n Diario se comercializan sin control unos 48 mil 480 kilos de gas


La Cuauhtémoc, bomba de tiempo

n La cifra, sólo en el giro del comercio de alimentos en la vía pública, según autoridades locales

Elia Baltazar n En la delegación Cuauhtémoc diariamente se comercializan y manejan, sin control ni medidas mínimas de seguridad, aproximadamente 48 mil 480 kilogramos de gas, sólo en la rama del comercio de alimentos en la vía pública, según cálculos de las autoridades, lo que implica un riesgo potencial en diversos puntos de la demarcación.

En un estudio, elaborado por personal de la subdelegación Jurídica y de Gobierno, se informa que la mayoría de los puestos ambulantes de venta de comida que utilizan gas no cuentan con válvulas de seguridad, mangueras de alta presión, extintores y ni siquiera toman la precaución de colocar los cilindros a una distancia mínima de tres metros de los quemadores.

El informe alerta sobre el peligro que significa la ubicación misma de la mayor parte de los puestos fijos, semifijos o rodantes que se localizan principalmente frente a instalaciones hospitalarias y del Metro, lo que pone en riesgo la integridad de miles de ciudadanos.

Las cifras indican que en el perímetro de la delegación Cuauhtémoc se encuentran aproximadamente 3 mil 500 establecimientos de comida, de los cuales mil 620 utilizan gas en la vía pública, lo que constituye 47 por ciento del total. De este número, las autoridades contabilizan 319, que son un riesgo permanente y potencial para el transeúnte, por el tipo de flama de gas que utilizan en la elaboración de los alimentos.

Mediante una inspección y a través del personal de vía pública, la delegación detectó que en los mil 620 establecimientos antes descritos se encontraron mil 322 tanques de gas de 10, 20 y hasta 30 kilos. Apuntan que hay una diferencia de 298 cilindros, que se explica porque en ocasiones éstos no se encuentran en lugares visibles.

Como parte del análisis, los inspectores acudieron aleatoriamente a dos estaciones del Metro de la demarcación y encontraron que en promedio había 17 puestos de comida en la vía pública que tenían 2 cilindros de gas, uno de 10 y otros de 20 kilogramos. Pero en 1997, se indica, en esos mismos lugares se detectaron cuatro tanques de gas por puesto, de 20 kilogramos cada uno. Lo anterior, se apunta, "permite ver la complejidad del problema y el riesgo potencial que representa para los ciudadanos".

En términos conservadores, se explica en el informe, se advierte que diariamente los comerciantes ambulantes manejan como mínimo 20 toneladas de gas en esta demarcación, si se contabiliza que de los mil 620 establecimientos localizados en la vía pública 611 utilizan tanques de 10 kilogramos, 709 de 20, y 2 de 30, lo que da un total de mil 322 cilindros que contienen 20 mil 350 kilogramos de gas.

A lo anterior, sin embargo, deben sumarse 294 puestos más, de los que no fue posible obtener la cantidad de gas que manejan, pero suponen como mínimo 2 mil 940 kilogramos más, si de modo conservador se piensa que cuentan con tanques de 10 kilogramos. La suma alcanzaría entonces casi 23 toneladas de hidrocarburo, en el mejor de los casos.

No obstante, las autoridades agregan una variable más: "hay comerciantes ambulantes que utilizan sus puestos como bodegas de tanques de gas, y considerando un promedio conservador de 30 kilogramos por puesto, se calcula que diariamente se manejan aproximadamente 48 mil 480 kilogramos".

Si ya de por sí es alarmante la cantidad de gas que va y viene en la vía pública, según se apunta en el reporte, más lo es las condiciones en que se maneja este hidrocarburo y en que se encuentran los cilindros.

En la inspección se detectó que sólo 44 por ciento de los puestos cuenta con válvulas de seguridad, que se piensan fundamentales en caso de fuga; 33 por ciento utiliza manguera de alta presión en la instalación que va del tanque al quemador, y sólo 14 por ciento cuenta con un extintor. Respecto de la distancia mínima de tres metros entre el quemador y el tanque, establecida para casas habitación, ésta no se cumple en casi 95 por ciento de los puestos de comida y aun se llega al caso, se apunta, de que el tanque de gas se coloca bajo la hornilla.

Así, pues, el manejo y la comercialización de gas entre el comercio ambulante de la delegación Cuauhtémoc se ha convertido en un reguero de pólvora que de un momento a otro puede sorprendernos a todos.