La Jornada viernes 26 de marzo de 1999

Luis T. Díaz Müler *
Pinochet: Ƒjusticia a medias?

Después de la primera noticia acerca de la negativa a otorgar la inmunidad diplomática al general Pinochet por parte de la Cámara de los Lores, resulta indispensable aclarar ante la comunidad internacional los alcances y límites del fallo; incluso, en lo que se refiere a la abortada transición a la democracia, que se ha transformado en una suerte de "democracia militar" a la chilena.

Los lores, en este segundo fallo, han cambiado las reglas del juego. Se declara la responsabilidad del dictador por delitos internacionales cometidos después de 1988; es decir, la víspera del plebiscito de 1989, cuando la opinión pública internacional tenía puestos los ojos en aquella república sudamericana.

Los lores, con toga y todo, olvidaron los crímenes contra la humanidad solicitados por el fiscal Baltasar Garzón. Se olvida que el Derecho Internacional de los Derechos Humanos reclama al señor Pinochet por crímenes contra la humanidad: secuestro, tortura, desaparición forzada e involuntaria de personas y genocidio. Estos crímenes internacionales están ampliamente tipifi- cados en las convenciones de Naciones Unidas, en el estatuto de Nüremberg y, por vía de ejemplo, en el Convenio sobre Genocidio aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1948.

Estos crímenes internacionales son imprescriptibles, absolutos, permanentes y de jurisdicción universal. Es éticamente necesario dejar en claro que durante el curso del proceso del "paciente inglés" se produjo una "paradójica" alianza entre el sector militar y el gobierno del presidente Frei, que encargó la estrategia de defensa al canciller Insulza.

Con toda la responsabilidad es posible afirmar conforme a derecho que la gestión de Insulza, tránsfuga de cinco partidos políticos al menos, ha incurrido en el delito de traición a la Patria de acuerdo con el derecho penal nacional e internacional.

Así y todo, ha cambiado el escenario, con las consecuentes amenazas de "terrorismo de Estado" hacia los sectores opuestos al pinochetismo, dejando indefensos a muchos nacionales y extranjeros. A decir verdad, procede la extradición en virtud de los delitos cometidos después de 1988, según el parecer de la alta magistratura británica, en virtud de la supuesta legalidad y legitimidad de la ley de Autoamnistía aprobada por el propio general Pinochet en aquel año triste de 1978.

ƑEs posible concebir que una falsa "inmunidad diplomática" podría anular los crímenes contra la humanidad cometidos desde el momento mismo del golpe de Estado de 1973? Creemos que no, la justicia es una sola. Ni la abogada Jones ha negado la existencia de los crímenes internacionales cometidos por la dictadura.

ƑPuede quedar impune de los delitos de genocidio, tortura, secuestro, desaparición forzada de personas, el jefe de una dictadura militar? El pinochetismo ha enfilado, hasta lo que sabemos a escasas horas de conocerse este fallo restringido y modificatorio, sus ataques contra el primer ministro Jack Straw, con base en subterfugios legales que evaden la esencia del asunto: la legitimidad y legalidad de la Extradición, y la improcedencia de la curiosa "inmunidad" de Pinochet porque, entre otras razones, el todavía senador vitalicio, según entiendo, viajaba en una misión destinada a recabar el pago de armamentos, especialmente de los contratos contraidos en los tiempos del "té y simpatía" con la señora Thatcher.

La repercusión es enorme. Se borra el precedente histórico, ante la ausencia de un Tribunal Penal Internacional, de la posibilidad de otorgarle estabilidad y permanencia al Derecho Internacional de los Derechos Humanos.

Insólita idea de juzgarlo en Chile, aduciendo razones humanitarias, razones de Estado, inmunidad bélica, que permite afirmar que estamos en presencia de un "golpe técnico" que hace retroceder profundamente la transición a la democracia; sobre todo a la vista de las próximas elecciones presidenciales del 14 de diciembre de este año.

Para muestra un botón: el propio presidente de la Corte Europea de Derechos Humanos ha declarado que los crímenes contra la humanidad son materia de jurisdicción universal. En este mismo sentido se pronuncian los juristas de la Unión Europea que acaban de visitar Chile recientemente.

Mirando el horizonte sólo podemos señalar que en el marco del nuevo escenario se ha producido una estabilidad de la "democracia militar", en que sólo los abogados de derechos humanos y sectores humanistas de todo tipo se han atrevido a alzar la voz ante los miles de detenidos-desaparecidos durante el régimen de Pinochet desde 1973.

ƑPor quién doblarán las campanas?

 

*Profesor de Derecho Internacional de la Universidad Nacional Autónoma de México. Miembro de la Academia Mexicana de Derechos Humanos. Autor de numerosos artículos y libros en el área del desarrollo y los derechos humanos. En preparación, como coautor, de Pinochet: el paciente inglés, de próxima aparición.