Construirán en BC un nuevo telescopio
A la caza de estrellas
Norma Avila Jiménez
Nunca se creería que la travesura de dos niños del siglo XVII se convertiría en la semilla para el desarrollo del instrumento que ha permitido al hombre escudriñar el universo ųdesde el punto de vista científicoų y navegar entre sueños plateados y rojizos ųdesde la poesíaų: el telescopio.
La mayoría de los historiadores señalan al holandés Hans Lippershey, un fabricante de lentes, como el primero en diseñarlo en 1608, y Henry C. King, en su libro Historia del telescopio, narra que un par de pequeños, jugando con varios lentes, accidentalmente colocaron dos en determinada posición. Se dieron cuenta de que al mirar a través de ellos se veía más grande la iglesia que estaba enfrente.
Lippershey escuchó sus comentarios, y ya que se fueron repitió ese hecho casual. El nuevo invento fue utilizado en la milicia, hasta que un año más tarde Galileo Galilei construyó el suyo, lo mejoró y dirigió al cielo. Se iniciaba el viaje interestelar para encontrar nuestro origen en los apartados rincones del cosmos. La capacidad visual se prolongaba para abrir las ventanas del universo.
En diversos países se trabaja en el desarrollo de telescopios de alta tecnología que permitan observar cada vez más lejos, con mayor nitidez y corrijan rápidamente las distorsiones que llegan a sufrir las imágenes de los cuerpos celestes estudiados. México se esmera en ello.
En el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), ubicado en la sierra de San Pedro Mártir, Baja California, se construirá el Telescopio Optico Infrarrojo Mexicano (TIM), con el cual se podrá observar aproximadamente cien veces más de lo que actualmente es posible con el telescopio de 2 metros 12 centímetros de diámetro en el espejo, el más grande de ese observatorio.
Salvador Cuevas, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, explica que el TIM tendrá un espejo segmentado de 6 metros y medio de diámetro, y debajo de cada segmento se colocarán actuadores, esto es, una serie de soportes que evitarán que su propio peso lo deforme. Además, dice, contará con la denominada óptica adaptativa, un sistema que permite componer las imágenes de los cuerpos celestes observadas, ya que la luz que emiten sufre alteraciones al atravesar la perturbada atmósfera terrestre.
El OAN está abrazado por una sierra que es albergue de venados, borregos cimarrones, coyotes y pájaros grises, rojos y azules; está cobijado por el cielo más oscuro del hemisferio norte, con noches que arrojan estrellas fugaces, y algunos de sus atardeceres se despiden con aquel casi mágico fulgor verde que muy afortunados lo han llegado a ver. Eso lo convierte en un lugar astronómico-paradisiaco en el que se trabaja con verdadero placer.
Pero en ocasiones, por diversas causas, los científicos tienen dificultades para trasladarse de Ciudad Universitaria a San Pedro Mártir. De allí que una de las metas sea adaptar al TIM un sistema automático capaz de dirigir la cúpula y apuntar el telescopio a control remoto, desde el cubículo del observante en el Distrito Federal. En el monitor de su computadora vería las imágenes captadas por ese instrumento, y hasta las podría imprimir.
Los primeros pasos ya se han dado. Bea-triz Sánchez, directora responsable técnica del telescopio de un metro de diámetro que el Instituto de Astronomía tiene en Tonantzintla, Puebla, ya consiguió que ese aparato sea automatizado y envíe a control remoto imágenes celestes a una computadora ubicada en CU.
Explica que en la consola de mando del telescopio ųdonde se le dan las órdenes de ubicaciónų se instaló un sistema de red para establecer comunicación vía Internet. "Las coordenadas a las que debe apuntar el telescopio salen del Instituto de Astronomía en CU, pasan a la Dirección General de Cómputo Académico y luego a Puebla, a través de fibra óptica. Asimismo, es posible enviar las coordenadas a una cámara colocada en ese aparato para obtener una fotografía que se despliega e imprime en el DF. La adquisición de imágenes ya es un hecho", y muestra con orgullo la primera impresión obtenida: el cúmulo de estrellas M3, ubicado en la constelación de la Osa Mayor.
"Actualmente, aún se necesita la ayuda del asistente de cúpula en Puebla para que la gire a donde sea necesario, pero próximamente también estará automatizada", subraya. Además, dice, se pretende instalar en Tonantzintla una estación meteorológica, que indicará a control remoto el estado del tiempo, punto esencial para saber si es posible abrir la cúpula o no.