n En defensa de la democracia, el refugio al ex general: Buenos Aires
Asunción buscará revertir el asilo de Oviedo y Cubas
Afp, Ap y Reuters, Asunción, 30 de marzo n Paraguay anunció hoy que intentará revertir el asilo político que Brasil y Argentina otorgaron al ex presidente Raúl Cubas y al ex general golpista Lino Oviedo, respectivamente, mientras Buenos Aires aseguraba que el asilo al polémico militar retirado, quien se encuentra alojado en la hacienda de un asesor del presidente Carlos Saúl Menem, se decidió "en defensa de la propia democracia".
Desde Roma, Menem declaró que la decisión de brindar asilo a Oviedo fue tomada en cumplimiento de los pactos firmados por Argentina sobre derecho de asilo.
Interrogado sobre las acusaciones de sedición que recaen en Oviedo, el mandatario argentino afirmó sorprendido: "Lo mismo se podría decir de otras personas que gozan de asilo político, como (Alfredo) Stroessner o el mismo Cubas en Brasil".
En Buenos Aires, el ministro del Interior, Carlos Corach, aseguró que el otorgamiento de asilo político fue una decisión "consensuada con los principales actores internacionales de la región".
Agregó que "no hemos pensado en pagar ni en cobrar costos políticos, sino que hemos tomado una decisión meditada con los países amigos del continente y del Mercosur", unión aduanera que Paraguay integra junto con Uruguay, Brasil y Argentina.
Sin embargo, el ministro de Justicia argentino, Raúl Granillo Ocampo, dijo que el asilo de Oviedo podría quedar sin efecto si la justicia paraguaya reclama "formalmente" la extradición del ex militar.
Por su parte, el vicecanciller Andrés Cisneros aseguró que "comprende" los dichos del presidente paraguayo Luis González Macchi, quien calificó de "lamentable" la decisión del gobierno argentino.
Oviedo, quien huyó junto a su familia de Paraguay apenas su ahijado político renunció a la presidencia, está alojado en una lujosa casa de campo en la provincia de Buenos Aires, de propiedad del empresario y amigo suyo Arnaldo Martinenghi, también asesor del presidente Menem.
Los medios de prensa argentinos aprovecharon hoy para recordar que Argentina apresuró su decisión de asilar a Oviedo debido a la estrecha relación del ex militar paraguayo con Menem y varios de sus funcionarios: "Asilo con pensión completa", dice el diario Página 12, mientras que uno de los titulares de Clarín es: "El vínculo entre Menem y Oviedo, una relación de amistad y secretos lazos políticos".
La concesión del asilo desató una fuerte polémica, ya que la oposición repudió la medida, e incluso el vicepresidente Carlos Ruckauf reclamó a Oviedo que "tome la decisión de irse del territorio nacional".
En Asunción, el secretario general de la presidencia, Juan Villamayor, anunció el comienzo de gestiones diplomáticas para la devolución del "prófugo golpista".
Sin embargo, el nuevo gobierno no pareció poner énfasis en repatriar a Cubas, quien fue llevado al sur de Brasil la noche del lunes en un avión de la fuerza aérea brasileña junto con su mujer y dos hijas.
El canciller brasileño, Luis Felipe Lampreia, aseguró hoy que Cubas no negoció su asilo político, y en cambio afirmó que su país continuó con su tradición de acoger a personas que se sientan amenazadas dentro de sus propias naciones.
En Brasil también recibió asilo el ex dictador Stroessner, quien gobernó Paraguay durante 35 años hasta que un golpe de Estado lo derrocó en 1989.
"Paraguay es un país muy importante para nosotros porque además de la hidroeléctrica de Itaipú, que da el 30 por ciento de la energía eléctrica del sudeste (de Brasil), es un país con el cual tenemos una extensa frontera y donde viven más de 300 mil brasileños", añadió Lampreia.
El diario O Estado de Sao Paulo había afirmado hoy que el presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, convenció a Cubas de que renunciara durante una conversación telefónica el domingo, para evitar más violencia en Paraguay.
A Cubas se le permitirá permanecer en Brasil, donde posee una casa en la playa de Camboriú, en el estado de Santa Catarina, por un periodo limitado, aunque su asilo es renovable, precisó Lampreia.
Entre tanto, Federico Bouzas, ex embajador uruguayo en Paraguay, dijo hoy, en declaraciones a una radio de Montevideo, que sus contactos con Oviedo, mientras estuvo al frente de la sede diplomática en Asunción, se inscribían en "mi deber de mantener contactos y relaciones con todos los dirigentes políticos paraguayos, fueran de la fracción política que fueran".
Poco antes, y a través de la misma emisora, el senador paraguayo Francisco de Vargas había lamentado "el comportamiento del oficialismo uruguayo" a través del embajador Bouzas, que "se declaró abierto admirador de Oviedo".
La polémica se instaló luego que el senador paraguayo Juan Carlos Galaverna reiterara sus acusaciones al "entorno" del presidente uruguayo, Julio María Sanguinetti, por "no colaborar" en la búsqueda de una salida a la crisis que vivió Paraguay.
Galaverna, quien juró esta noche como presidente del Congreso de su país, acusó al gobierno de Sanguinetti de haber permanecido "ajeno" a la crisis política, prefiriendo "los cumplidos y el formulismo".
Mientras, los procesos judiciales contra los colaboradores de Cubas comenzaron de inmediato: el ex vicepresidente Angel Seifart, aliado de Oviedo, fue detenido por instigar a la violencia poco antes de los asesinatos del viernes.
Otro juez impartió órdenes de captura contra el director del matutino La Nación, Osvaldo Domínguez, el editorialista del mismo diario, Alberto Vargas, el locutor Raúl Melamed y el director de la radio Nanawa, Juan Carlos Bernab, todos acusados de instigar a la violencia.
Bernab, el único capturado hasta ahora, llamaba la semana pasada a "golpear duro con todo lo que haya al alcance de la mano" a los opositores a Cubas.
A su vez, el fiscal general del Estado, Aníbal Cabrera, pidió este martes el procesamiento del ex ministro de Hacienda Gerardo Doll, acusado de haber ordenado el viernes la transferencia de un millón de dólares a la cuenta corriente de la Presidencia de la República, que se realizó la tarde de ese día, supuestamente para financiar a los francotiradores oviedistas que dispararon contra los manifestantes.