n El maíz y frijol que hay en bodega, insuficiente como reserva estratégica: Anec


Comienza el lunes la liquidación de mil 200 trabajadores de Conasupo

n Algunos de sus empleados podrían ser "absorbidos" por las empresas Liconsa y Diconsa

Angélica Enciso L. n El lunes próximo comenzará la liquidación de los mil 200 trabajadores que laboran en la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo). Se prevé que algunos sean absorbidos por Leche Industrializada (Liconsa), y Distribuidora e Impulsora Comercial (Diconsa), empresas que asumirán las funciones de la paraestatal.

Asimismo, se estima que este mes se publicará en el Diario Oficial el decreto en el que se establece la desaparición de ésta.

Según información de Conasupo, en esas empresas, sectorizadas en la Secretaría de Desarrollo Social, podrían ser recontratados los trabajadores operativos que laboraban en Conasupo, ya que ellas harán las dos actividades que hasta ahora realizaba: las importaciones de leche en polvo y el abasto de maíz y frijol a las zonas rurales .

Por otro lado, la paraestatal aún cuenta con reservas de maíz por 600 mil toneladas y de frijol por cien mil toneladas, que compró en Chihuahua, Chiapas, San Luis Potosí, estado de México, Jalisco, Veracruz y Yucatán. A partir de este momento se prevé que las reservas sean manejadas por Diconsa, aunque según documentos de esa empresa, para todo el año prevé la adquisición de sólo 640 mil toneladas de maíz, para abastecer las zonas rurales más aisladas.

Anualmente, el consumo humano de maíz es de 13 millones de toneladas, por lo que al mes el promedio es de poco más de un millón de toneladas.

Debido a las bajas compras que prevé esa empresa, éstas no podrían funcionar como "reserva estratégica" del gobierno en casos de especulación o escasez del grano, consideró Víctor Suárez, dirigente de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras (ANEC). Desde el sexenio salinista desapareció el manejo de reservas para garantizar el abasto emergente o regular el mercado, y el gobierno en esos casos ha recurrido a las importaciones, agregó.

Según la ANEC, México carece de reservas estratégicas de maíz desde el sexenio pasado, cuando las autoridades consideraron que era un costo innecesario mantenerlas si se podía comprar a Estados Unidos el grano requerido.

Explicó que en caso de emergencia, como la sequía que se presentó el año pasado, el gobierno federal ha importado maíz, y no dispone de mecanismos internos para abastecer el mercado doméstico. Esto último se ha evidenciado con el incremento en las importaciones en los últimos cuatro años, ya que en 1996 se llegó al nivel récord de 5.6 millones de toneladas, y en 1998, cifras preliminares ubican las compras en 5.2 millones de toneladas.

La decisión de dar por terminadas las reservas, explicó Víctor Suárez, es coherente con la política de privatizaciones planteada para el sector agropecuario. Estimó que el no contar con ellas implicaría que no hay acontecimientos que afecten la disponibilidad de granos, pero esta es una "política de apuestas. Se apuesta a que siempre habrá reservas disponibles en Estados Unidos, y a que no habrá eventos financieros catastróficos que hagan muy caro importar".

Precisó que los países con dependencia alimentaria son los que carecen de reservas, como sucede en la mayor parte de América Latina, Africa y Asia, y que los que cuentan con reservas son Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, China e India. Agregó que los países sin reservas son "los que dan la espalda a los productores y a los consumidores, los que confían ciegamente en que el mercado resolverá los problemas de seguridad alimentaria, los vulnerables económica y políticamente, los que han renunciado a su soberanía". Ahora la estrategia de acopio la tiene el sector privado, pero su prioridad no es la seguridad alimentaria, sino la ganancia, por lo que ANEC propone revalorar el papel del Estado en los mercados.