerlo con otras instituciones como la Iglesia, a pesar de que tiene mucha cola que le pisen, en cuanto a institución, no como creencia. Si uno se va por ese lado no falta un grupo de extrema derecha que amenace con poner una bomba en el periódico. Con este tema hay que tener muchísimo cuidado.

ųMe comentabas que hay una revista de humor en ciernes.

ųEs algo que siempre hemos querido hacer, una revista con un concepto de humor más amplio que el meramente político. Ya avanzamos en la elaboración del proyecto, pero todavía no hay fecha de salida. Tal vez a medio año. Participaría el mismo equipo de los que hacemos Tu hermana la gordota (suplemento de humor del diario jalisciense Público): Jis, Jabaz, Ger, Erandini, Meche, Juan José Doñán, Josel, Toño Márquez. Desde Guanatos para la República mexicana.

Ilustración de Helguera