n Reitera Moscú su oposición a bombardeos


Belgrado debe retirar tropas de Kosovo, coinciden Rusia y EU

n Rechaza el Kremlin desplegar una fuerza de paz en Yugoslavia

Afp, Ap, Dpa, Reuters y Xinhua, Oslo, 13 de abril n Rusia reiteró hoy su oposición al despliegue de una fuerza internacional en Yugoslavia, exigió una vez más a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) la suspensión de sus bombardeos contra el país balcánico, pero coincidió con Estados Unidos en la necesidad de que Belgrado saque a sus fuerzas de la provincia serbia de Kosovo y, además, permita el retorno de decenas de miles de refugiados.

La secretaria de Estado estadunidense, Madeleine Albright, y el canciller ruso, Ivan Ivanov, sostuvieron aquí un encuentro que ambos valoraron positivamente, en momentos en que el ministro ruso de Defensa, Igor Sergeyev, señaló que Moscú podría enviar más navíos de guerra al Mediterráneo y retirar a su contingente de paz de Bosnia-Herzegovina para mostrar de una manera más enérgica su rechazo a la agresión contra Yugoslavia.

Hasta ahora las acciones de protesta contra los bombardeos han sido simbólicas, pero Sergeyev dijo que su país está dispuesto a considerar respuestas más firmes, aunque no precisó cuántos barcos más enviaría a la zona de conflicto ni cuándo.

Así las cosas, la cancillería rusa condenó enérgicamente el ataque lanzado ayer contra un tren de pasajeros en Yugoslavia, y sostuvo que "los bombardeos de rutina de la OTAN a objetivos civiles, que conducen a la muerte de ciudadanos inocentes y pacíficos, sólo pueden generar indignación".

A casi tres semanas de haber comenzado los ataques contra Yugoslavia, Estados Unidos y sus aliados intensificaron sus gestiones diplomáticas orientadas a encontrar una solución al conflicto.

De esta manera, Albright sostuvo un encuentro aquí de tres horas con Ivanov, en el que ambos se comprometieron a buscar una solución pacífica a esta guerra.

La jefa de la diplomacia estadunidense señaló que las coincidencias se enfocaron en "principios básicos" que, indicó, se refieren al cese de la represión de los serbios a los kosovenses de origen albanés, una retirada de Kosovo de las tropas y la policía serbias, el retorno de los refugiados y el acceso de las organizaciones humanitarias.

Ivanov dijo que no aceptaba la demanda de Estados Unidos y sus aliados de desplegar una fuerza de paz encabezada por la OTAN, como resultado de un eventual acuerdo para proteger a los kosovenses de origen albanés.

Reiteró que la Organización de Naciones Unidas (ONU) debía participar en un proceso de paz, y repitió que "toda forma de presencia internacional requiere el acuerdo del gobierno de Yugoslavia".

Precisamente la negativa de Belgrado para el despliegue de tropas de la OTAN en su territorio, para garantizar un acuerdo sobre autonomía en Kosovo, fue el argumento de la coalición bélica noratlántica para comenzar a bombardear Yugoslavia, el pa- sado 24 de marzo.

No obstante, Ivanov afirmó que "lo de la fuerza debemos tratarlo más adelante"; al respecto, Albright manifestó ayer que el hecho de que la OTAN encabece la fuerza "no significa que no haya otra forma de participación de otras fuerzas".

El canciller británico, Robin Cook, también resaltó el papel que puede jugar Moscú en la solución del conflicto, y señaló que "sería muy grato el diálogo con Rusia como parte del camino hacia un acuerdo y esencia de lo que debe contener un pacto", y en similares términos se expresó su par español, Abel Matutes.

El ministro alemán de Defensa, Rudolf Sharping, consideró que Rusia se acerca a la posición occidental sobre la exigencia de una retirada de las fuerzas serbias de Kosovo, en tanto que fuentes oficiales del gobierno alemán dijeron a Ap y Afp que Bonn es partidario de que la ONU negocie el fin de la guerra.

La ONU ha estado al margen de este conflicto e incluso los bombardeos se efectuaron sin su autorización, pero al ingresar los ataques a su tercera semana y continuar la resistencia de las fuerzas yugoslavas, destacaron analistas, los aliados se enfocarán ahora al organismo mundial en el marco de sus gestiones diplomáticas.

Por lo pronto, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, quien este martes se comprometió en Madrid a trabajar "arduamente" para lograr la paz en los Balcanes, se entrevistará este miércoles con los líderes de la Unión Europea.

Al respecto, la agencia oficial yugoslava Tanjug estimó que Annan tiene "una última oportunidad" de exigir se que detengan los bombardeos de la alianza atlántica contra Yugoslavia, para "salvar así a la organización mundial".

Y mientras el canciller de Ucrania, Boris Tarasiuk, manifestó la disposición de su país para integrar una fuerza internacional de paz para Yugoslavia, se informó que el presidente de Bielorrusia, Alexandre Lukachenko, viajará mañana a Belgrado para entrevistarse con su par yugoslavo, Slobodan Milosevic.