n La breve entrevista, en un restaurante del Centro Histórico


Encuentro "casual" de Zedillo y Cárdenas

David Aponte n El restaurante Danubio, ubicado en Centro Histórico capitalino, convocó en una "mera coincidencia" al presidente Ernesto Zedillo y al jefe de Gobierno del DF, Cuauhtémoc Cárdenas. Al sitio llegaron políticos, empresarios y periodistas de la televisión. Cada cual en su mesa. Tarde de saludos, abrazos y apretones de manos, que culminó con la fotografía del recuerdo de algunos comensales y el jefe del Ejecutivo.

"šFoto a peso!", exclamó el mandatario.

En la ciudad más grande del mundo, Zedillo y Cárdenas concurrieron en el salón de la planta baja del Danubio.

Antes de ocupar su lugar al fondo del restaurante, el jefe de Gobierno cruzó por el pasillo donde el Presidente conversaba y compartía una fuente de mariscos con los líderes de las fracciones parlamentarias del PRI en el Congreso de la Unión, María de los Angeles Moreno y Arturo Núñez Jiménez.

El encuentro fue "casual", ante los ojos de los reporteros de la fuente presidencial y de otros periodistas de la del gobierno capitalino.

ųƑCómo está? ųinició el Presidente.

ųBien...

ųYa me dijeron del proyecto sobre el Zócalo...

ųA ver si lo va a ver ųinvitó Cárdenas.

ųSí...ƑY salió caro?

ųCreo que no.

ųQué gusto verlo ųdijo el Presidente.

ųQué gusto verlo y qué gusto saludarlo ųrespondió Cárdenas en el mismo tono.

ųA ver si comemos un día de estos usted y yo ųmanifestó el Zedillo.

ųCuando quiera, cuando usted guste.

ųAndele ųconcluyó el mandatario.

La presencia de los personajes ocasionó expectación y curiosidad entre los comensales: "Mira, mira, allí está el presidente Zedillo". "Sí, sí, pero también está Cárdenas", murmuraban. Otros clientes del restaurante bromeaban: "No más fotos, no más fotos, por favor".

El momento de las complacencias

 

Por segunda ocasión en el curso del sexenio, Zedillo acudió al lugar de la calle Uruguay. La primera vez estuvo con Emilio Chuayffet, Carlos Almada, Arturo Núñez y Natividad González Parás, el 28 de diciembre de 1995. La foto de aquella comida está en las paredes del restaurante. Por cierto, en una de ellas cuelga un cuadro fechado en 1998 con los buenos de-seos del ahora gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz: "Ojalá y la economía funcionara tan bien como el restaurante Danubio".

Los invitados del Presidente, quien bebió cerveza, comenzaron con una sopa de almejas. Después, pidieron langostinos al mojo de ajo. En esas estaban cuando el comediante Héctor Lechuga hizo su aparición. Zedillo se levantó de su lugar para saludar efusivamente a Lechuga, en la tarde de coincidencias.

Algunos periodistas rodearon la mesa del Presidente y otros dieron un empujón a Lechuga. "Así me tratan en todas las giras", se quejó Zedillo.

ųPero qué bueno que llegaste, porque no me habían hecho caso ųbromeó el mandatario.

Los saludos y las fotos con el jefe del Ejecutivo continuaron. El niño René Molina caminó hasta la mesa de los políticos y pidió una fotografía con el Presidente. "Claro, claro", respondió.

Dos mesas atrás, Cárdenas comía con el periodista Abraham Zabludovsky. Una mesa adelante del jefe de Gobierno de la ciudad de México, el empresario Julio A. Millán departía con algunos familiares y amigos.

Zedillo y los legisladores del PRI cerraron con pastel bartolito y café. "ƑCómo estuvo la plática?", le preguntaron a María de los Angeles Moreno. "La plática excelente. Fue mejor que la comida", expresó la senadora.

El Presidente se levantó de la mesa, una vez que el Estado Mayor Presidencial cerró la cuenta en mil pesos. Los comensales comenzaron a pedir la fotografía del recuerdo. La primera con el empresario Millán y sus acompañantes. Luego el grito de una mujer, ubicada en una mesa del lado izquierdo del salón: "Don Ernesto, Ƒle incomodaría sacarse una foto con nosotros?"

ųšFoto a peso! ųbromeó el mandatario, quien accedió a la petición de la señora.

En el tumulto de periodistas y reporteros gráficos, alguien tiró un vaso de alguna de las mesas cercanas a los políticos. Zedillo miró al suelo y dijo: "ƑYa ven? Ya me hicieron perder el peso".

Entre aplausos de algunos de los comensales y acompañado por los legisladores priístas, el Presidente salió del Danubio. Afuera saludó a algunas personas que se concentraron en la calle Uruguay. Antes de subir a su camioneta, un reportero le preguntó si tomaría vacaciones de Semana Santa. Zedillo respondió que sí.

 

"Mera coincidencia"

 

Al fondo del restaurante, Cárdenas explicaba a los reporteros que todo había sido una mera coincidencia. "Yo tenía cita aquí con Abraham, para reunirnos a comer el día de hoy, y al entrar vi que estaba el Presidente comiendo, lo que me dio la oportunidad de saludarlo".

ųƑCuándo se sienta a comer con él?

ųCuando él guste.

ųƑCómo ve su propuesta (la de Zedillo) para continuar el diálogo con los partidos políticos?

ųCreo que el diálogo entre quienes son representantes de distintas fuerzas políticas es muy sano para el país. En el intercambio de ideas y de los problemas de la nación, y que se conozcan, eso es muy importante.

Cuauhtémoc Cárdenas aprovechó para expresar que no le preocupa la actual situación del PRD, derivada del proceso de selección de la nueva dirigencia; afirmó que no está en campaña política rumbo al 2000, y rechazó que el diputado Porfirio Muñoz Ledo sea motivo de división entre los perredistas.

Tarde de coincidencias en el Danubio. Tarde de saludos y abrazos que culminó con fotografías "de a peso" con el Presidente de la República...