La Jornada sábado 3 de abril de 1999
Precisa sobre opiniones de Muñoz Ledo
Señora directora: En la edición del miércoles 31 de marzo del diario a su digno cargo se publicó la nota titulada "Increpa Muñoz Ledo a la prensa por no cubrir reunión con el Ejecutivo". Lo anterior es incorrecto porque increpar, según el diccionario María Molinar, proviene del latín increpare y éste de crepare, que significa hacer ruido. La primera acepción del citado diccionario es: "Reprender a alguien duramente dirigiéndole censuras graves", la segunda: "Dirigir insultos a alguien".
Como se ve, Muñoz Ledo no increpó a nadie. Lo que ocurrió, y así lo dice la nota, es que el legislador perredista externó, en una conversación amistosa con los reporteros, su extrañeza porque ningún periodista estuvo presente en un evento tan importante como fue la reunión entre los poderes Legislativo y Ejecutivo en la sede de este último, el martes 30.
El acertijo pronto se aclaró. Al coordinador de Comunicación Social de la Presidencia, Fernando Lerdo de Tejada, le pareció prudente darle a ese encuentro carácter "privado", por lo que los periodistas no pudieron acudir.
Sin otro asunto, agradeceré la publicación de la presente. Atentamente
Alfonso Morales Escobar, director de Comunicación Social del Grupo Parlamentario del PRD
Despedido de su trabajo por participar en protestas en la UNAM
Señora directora: Soy alumno de la Facultad de Derecho de la UNAM, presidente honorario de la generación 94-98 y miembro del grupo Zavinos. El 11 de marzo, nuestra universidad realizó un paro de labores por 24 horas para manifestarse en contra de la propuesta de reformas al Reglamento General de Pagos de la UNAM, hecha por el rector Francisco Barnés de Castro.
Ese día, cientos de estudiantes de la Facultad de Derecho, entre los que me encontraba, realizamos por la mañana una manifestación pacífica en la explanada principal, como lo puede asegurar una de las reporteras de La Jornada, para protestar contra la propuesta de reformas y exigir un debate con el director de nuestra facultad, Máximo Carvajal Contreras, para argumentar jurídicamente la defensa de la educación gratuita y la inconstitucionalidad de tales reformas, negándose en un principio a tal diálogo y cediendo finalmente a realizarlo en fecha próxima, ante la insistencia de los demás estudiantes y por la presencia de la prensa.
Por el hecho de defender la gratuidad de la educación media superior y superior en la UNAM, al día siguiente se me dijo en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, donde prestaba mis servicios, que ''por los destrozos hechos en la universidad el día anterior, ese tribunal ya no estaba en condiciones de recibirme'', cabe señalar que el titular del tribunal es Pedro Ojeda Paullada, maestro de la Facultad de Derecho y amigo íntimo del doctor Carvajal Contreras, así como ex presidente nacional del PRI y quien presumo que por ''consejo'' del director de Derecho resolvió tomar dicha acción.
También se me dijo que si rectificaba mi actitud, si dejaba de actuar en el movimiento en contra de las cuotas y ofrecía una disculpa, se podría considerar mi situación dentro del tribunal, a lo cual me negué, pregunto: ƑDe qué tenemos que disculparnos los universitarios que defendemos la gratuidad de la educación? ƑDe qué tenemos que disculparnos los abogados que legalmente defendemos a la nación a quién y por qué? Es indudable, que lo anterior es un acto de represión ejercida por las autoridades universitarias y el gobierno federal por manifestarme en contra del aumento de cuotas en la UNAM, haciéndose valer para tales efectos, del amiguismo y compadrazgo que imperan dentro y fuera de la universidad, que este hecho representa una sanción extra universitaria y que los problemas de la universidad no se resuelven dentro de la misma, como lo asegura el doctor Barnés, pues son ejercidos los poderes públicos para imponer autoritariamente criterios que violan el espíritu de la Constitución, como lo es la libertad de ideas y la libre manifestación de éstas.
Hago un llamado a la comunidad universitaria y a la sociedad en general para que este tipo de hechos sean erradicados totalmente de nuestra vida cotidiana, que la represión no sea el argumento falaz de las autoridades universitarias y del gobierno federal.
Por lo anterior, denuncio la represión que existe en la UNAM, de la cual es partícipe el gobierno federal, así como responsabilizo a las autoridades universitarias y en específico al doctor Carvajal de lo que me pudiera ocurrir a mí y a mis familiares. La fuerza de los argumentos a favor de las cuotas es endeble, por eso las autoridades recurren a otro tipo de actitudes para reprimir el movimiento a favor de la gratuidad de la educación; sus argumentos son la fuerza y la represión, lo nuestro, el derecho y la razón. Nada por la fuerza todo por la razón. Atentamente
Irving Espinosa Betanzo
Aclara información sobre un Perfil
Señora directora: Mucho le agradecería publicar en El Correo Ilustrado la siguiente aclaración sobre datos imprecisos publicados en el Perfil de La Jornada del lunes 29 de marzo, al parecer, redactados por el señor Humberto Ortiz.
