n Lanzó la alianza tres misiles contra un centro de refugiados serbios


Admite la OTAN que uno de sus pilotos bombardeó el convoy civil

n Fue un "error", pero de "buena fe", señaló n Pese al repudio mundial, nuevo ataque a Belgrado

Afp, Ap, Dpa, Reuters, Pl y Xinhua, Belgrado, viernes 15 de abril n La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lanzó en la madrugada de hoy tres misiles contra un centro de refugiados serbios expulsados de Croacia y Bosnia-Herzegovina, denunció la agencia oficial Tanjug, que agregó que no hubo heridos.

El ataque ocurrió horas después de la que OTAN reconoció el jueves que uno de sus aviones bombardeó el miércoles un convoy de desplazados en Kosovo, lo que describió como un "error" pero de "buena fe".

A pesar de las dramáticas imágenes de decenas de civiles muertos que recorrieron el mundo, las descargas de fuego antiaéreo resonaron en Belgrado el jueves, mientras varias explosiones estremecieron toda la capital en el bombardeo más intenso desde que comenzaron los ataques el pasado 24 de marzo, relató Reuters.

"Hay más de mil civiles muertos y miles de heridos", dijo el vocero yugoslavo Nebjosa Vujovic, al dar un balance sobre el saldo de las tres semanas de ataques.

En lo que representa el primer informe global de los daños ocasionados por los bombardeos de la alianza, Vujovic precisó que se elevan "a más de 100 mil millones de dólares".

Vujovic expuso el jueves que los desplazados de las dos columnas atacadas el miércoles entre las aldeas de Madanaj y Meja, cerca de Djakovica, y entre Priren y Djakovica, estaba integrada no sólo por albaneses sino también por serbios, gitanos, y turcos, entre otras minorías.

Sostuvo que los desplazados querían volver a sus casas en Kosovo desde la zona fronteriza con Albania, pero "la OTAN está bombardeando para que los refugiados no retornen voluntariamente, sino que lo hagan bajo las condiciones de la OTAN".

Agregó que el número de muertos por el bombardeo contra un tren, el lunes pasado, se elevó a 55, y reiteró la negativa de su gobierno a negociar cualquier iniciativa de paz presentada por países que participan en la guerra contra Yugoslavia.

Luego que el miércoles la OTAN rechazó haber bombardeado a los desplazados e incluso sugirió que pudieron ser asesinados por las fuerzas yugoslavas, la alianza atlántica reconoció haber atacado a los civiles "por error", y "con toda buena fe".

"El piloto pensaba que se trataba de un convoy militar y lanzó su bomba con toda buena fe", indicó el vocero Jamie Shea.

Poco antes, emitió un comunicado en el que señaló: "Según su investigación preliminar, la OTAN confirma que al parecer uno de sus aviones arrojó, por error, una bomba sobre un vehículo civil en un convoy ayer. Vehículos de la policía o del ejército serbio se encontraban al parecer en o alrededor del convoy".

Agregó que la alianza "no dispone de medios que le permitan saber el número de víctimas causadas por el incidente. No podemos confirmar las cifras dadas por las fuentes serbias, pero la OTAN lamenta todo el mal causado a civiles inocentes, y recuerda que las circunstancias en que este accidente se produjo son de la entera responsabilidad del presidente Slobodan Milosevic y de su política. La OTAN sigue tomando medidas excepcionales para evitar daños colaterales".

De su lado, el presidente Bill Clinton sostuvo que el bombardeo a los civiles fue "lamentable pero también inevitable", y resaltó que "uno no puede tener este tipo de conflictos sin errores", y que los desplazados no hubieran estado en el camino de las bombas si las fuerzas yugoslavas no los hubieran sacado de sus casas.

"No podemos cruzarnos de brazos mientras cientos de miles de personas son tratadas brutalmente, asesinadas, violadas, expulsadas de sus casas, y todo en nombre del orgullo étnico", dijo en un encuentro de la Sociedad de Editores de Periódicos de Estados Unidos.

"Estamos preparados para continuar tanto tiempo como sea necesario", indicó, e interrogado sobre la posibilidad de que Belgrado emplee armas químicas en su defensa, respondió que "nuestra respuesta sería más veloz y contundente".

Abogó por mirar más allá del conflicto para comenzar a pensar en un mundo de democracias con fronteras abiertas, y afirmó que su intención es que Kosovo sea "el último conflicto del siglo 20 y no el conflicto que defina el siglo 21".

"Basta de guerra, basta de bombas. No queremos otro Vietnam", gritaban al mismo tiempo unas 50 personas que se manifestaron frente al hotel donde Clinton hablaba; un grupo más pequeño se congregó para apoyar los bombardeos.

El jefe del Pentágono, William Cohen, señaló ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado que "aquí no se trata de algo rápido y sencillo", mientras el jefe del estado mayor conjunto, general Henry Shelton, comentó que esto "no es una publicidad de 30 segundos" o una "guerra de cuatro días".

Cohen advirtió que el "error lamentable" no debe ser aprovechado por Milosevic para fines propagandísticos, y que "es absurdo que quien es responsable de tantas atrocidades hable de atrocidades de la OTAN", y defendió al piloto que, subrayó, se encontraba en un momento de mucha tensión ya que él mismo estaba siendo atacado en el instante en que lanzó el misil.

Cohen descartó la posibilidad de enviar tropas terrestres a Yugoslavia y aseguró que se ha destruido la capacidad de producción de combustible, mientras que la de municiones fue aniquilada 50 por ciento.

