DINERO Ť Enrique Galván Ochoa

Ť Bancos: de crisis en crisis

Ť Radisson, nuevo dueño

Ť Jerónimo Arango Arias

Arranca hoy en Acapulco la convención anual de los banqueros, quienes tienen más preguntas que respuestas sobre su futuro. En los últimos cuatro sexenios el negocio ha venido de más a menos. Un tiempo fue el sistema bancario con mayor poderío económico de América Latina, pero hoy se encuentra en crisis, después de vivir los experimentos de distintos presidentes de la República. En la década de los setenta, los bancos fueron estatizados por el presidente López Portillo; luego estuvieron en manos de la burocracia, durante los seis años del presidente De la Madrid. Entonces llegó Salinas de Gortari y los repartió entre sus amigos, algunos de los cuales están en la cárcel y otros están sometidos a juicio en distintos tribunales, y finalmente, llegó el presidente Zedillo e ideó un rescate. Sin embargo, le han resultado muchas insuficiencias a su ejecución y ha dejado sobre las espaldas del país una deuda que se presume ya excedió 600 mil millones de pesos y va en ruta de alcanzar el millón de millones. La ley del Fobapan -armada, desarmada y vuelta a armar con retazos de la idea original del doctor Zedillo, más las contribuciones del PAN- sigue en la hielera legislativa. En una entrevista de prensa que el presidente de Banamex, Roberto Hernández, concedió a diversos medios de comunicación, expresó este pensamiento de crudo realismo: ``En México hemos ido de crisis en crisis y los más interesados en evitar que las sexenales se repitan, somos los administradores de los bancos, porque nos dañan en forma muy importante. Si se analizan hoy los indicadores de la banca, éstos van en muy buena dirección, pero no necesariamente muestran que hayamos salido de la crisis''.

Radisson

Unas empresas parecen seguir la máxima de ``zapatero a tus zapatos'', mientras otras continúan expandiéndose en distintas direcciones. La constructora ICA es de las primeras. Ayer anunció que vendió a Grupo Carso el hotel Radisson en 18 millones de dólares. Se trata del edificio de cinco estrellas que se encuentra bordeando el anillo Periférico, por el rumbo de Perisur.

Don Jerónimo

Vive tan alejado de los reflectores de la publicidad y la política, que, difícilmente, hay algún episodio que narrar sobre su vida. Sin embargo, valga su desmentido deceso para atribuirle una anécdota imaginaria. Se cuenta que uno de sus amigos se topó con don Jerónimo Arango tomando café en uno de sus Vips, que junto con los Aurrerá y los Suburbia integran Cifra. Le dice:

-Jerónimo, que bueno que te encuentro. Me dijeron que habías fallecido.

-Para nada -contestó don Jerónimo-. Aquí me tienes como siempre.

-Oye, pero si hasta se publicó en la columna Dinero

-Te digo que no -repuso sonriente-. Si estuviera muerto ¿para qué lo iba a negar?

Efectivamente, no fue don Jerónimo Arango Arias quien falleció, sino su señor padre, don Jerónimo Arango Díaz. Abónese a mi cuenta que antes de publicar la nota traté de aclararla. Llamé, primero, a la oficina de don Cesáreo Fernández, presidente del consejo de Cifra y su secretaria, Lucero Cruz, me remitió con la vicepresidenta de Relaciones Públicas, Mercedes Aragonés. Esto sucedía el lunes después de Semana Santa y Aragonés no se hallaba en su oficina, por lo que dejé con su secretaria mi teléfono y no se reportó. Ayer envió una nota aclaratoria, que hubiera sido más útil antes que después.

[email protected]

fax 01.735.61348