BANQUEROS: FESTEJO DE TRIUNFOS
La convención de la Asociación Nacional de Banqueros culminó ayer, en Acapulco, Guerrero, en medio de inequívocas expresiones de optimismo sobre el futuro financiero del país. El sábado, el secretario de Hacienda, José Angel Gurría, declaró que no existe la posibilidad de que ocurra el año entrante una crisis financiera de fin de sexenio como las que han cimbrado en forma recurrente la economía nacional desde 1976. Diversos empresarios de la banca privada se refirieron a una inminente reactivación de los créditos bancarios que, de darse, se traduciría, a su vez, en una reactivación de la economía en general. Por su parte, el subsecretario de Hacienda, Martín Werner, dijo que la operación de saneamiento financiero de la banca está prácticamente concluida. En el encuentro se habló también de una inflación bajo control y de los efectos positivos que habrá de tener la solución votada por el PRI y el PAN para la conversión de los pasivos del Fobaproa en deuda pública y para el establecimiento -aún no concretado- del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
El optimismo se expresó también en el ámbito regional. Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, expresó ayer, en el contexto de la reunión de Acapulco, que México logrará este año la mayor tasa de crecimiento de la región, la cual, a su juicio, retomará el crecimiento sostenido a partir del 2000.
Más allá de las valoraciones -siempre discutibles- de la coyuntura económica presente, es claro que, en términos políticos, los representantes del sector financiero -tanto del privado como del gubernamental- tienen sobradas razones para echar las campanas al vuelo. A fin de cuentas, hace unos meses lograron imponer sus intereses y sus puntos de vista al resto de la nación y consiguieron -mediante la legalización bipartidista del rescate bancario- una suerte de línea de financiamiento por cientos de miles de millones de pesos que habrá de salir de los bolsillos de los causantes. Obtuvieron, también, un fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que legaliza el cobro de intereses sobre intereses. En términos generales, lograron la plena ratificación de la política económica gubernamental que viene beneficiándolos desde hace más de tres lustros -a costa de crear un México miserable, como lo apuntó el sábado Lorenzo Servitje- y que se expresará, en el futuro inmediato, en la previsible aprobación legislativa -por parte del PRI y del PAN- de la nueva ley de garantías de crédito.