n La postura del Ejecutivo se mantiene invariable
Plantea Téllez desaparecer Luz
y Fuerza y desintegrar la CFE
Miriam Posada y Andrea Becerril n El proyecto de reglamentación secundaria entregado ayer al Senado de la República por el secretario de Energía, Luis Téllez, plantea la desaparición de Luz y Fuerza del Centro y la desintegración de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), además de la concesión de las plantas hidroeléctricas y la posibilidad de que se den prácticas monopólicas luego de la apertura al capital privado.
Después de dos meses de discusiones, de seis foros regionales y propuestas de modificación de diversos sectores sociales, el gobierno federal mantiene invariable su propuesta de restructuración de la industria eléctrica, la que se plasma en el borrador de la legislación reglamentaria a la iniciativa presidencial para privatizar el sistema eléctrico nacional.
En ese borrador, que Téllez puso a disposición de los senadores, se plantea ya de manera directa la desaparición de Luz y Fuerza del Centro y la transformación radical de la Comisión Federal de Electricidad al desintegrarla y convertirla en un ente que atiende la transmisión y la generación de energía nuclear. La CFE queda reducida a un intermediario al servicio de generadores, comercializadores y distribuidores, todos ellos privados.
En ese documento "para discusión" según lo definió Téllez, con miras a lograr el voto del PAN para modificar los artículos 27 y 28 de la Constitución, se ratifican las preocupaciones que diversos sectores de la sociedad han venido manifestado y que la Secretaría de Energía todavía ayer negaba.
A través de esa reglamentación se da carta abierta a la especulación de las empresas de distribución y comercialización de electricidad, que tendrán zonas reservadas para atender a su antojo a los pequeños consumidores, que hoy en día llegan a un número ligeramente superior a 20 millones de usuarios, pero también a esos no más de mil usuarios calificados que consumen las tres cuartas partes de la energía eléctrica en el país y quienes podrán establecer asociaciones con generadores, distribuidores y comercializadores en condiciones por demás ventajosas.
El borrador contiene tres anteproyectos: el primero, para crear una nueva ley eléctrica; el segundo, para crear una nueva ley orgánica de la CFE; y el tercero, para crear el Centro de Operación del Sistema Eléctrico Nacional (COSEN).
Se trata de constituir otra estructura eléctrica, en la que Luz y Fuerza del Centro desaparece. El tercer artículo transitorio del anteproyecto de Ley de la Industria Eléctrica precisa que ese organismo, en que laboran los 35 mil trabajadores del SME, sólo operará hasta en tanto se lleve a cabo la restructuración del sector.
En cambio, la Comisión Federal de Electricidad seguirá existiendo, aunque limitada al máximo, como operadora de la red nacional de transmisión y encargada de la generación de electricidad de origen nuclear.
En el anteproyecto de ley del COSEN se detalla además ųtransitorio segundoų que luego de la entrada en vigor de la misma, "los bienes de CFE y Luz y Fuerza del Centro se transferirán al COSEN para constituir su patrimonio y cumplir con su objeto".
Según los artículos 33, 34 y 35 del anteproyecto de Ley de la Industria Eléctrica, se permitirá la concesión de los bienes de dominio público que forman parte de las centrales hidroeléctricas y se podrá producir electricidad en esas plantas, únicamente con el requisito de que la Comisión Reguladora de Energía dé el permiso. Incluso una misma empresa deberá operar las centrales hidroeléctricas ubicadas en un mismo cauce.
Aunque el secretario Téllez aseguró ayer, durante su comparecencia, que no habrá "Fobaproa eléctrico" y que en la legislación reglamentaria habrá varias figuras normativas para sancionar a los concesionarios, lo cierto es que por las intervenciones la requisa y el término de concesiones planteadas ųfiguras obligadas por la naturaleza pública del servicioų al final el gobierno tendrá que responsabilizarse de las obras y de su servicio. No se plantea otra opción.
Por lo que se refiere a otra de las preocupaciones centrales planteadas por académicos, técnicos, partidos políticos y sindicalistas, en la que ayer insistió la fracción del PRI en el Senado, de evitar la formación de monopolios privados, en la legislación reglamentaria se posibilita que de aquí al año 2003 se constituyan y operen esos monopolios.
Los artículos 30, 39 y 61, referidos a prevenir asociaciones y prácticas monopólicas, entrarán en vigor dentro de cinco años y mientras, según se desprende de la lectura del borrador, las empresas podrán actuar a su antojo y asociarse, reagruparse y consolidar su poder.
Asimismo, en los capítulos 14, 15 y 16 del anteproyecto de ley eléctrica se legitiman las figuras de concesión, intervención y requisa, quedando la CFE como encargada de resolver y atender todos los problemas técnicos, económicos y sociales derivados de la aplicación de esas reglamentaciones. Es decir, si una compañía generadora quiebra y deja de proporcionar el servicio, el Estado intervendría vía CFE para no poner en riesgo el suministro de energía.
Las sanciones económicas no tienen gran relevancia, pues en un apagón generalizado, la multa máxima en una zona de distribución es de 3 millones de dólares, que equivaldría a un dólar y medio por usuario.
En cuanto a tarifas, la Comisión Reguladora de Energía ųque a la fecha, según señalan académicos de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, no resuelve los problemas del precio de compra de excedentes ni los precios de transmisión de energía eléctrica en las redes de alta tensiónų será la encargada de elaborar las metodologías para el cálculo de las tarifas y nada garantiza que se mantengan y menos aún que bajen.
Los subsidios efectivamente siguen existiendo, pero se subraya que serán otorgados por los gobiernos federal, estatal y municipal a los usuarios de bajos recursos, por conducto de los concesionarios. En el recibo se señalaría la cantidad de energía consumida, su precio y el monto del subsidio que se otorgue a la familia beneficiada.
Aunque el secretario de Energía aseguró en el Senado que "el gobierno velará por el respeto absoluto de los derechos de los trabajadores de CFE y de Luz y Fuerza, tanto activos como jubilados", en el proyecto de reglamentación secundaria sólo se alude a la capacitación de los trabajadores que queden en la disminuida Comisión Federal de Electricidad y sus organismos subsidiarios o las empresas que asuman sus funciones.
Todo ello va a en contra de las propuestas que los senadores del PRI plantearon a Téllez durante su comparecencia. El priísta Manuel Medellín insistió en que el Estado debe "mantener la exclusividad de la generación geotérmica y el sector paraestatal debe quedarse con todas las hidroeléctricas".
Exigió que el Estado no se restrinja al control operativo en el campo de la transmisión, sino a su manejo integral, incluyendo la expansión y el mantenimiento de la red, ya que no debe haber ninguna concesión sobre el nervio central de la industria eléctrica.
Medellín advirtió que los senadores del PRI se adelantaron a los criterios de la regulación secundaria. No conocía seguramente el contenido del borrador que el funcionario les haría llegar.