n Demanda el fin de asesinatos y expulsiones
Condena la Comisión de Derechos Humanos de ONU la limpieza étnica
Reuters, Ap, Afp y Dpa, Ginebra, 13 de abril n La Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) condenó hoy la "limpieza étnica" realizada en Kosovo por autoridades serbias y exigió el fin de los asesinatos y expulsiones, de las que este día se registraron 4 mil 800 de personas, que en su totalidad se dirigieron hacia la vecina Albania.
La comisión, de 53 miembros, adoptó en Ginebra una resolución presentada por Pakistán en nombre de la Organización de la Conferencia Islámica y otros 20 países occidentales, con 44 votos a favor, uno en contra --Rusia-- y seis abstenciones.
Todos los países europeos apoyaron la iniciativa de que el gobierno serbio debe hacerse responsable de las masivas violaciones a los derechos humanos, así como el pedido de un juicio ante un tribunal internacional para los que hayan cometido tales atrocidades.
"La crisis de Kosovo es una prueba esencial de la capacidad de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas para responder a la tragedia, cuando se están produciendo graves violaciones a las garantías individuales de forma tan premeditada y sistemática", dijo el enviado paquistaní, Munir Akram.
México, aunque votó a favor de la resolución, indicó que hubiera preferido un texto "más equilibrado" que "recogiera el principio de integridad territorial y la pre-eminencia del Consejo de Seguridad en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales" de acuerdo con la carta de la ONU, indicó la cancillería.
De la misma manera, la privada Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) coincidió, en París, en que los responsables de los crímenes contra la humanidad deben rendir cuentas ante el tribunal penal internacional.
La FIDH, que tomó como base para sus declaraciones consultas a refugiados kosovenses que han llegado a Montenegro, aseguró que crímenes a gran escala se están cometiendo en Kosovo sin perjuicio de que se haga una eventual contabilidad del genocidio, al tiempo que denunció la ausencia de grandes instituciones internacionales de ayuda humanitaria en esa provincia.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) denunció en Ginebra la expulsión de unas 4 mil 800 personas de Kosovo entre la medianoche del lunes y esta mañana, las que ya llegaron al puesto fronterizo de Morina, entre Yugoslavia y Albania.
El vocero del ACNUR, Kris Janowski, señaló que ya ingresaron a Albania unas 300 personas, parte de un contingente de refugiados que había sido dado por desaparecido luego de que el ejército yugoslavo los forzara a retornar poco antes de llegar a la frontera con Macedonia.
La última estimación que hace el ACNUR de refugiados es de 640 mil desde el comienzo de la crisis, el 24 de marzo de 1998, y añadió que entre la noche del domingo y la mañana del martes unas 7 mil personas entraron a Albania y Montenegro.
El ACNUR añadió que los preparativos para que organizaciones humanitarias asuman los campos de refugiados hasta ahora gestionados por la Alianza del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), concluirán esta semana, y que el censo en el de Brazda está apunto de terminar y ya emprendió otro en Stankovic, ambos en Macedonia.
La directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Carol Bellamy, lanzó en Nueva York un llamado para aliviar el sufrimiento de miles de niños desterrados de Kosovo.
Bellamy, quien regresó de Albania donde visitó los campos de refugiados, detalló que cerca de la mitad de los 517 mil desplazados, que estimó han salido de Kosovo, son niños menores de 15 años, tras subrayar que uno de los principales desafíos que deben enfrentar los socorristas en el terreno es aliviar no sólo las necesidades físicas, sino las angustias y traumas de estos infantes.
Mientras tanto, se han multiplicado desde el comienzo del éxodo los testimonios de refugiados sobre raptos, violaciones y asesinatos de jóvenes y mujeres por parte de las fuerzas serbias en Kosovo.
En Londres, el canciller Robin Cook dijo haber recibido informes de la OTAN de que mujeres albano-kosovenses están siendo violadas "sistemáticamente" en un campamento del ejército yugoslavo en Djakovica, en el sur de Kosovo.
"Sabemos también, desde hace algún tiempo, que los hombres jóvenes son separados frecuentemente de las columnas de refugiados, y no son vistos de nuevo", dijo.
El arzobispo Elio Sgreccia, vicepresidente de la Academia Pontificia para la Vida, criticó la distribución que hacen las agencias de la ONU de la "píldora del día siguiente" a mujeres violadas en Kosovo, al considerar, en entrevista con el periódico Avenire, que tiene acción abortiva y que no puede ser aceptada por la moral católica.
Este día representantes de los refugiados discutieron en la Casa Blanca su dramática situación con la esposa del presidente estadunidense, Bill Clinton, Hilary Rodham, quien les prometió que su país hará todo lo posible para ayudarlos.