La Jornada domingo 11 de abril de 1999

PAGINA 9 Ť Lourdes Galaz
El gran reto de Gómez... y Gómez

* La crisis en el PRD pondrá a prueba las facultades de buen político del diputado * Pretende la ABM erigirse en legisladora y su presidente deberá corregir políticas económicas

šNi en Níger, chico!, dijeron los perredistas luego de lavarse la cara en el cuarto pleno del tercer Consejo Nacional. Y Pablo Gómez fue electo, no por unanimidad ųen el PRD eso es imposibleų, pero sí por una mayoría bien calificada. Los más de 200 consejeros aceptaron a puerta cerrada anular las elecciones, tras escuchar, horas y horas, a decenas de oradores (š52 inscritos en el primer punto a debate!). Y no pasó nada. Aquí no es Níger. En el país africano la democracia cuesta: la anulación de unas elecciones municipales derivó el viernes en un intento de golpe de Estado en el que fue asesinado el presidente Ibrahim Baré Mainasara, a manos de su propia guardia personal.

Pablo Gómez entró al salón del pleno seguro de sí mismo, igual que hace tres décadas, cuando fue un reconocido líder universitario. Se recuerda a Gómez por aquellos días del 68. Llegaba a una asamblea estudiantil con gran seguridad y una cachaza envidiables, reabría la discusión y lograba voltear las votaciones. Era único en las asambleas estudiantiles de la Facultad de Economía, como lo ha sido en los grupos parlamentarios: un político serio e inteligente, confiable en las negociaciones, exigente en los acuerdos.

Antes del pleno perredista empezaron los amarres, y sin mayor problema se sacó adelante la elección de Gómez como presidente del PRD, en un interinato que se prolongará seguramente hasta agosto. El nuevo dirigente tiene tres meses para preparar un nuevo proceso de elección de 128 consejeros, el presidente y el secretario del partido. También los cambios de directivas en varios estados. Para comenzar, Sinaloa y Campeche, donde la Comisión de Garantías decidió anular los resultados, como a–o de la serpiente en la elección nacional, por un fraude en el que los perredistas aplicaron todo tipo de técnicas, desde el relleno de urnas, hasta la alteración de las actas de escrutinio y el robo de aquéllas con violencia.

El pleno perredista escuchó el informe del Comité Nacional del Servicio Electoral (CNSE), del que aún es responsable José Barberán. Se inscribieron 52 oradores para impugnar. Luego de que se había pedido la destitución de los responsables del comité y a la que se habría opuesto la Comisión de Garantías con la advertencia de que renunciaría toda la santa inquisición (štodo por la institucionalidad!), José Barberán llegó ante los consejeros con un informe estadístico y con juicios de valor, por demás subjetivos. El documento, de 29 hojas más los anexos, calentó los ánimos de una asamblea que se inició en un ambiente de distensión, luego de las semanas previas de acusaciones entre los contendientes y contra la directiva nacional. Tanto fue así que los jefes de tribus y sectas salieron a platicar hasta en el baño.

Barberán logró el consenso en su contra. Muy probablemente habrá cambios en el Servicio Electoral, se irán José Barberán y su equipo. Ayer se acordó la modificación del estatuto de elecciones internas, para prevenir y, en su caso, evitar las prácticas fraudulentas. Se inició un nuevo proceso de elecciones en el PRD, con voto universal, secreto y directo. Gran reto el de Pablo Gómez.

El nuevo presidente perredista comenzó a trabajar con miras al 2000. Ya es el responsable de la elección de la directiva que hará el camino a Cuauhtémoc Cárdenas rumbo a Los Pinos. La Nueva República de don Porfirio se dejará para mejor ocasión, en el próximo milenio (en el pleno perredista sólo se habló en corto de Muñoz Ledo: ahora sí pasó a una mejor vida en familia, dijo el que menos). La situación de crisis a la que se llevó a la organización partidista exige mucho trabajo y paciencia, bordar fino para sacar acuerdos internos. Gómez tendrá que probar sus facultades de buen político.

 

Pero hay otro Gómez que también tiene un gran reto. Aceptada su permanencia como presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM), y una vez clausurada la convención en Acapulco, Carlos Gómez tendrá que responderles a los señores que lo religieron y ver qué hacer para corregir las políticas económicas que, de acuerdo con él, hicieron que la banca "cayera en una crisis de la que no ha podido salir". Por lo pronto, la ABM pretende erigirse en legisladora (Ƒserá por aquello de que los diputados no trabajan?). Presentará una iniciativa de ley para el fomento del crédito, que incluye la creación de tribunales especiales y el establecimiento de un registro público de comercio, organismos que apuntalarían la actividad bancaria.

Los banqueros acordaron también en su 62 convención de Acapulco ayudar al Ejecutivo en el Congreso de la Unión para que a más tardar en mayo opere la junta de gobierno del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB), ya que "el costo de las decisiones políticas instrumentadas a medias resulta muy alto para el país". El asunto del IPAB está atorado en el Senado, o estaba suspendido hasta que el presidente Zedillo enviara una nueva propuesta, en la que excluyera de la junta de gobierno a Guillermo Ortiz, director del Banco de México, cuya renuncia exigieron los panistas a cambio de su voto para convertir en deuda pública los pasivos en poder del Fobaproa (hoy ascienden a 750 mil millones de pesos).

Con los senadores de Acción Nacional, incluido su nuevo presidente, Luis Felipe Bravo Mena, también senador, ya se reunieron los banqueros. Han avanzado más esas pláticas que las que sostienen los panistas en Bucareli. De ahí que Carlos Gómez y Gómez asegure que en el actual periodo de sesiones del Congreso (concluye el 30 de abril) los senadores del PAN y sus colegas del PRI aceptarán la propuesta del Ejecutivo para el IPAB. Ortiz no estará, y en su lugar se integraría un subdirector del Banco de México. Los panistas discutirían también con los banqueros la iniciativa del Ejecutivo para la nueva ley de garantías de crédito, que apenas el martes anterior se envió a la Cámara de Diputados, con el fin de cumplir con el paquete legislativo que exige la banca para reabrir el crédito a la pequeña y mediana industrias y a los mexicanos comunes y corrientes, contando con un instrumento jurídico que les permita enfrentar la cultura del no pago y háganle como quieran. Los banqueros exigieron al Ejecutivo certidumbre legal para sus capitales. Ahora negocian las leyes con los que las aprueban. Interesantes los cabildeos de Carlos Gómez en el Congreso, aunque sus iniciativas serán rechazadas por el partido del otro Gómez.