n DISQUERO
Héroes de la música cubana
Al cumplirse 20 años de la Revolución cubana, el asombro del mundo se dividía entre los frutos de esa cuasiutopía y las primeras deserciones, que entonces eran escándalos. La música, ese bien patrimonial cubano, fluía por sus venas abiertas, gozocísima. Ese 1979 se reunieron 30 de los mejores soneros cubanos en los estudios oficiales de La Habana y produjeron una serie legendaria: cinco discos de larga duración titulados Estrellas de Areito, por cuya pésima distribución existían hasta hace poco más como referencia que físicamente. A 40 años de la gesta cubana, la atención mundial sigue puesta en la música cubana, hoy más que nunca merced a su triunfo en territorio yanqui: los Grammy que ganó la trilogía iniciada con Buenavista Social Club. Uno de los participantes en este revival, el timbalero genial Amadito Valdés reavivó la chispa cuando hizo notar a Nick Gold, productor de aquella trilogía, que en las grabaciones de 1979 ''lo que se capturó fue un momento único que no puede ser repetido, un punto culminante en la historia de la música cubana. Es la grabación más importante de los últimos 20 años en Cuba". Uno escucha este rescate discográfico, que circula en México en un álbum doble Estrellas de Areito. Los héroes (Discos Cora Son) y, al mismo tiempo que le baila toditido en el cuerpo dulcemente, no puede uno más que estar de acuerdo con Amadito Valdés. A este álbum le rezumba el mango con hartísimo jícamo, donaire y donosura. Contiene una música irresistible, una música clásica del siglo XX, de piel morena y besos.
Veinte años después...
Además de Amadito Valdés, entre los 30 músicos que grabaron el álbum que aquí juntito se recomienda, figuraron Arturo Sandoval, Niño Rivera, Pio Leyva, Rubén González (sí, nuestro pianista favorito), Jesús Aguaje Ramos, Manuel El Guajiro Mirabal y el mismísimo Paquito D'Rivera. Salvo Rivera y Sandoval, son los mismos que ahora tumban caña con el proyecto Buena Vista Social Club. Rivera y Sandoval desertaron. Ambos se han colocado en el pináculo de la fama por vías diferentes a como lo han hecho sus paisanos que no abandonaron la isla, es decir, Rivera y Sandoval desde fuera, González y compañía desde el epicentro del bloqueo. Rivera y Sandoval fueron, con Chucho Valdés, primeras figuras del entonces glorioso grupo Irakere. Hoy se mantienen en la cima, no sin ciertas simas en su vieja amistad. Y esta historia viene a cuento porque, hablando de rescates discográficos, existe entre la vasta discografía de Paquito D'Rivera un ejemplar que es un tesoro: 40 Years of Cuban Jam Session (Messidor Records), con toda la potencia de la descarga, la ternura del baile de a cachetito, la cachondería sublime del danzón. La pléyade: el gran Cachao, Armandito Romeu, Juan Pablo Torres y, entre otros, el actor Andy García en las congas. Un tesoro en el estilo y tono de los dos volúmenes de Master Sessions (CineSon Records) de Cachao, grabaciones ultrarrecomendables en las que participa (hay filme, conseguible en video, Cachao) Andy García. La música clásica de Cuba en esplendor y gloria. Además, šes primavera! (Pablo Espinosa)