En el texto ''Tláhuac. En riesgo por la mancha urbana'', se lee en el antepenúltimo párrafo: ''...pero la mayoría desconoce que no dispone de servicios de salud federales ni locales; tiene solamente 12 centros de salud y ningún hospital de especialidades''. Al respecto, quiero informar a los lectores que lo que el autor de la nota desconoce es que en Tláhuac la Secretaría de Salud del Distrito Federal cuenta con una red de servicios de atención médica y sanitaria para toda la población. De ella, forma parte la Jurisdicción Sanitaria, responsable del primer nivel de atención, mediante 14 centros de salud, con 43 consultorios médicos (seis de los cuales ofrecen servicio matutino y vespertino de lunes a viernes, además de tres, que laboran 12 horas, los sábados, domingos y días festivos), 17 unidades dentales, dos laboratorios, y una unidad de rayos X. Además de la atención médica, la Jurisdicción es responsable de la Vigilancia Epidemiológica en toda la delegación y la Vacunación Universal. El personal que labora en las unidades se ha visto reforzado en los últimos seis meses, con la incorporación de 140 educadoras familiares que promueven la salud en las áreas de mayor marginación, como parte de un programa estratégico estatal para extender la cobertura en el DF. El segundo nivel es atendido por el Hospital materno-infantil de Tláhuac y sus dos unidades periféricas. Por razones de regionalización operativa, las especialidades básicas se refieren al Hospital General de Milpa Alta, y al resto de los Hospitales de la red en la ciudad de México. Lo que en realidad no existe en Tláhuac son unidades de atención para derechohabientes de la seguridad social (IMSS, ISSSTE), los cuales son atendidos sin restricción en los servicios antes citados.
Es necesario reconocer que debido al acelerado crecimiento demográfico, en Tláhuac hace falta expandir la red de servicios de atención médica. Se tienen proyectados tres centros de salud en puntos estratégicos de la delegación; sin embargo, los recortes presupuestales a obra pública del DF impiden por el momento su construcción, lo que debería llamar la atención de la opinión pública.
Por último, quisiera recordar a los lectores que Tláhuac es internacionalmente conocido, no por la feria del mole que en realidad se celebra anualmente en San Pedro Atocpan, Milpa Alta, sino por la celebración del Día de Muertos en Mixquic.
Agradeciendo de antemano su atención, quedo de usted fraternalmente. Atentamente
Juan Manuel Castro Albarrán, director de la Jurisdicción Sanitaria Tláhuac
Respuesta del reportero
Señora directora: En respuesta a la aclaración de Juan Manuel Castro Albarrán, director de la Jurisdicción Sanitaria Tláhuac, puntualizo que los datos contenidos en el Perfil de La Jornada del pasado 29 de marzo fueron proporcionados por la delegación política y no son una invención mía. Por la premura con que se recabaron las informaciones del diagnóstico delegacional, fue imposible ampliar los datos, tal como el funcionario y este reportero hubiesen querido. Por lo demás, reconozco mi error al confundir la internacionalmente conocida celebración del Día de Muertos en Mixquic con la tradicional feria del mole, y por eso ofrezco disculpas a los lectores. Atentamente
Humberto Ortiz
Agredieron a su hija en la línea Primera Plus
Señora directora: Le pido por favor publicar la siguiente carta de denuncia contra la compañía de autotransporte de pasajeros Primera Plus, por el acto de agresión física y emocional de que fue objeto mi hija Lucía, estudiante universitaria de 20 años.
Los hechos son los siguientes: el domingo 21 de marzo mi hija abordó la unidad 2844 que salió de la ciudad de México a las 11:00 am con destino a León, Guanajuato. Mi hija llevaba consigo un paquete relativamente pequeño que contenía una parte de su computadora. De pronto, el conductor le pidió de manera altanera que bajara su paquete del compartimento donde lo había colocado y que lo pusiera en el suelo. Mi hija le dijo que así lo haría.
Conforme se acercaba a mi hija la voz del conductor se hacía más agresiva, parecía fuera de control o bajo los efectos de alguna droga. El conductor se paró de manera intimidatoria entre mi hija y el compartimento donde estaba la computadora, de tal manera que además de intimidarla física y verbalmente le impedía tomar el paquete y bajarlo. Mi hija le pidió que no le hablara en ese tono y que ella se merecía respeto. El conductor no dejaba de intimidarla y mi hija le dijo que pondría una queja ante la compañía por ese mal trato del que era objeto. El conductor, sin bajar su tono amenazador, le respondió que él mismo la llevaría ante un módulo de quejas y acto seguido desvío la unidad y se paró ante uno de estos módulos, se bajó y volvió a subir con cuatro sujetos que venían armados con gases y se lo rociaron a mi hija en la cara, provocándole síntomas de asfixia.
Quisiera saber qué harían estos valientes empleados de Primera Plus si se enfrentaran, no a una jovencita de 20 años, sino a otros delincuentes igual que ellos. Mi hija salió del autobús a tomar aire y volvió a subir. Los sujetos descendieron y el chofer reanudó el viaje como si nada hubiera pasado rumbo a León. Ninguno de los pasajeros mostró ninguna señal de apoyo y parecieron no registrar este acto de violencia.
Me dirijo a las autoridades, a los dueños de la empresa Primera Plus, a la Comisión Nacional de Derechos Humanos y ante la opinión pública para denunciar este acto de violencia que da cuenta fiel del estado de terror en el que vivimos los mexicanos hoy día y ante lo cual nadie parece tener voluntad de intervenir. Atentamente
José Luis Lezama, profesor-investigador de El Colegio de México