Interrogados Cohen y Shelton sobre si la campaña contra Yugoslavia puede durar "muchas, muchas semanas o incluso meses", ambos respondieron que sí.

Fuentes del Pentágono reconocieron que unos de sus pilotos incurrió en un ataque al convoy el miércoles, pero alegaron que fue al norte de Djakovica, y no al sur como lo reportó Belgrado, e incluso sólo se reconoció un bombardeo a desplazados, rechazando que hubieran sido dos, como lo sostuvo el gobierno yugoslavo.

Funcionarios del Pentágono aseguraron que refugiados llegados a Albania dijeron que los atacó un avión Mig serbio, y un diplomático en Bruselas señaló que "en la región fueron observados movimientos serbios en el espacio aéreo. Pensamos que es- te asunto fue organizado por los serbios". Yugoslavia rechazó estas acusaciones.

También el secretario general de la OTAN, el español Javier solana, responsabilizó a Milosevic de ser "el último responsable de esta tragedia", y evocó la posibilidad de que los civiles muertos hayan sido utilizados como escudos humanos.

En similares términos se expresó el primer ministro británico, Tony Blair.

Ap consignó que en la madrugada del jueves las fuerzas serbias lanzaron fuego de artillería contra el cruce fronterizo de Morini, en Albania, y no hubo heridos.

La Oficina de Presupuesto del Congreso estadunidense, por su parte, estimó que una escalada contra Yugoslavia, con una incursión terrestre, costaría a Washington unos mil 300 millones de dólares mensuales.

Las tres primeras semanas ya han costado unos 600 millones de dólares.

Mientras, cuerpos destrozados o carbonizados, tractores reducidos a pedazos de hierro, casa en ruinas, es el lugar donde el miércoles la OTAN bombardeó un convoy de refugiados en el oeste de Kosovo, y seguía siendo este jueves marco de escenas apocalípticas, describió Afp.

Todas las narraciones de los sobrevivientes coinciden: a las 13 horas, mientras el convoy de tractores se dirigía a la frontera albanesa, varios aviones de ataque los tomaron como blanco cuando ya alcanzaban la ciudad de Velika, cerca de Prizren.

Los bombardeos se recrudecieron este jueves, no sólo en Belgrado y en más puentes sobre el río Danubio, sino también en Montenegro, república que junto con Serbia integra lo que queda de Yugoslavia.

La madrugada de este viernes Tanjug refirió que "al menos tres misiles fueron lanzados contra un ex asentamiento juvenil, el cual está habitado actualmente por refugiados serbios de Bosnia y Croacia".

El albergue de estos refugiados serbios, expulsados de las ex repúblicas yugoslavas, está en Paracin, y no hubo lesionados porque alcanzaron a guarecerse en refugios.

Al cierre de esta edición no había confirmación independiente sobre el reporte de la agencia oficialTanjug.

Testimonio
de buena fe

En una grabación divulgada este jueves por la Organización del Tratado del Atlántico Norte, el piloto del F-16 responsable del "error" de "buena fe" ocurrido al bombardear a desplazados, dijo en inglés con acento estadunidense que avistó "un convoy de tres vehículos que parecían blindados para el transporte de tropas. Estaba convencido de que iban a incendiar una casa. Lancé una bomba teleguiada por sistema láser y abandoné el lugar por falta de combustible". (Afp)


Pilotos,
tecnología y daños colaterales

Cuando un bombardeo no alcanza el objetivo prefijado, entonces esto se denomina "daños colaterales", y significa en la jerga militar que no se dio en el blanco sino a algo próximo, que por lo general implica la muerte de civiles.

Los "errores" desde que se iniciaron los ataques hace tres semanas contra Yugoslavia suman cuatro, lo que es destacado con orgullo por los militares de la alianza noratlántica en su cuartel general de Bruselas, ante los 6 mil vuelos de ataques efectuados.

"Es casi un milagro que esto no haya sucedido antes", dijo lacónicamente un coronel al referirse al bombardeo contra los refugiados. Casi a diario se analizan en el cuartel central de la Organización del Atlántico Norte fotografías y videos para asegurar, según dicen, la "precisión quirúrgica" de los ataques aéreos.

El procedimiento es relativamente sencillo para los objetivos fijos: se definen las coordenadas, y un misil crucero es dirigido al blanco por una computadora.

Desde aviones se utilizan reiteradamente bombas de precisión guiadas por láser, y en este caso pueden cometerse graves errores.

El 6 de abril, por ejemplo, una bomba estadunidense cayó a 600 metros de su objetivo en una zona residencial en Aleksinac, y siete personas murieron, y el 10 de abril una bomba de precisión en Pristina se desvió unos 200 o 300 metros y explotó en una zona de viviendas.

Es fundamental que el piloto reconozca correctamente el objetivo y que coloque allí la retícula del láser. Como esto es extremadamente difícil en un vuelo de ataque, muchas veces el blanco es previamente marcado por otro y la bomba es arrojada por el avión que le sigue.

La conexión electrónica entre las dos naves es necesaria para que el ataque sea exitoso: el 12 de abril la tecnología funcionó, pero fue más rápida que el piloto; cuando éste quiso bombardear un puente ferroviario en el sudeste de Serbia, notó demasiado tarde que por el blanco pasaba un tren de pasajeros, lo que mató a 55 civiles e hirió a 16 más.

La OTAN ha destacado que las Reglas de Intervención (Rules of Engagement) indican que solamente se puede atacar cuando se cuenta con la seguridad de que se alcanzará un objetivo militar y no un blanco civil. (Dpa)