Mi compromisoes el cine nacional: Leticia Huijara

Silvia Garcilazo n "Mirando al pasado veo una chavita que nació en Acapulco, que corre hacia el mar con todas las ganas de comerse al mundo y que desea ser actriz. De cara al futuro veo una mujer que tiene por hacer un chorro de películas y obras de teatro con la posibilidad de convertirse en directora de cine. Y veo también un país menos injusto, sin tanta desigualdad".

Habla Leticia Huijara, una mujer de una sensibilidad especial, que ha sabido dar en la vida trazos firmes y certeros.

Leticia obtuvo el año pasado un Ariel como mejor actriz por la película Por si no te vuelvo a ver; también tiene dos nominaciones al premio Diosas de Plata por las cintas Lola y Dos crímenes.

La actriz, quien participa en la obra La sombra del gato, decide dar forma a su inquietud de escribir, con el texto Juntos y felices, que José Caballero llevará a escena en el segundo semestre del año.

Para entonces, Leticia estará en pleno rodaje del filme de Dana Rotberg, El otro lado, y seguramente concretando un proyecto con Tv Azteca. Se trata de una telenovela en la cual le prometen un personaje de matices y complejidades.

--Tan joven tienes un Ariel, Ƒen qué momento de tu vida llega este premio y para qué sirven los Arieles?

--Llega en un momento clave de mi carrera, cuando tengo un compromiso absolutamente serio con el cine mexicano, cuando tengo la posibilidad de elegir los proyectos y cuando no tengo ningún resentimiento con mi profesión.

"El Ariel me sirvió emocionalmente en muchos sentidos. Fue la primera vez en muchas décadas que la Academia está conformada exclusivamente por gente que hace cine; me sirve mucho tener el reconocimiento de mis pares. Pero, el Ariel no me hace ni mejor ni más requerida.

--ƑQué viene ahora?

--Quiero escribir textos teatrales y guiones cinematográficos; ya comencé. En un futuro próximo quiero dirigir cine y actuar hasta que tenga 90 años. No tengo otra opción, no sé hacer otra cosa.

--ƑQué te interesa plasmar en tus textos?

--Me gustan mucho las historias de amor inteligentes y verdaderas, de los noventa. Son historias difíciles, porque se acabaron todas las fórmulas. La fórmula de mi abuela fue que tenía que estar todo el tiempo con mi abuelo, la de mi madre el divorcio, y todavía no sé cuál es la mía. Si acaso es lo que me gustaría indagar: cuál es mi fórmula para tener una historia de amor verdadera.

--ƑPero en el amor existen fórmulas?

--...Tal vez no fórmulas, pero sí cómo hacerle para no andarle pendejeando. Soy de la generación sandwich, en la que nos vendieron a destiempo muchas cosas. La generación que creció al lado de los pos-hippies que ya habían comprobado que la unión libre no les convenía, pero también nos dijeron que el matrimonio tampoco vale la pena. Entonces, Ƒqué hacemos para intentar ser felices en un mundo tan desquiciado?

--Una actriz tiene la posibilidad de vivir muchas vidas, Ƒesto supone caer en trampas?

--Sí. La fundamental es que creas que ya alcanzaste todo. Yo no olvido nunca que vengo de un estado que no ha resuelto la pobreza extrema y que vive una injusticia terrible.

--Dime, entonces, Ƒcuál es el compromiso que como actriz tienes con la sociedad?

--No hacer trivial la profesión. Las actrices y actores somos, de alguna manera, pequeños motores de la cultura que se va creando en el país. Si hacemos frívola la profesión, esa cultura se vuelve insustancial.

Así habla Leticia Huijara, porque ve las cosas con un poco más de sabiduría; ello es, dice, porque probablemente se está haciendo viejita .