n Labastida Ochoa


Se impedirá que se agrave el conflicto en Chiapas

El secretario de Gobernación, Francisco Labastida Ochoa, desestimó que la situación en Chiapas pueda agravarse por los últimos hechos ocurridos en San Andrés Larráinzar, donde el miércoles pasado priístas y policías estatales desalojaron la sede del concejo municipal autónomo y 24 horas después indígenas zapatistas volvieron a ocupar las instalaciones.

Indicó que de acuerdo con los informes que le hizo llegar el gobernador de la entidad, Roberto Albores Guillén, "un grupo de entre mil y mil 500 personas se presentó en San Andrés Larráinzar, provenientes de otros municipios, para tomar por la vía violenta las instalaciones de la presidencia municipal", pero, enfatizó, "la decisión de las autoridades estatales fue manejar los hechos no sólo conforme a derecho, sino por la vía tranquila y de negociación".

Entrevistado luego de dar posesión a Eduardo Robledo Rincón como nuevo secretario de la Reforma Agraria, el titular de Gobernación aseveró que por parte del gobierno federal y del de Chiapas "no se quiso y no se quiere que dichos incidentes den lugar a un agravamiento de la situación", y por ello se adoptó "una actitud de negociación, de conciliación y de arreglo pacífico".

En tanto, Mireille Roccatti, presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), advirtió que está a la espera de un informe para conocer hasta dónde llegó la acción del gobierno en el desalojo y desmantelamiento del municipio autónomo de San Andrés Larráinzar.

Precisó que la CNDH está enterada de que "existió la intervención del gobierno del estado en los hechos ocurridos en San Andrés", por lo que espera el reporte de las acciones concretas y si hubo motivo de queja de los desplazados. (Susana González y Francisco Guerrero Garro, corresponsal.)