n En la zona forestal de alto riesgo, el norte del país, la situación es crítica


Hacienda no entrega recursos para combatir el fuego

Matilde Pérez U. n Integrantes de la Comisión de Seguimiento del Programa de Combate a los Incendios Forestales manifestaron su preocupación por que la Secretaría de Hacienda no está entregando los recursos comprometidos, y ello ha generado la cancelación de varios cursos de capacitación en diversas regiones del país.

Miguel Angel Vázquez, Alejandro Almaraz y Miguel Angel García indicaron que funcionarios de alto nivel de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap) confirmaron que "los recursos no están fluyendo adecuadamente", y si bien hasta la fecha el número y dimensiones de los incendios forestales no se comparan con los de 1998 la situación es crítica, sobre todo al norte del país.

El reporte más reciente de la Dirección Forestal de la Semarnap señala que en el país se han presentado mil 248 incendios en 29 estados, que han dañado 10 mil 358 hectáreas; además, por las altas temperaturas y escasa humedad, la zona de alto riesgo se localiza en Baja California, Sonora, Chihuahua y Durango.

Por su parte, autoridades comunales de la región de Los Chimalapas, Oaxaca, y de la organización Maderas del Pueblo del Sureste enviaron una carta a la titular de la Semarnap, Julia Carabias, solicitándole reconsidere la estrategia y operativos para la prevención, detección, combate y control de incendios en la zona, ya que el aprobado pone en riesgo la biodiversidad del lugar y generará divisionismo, celos y envidias entre comunidades y familias.

Al escrito, Teodosio Angel Molina, comisariado de Zanacatepec, y los coordinadores de Maderas del Pueblo del Sureste, agregaron su propuesta para prever, detectar y combatir los incendios en esa región, que ocupa casi 600 mil hectáreas y un cuadro comparativo en el que especifican que la propuesta institucional de pago que va de 25 a 50 pesos a cada uno de los diez brigadistas escogidos por las autoridades en cada comunidad, provocará un interés económico individual entre los campesinos y, en el futuro, y posibles negativas de los "no beneficiados" a participar en el combate de los incendios si "no les pagan".

Además, la Semarnap prevé la creación de varias brigadas sin criterios claros, y no establece si la capacitación será especializada y no sólo de "uso del machete y pala", instrumentos usados por los campesinos en sus labores. La duplicidad de funciones entre Semarnap y los gobiernos de Oaxaca--con sus subdelegaciones especiales en Ixtepec, Santa María y Cintalapa-- y Chiapas, podría generar un "manejo político electoral del programa" e ineficiencia operativa. Desde el año pasado, las comunidades de los Chimalapas y Maderas del Pueblo del Sureste sugirieron a las autoridades ambientales que entregaran equipos contraincendios a las comunidades, y que fueran éstas las que designaran quiénes serían los brigadistas, a los que además pedía que se les asignara un salario fijo, ya que sus actividades --durante el primer semestre del año-- serían combatir los incendios o bien difundir las acciones de prevención.

Por la complejidad social y política de esta región --conflictos agrarios e invasiones ganaderas en los límites con Chiapas y Veracruz, y acelerado crecimiento del narcotráfico-- los incendios forestales deben combatirse con la participación de las comunidades.

Pagarles a unos cuantos, además escogidos por las autoridades estatales o federales sin la autorización comunal, sólo genera que la responsabilidad de los pueblos se convierta en interés económico individual y rompe con la estructura del tequio.

En 1998, los incendios forestales dañaron 219 mil hectáreas, de las cuales 19 mil de selva se perdieron totalmente, recordaron, y por ello subrayaron que para prevenir desastres tales se requieren brigadas comunitarias subregionales con material, herramienta y equipo de comunicación adecuados para los siniestros, construcción de torres de observación en once sitios estratégicos y coordinación operativa única.