n El mandatario habló en la Asamblea Nacional de República Dominicana


Sin instituciones fuertes no hay futuro para la democracia: Zedillo

n Se requiere de candidatos que hagan a un lado manipulación y demagogia, dice el Presidente

Rosa Elvira Vargas, enviada, Santo Domingo, República Dominicana, 16 de abril n Aquí, donde política, beisbol y merengue ocupan por entero la atención de los dominicanos, y en una capital saturada de debates y polémicas a pesar de que aún falta un año para las elecciones presidenciales, Ernesto Zedillo afirmó hoy en la Asamblea Nacional que sin instituciones fuertes no hay futuro para la democracia.

Si bien ésta se nutre de una vida partidista vigorosa, competida, leal e intensa -enfatizó-, requiere también de candidatos que presenten al pueblo propuestas viables y que hagan a un lado manipulación y demagogia. Había, en el recinto legislativo, muchos receptores para el mensaje del Presidente mexicano.

De los tres principales partidos en la escena dominicana -Liberación Democrática (PLD), Reformista Social Cristiano (PRSC) y Revolucionario Democrático (PRD, homónimo del mexicano), suman unos nueve los precandidatos a la Presidencia y, como es sabido, Joaquín Balaguer aspira todavía, a sus 93 años, a sentarse de nuevo en la silla presidencial ''una vez más, por necesidad''.

Estos caribeños que casi han perdido, respecto al personaje, la frontera entre leyenda y realidad, prefieren dedicarse a hacer sumas por lo menos ociosas, como aquella de que hace unos quince años en el país no ha habido ''primera dama''. Y es que Leonel Fernández, el actual mandatario, es divorciado, mientras que Balaguer nunca se casó. Además, a propósito de la ceguera del líder indiscutible del PRSC, los dominicanos platican que esa condición más que debilitarlo en el poder le hizo aguzar sus mañas en la conducción gubernamental. Refieren así, que cuando un miembro de su equipo le llevaba algún documento a firma, pedía se lo dejaran y, más tarde, al recibir a algún representante extranjero, un embajador por ejemplo, le pedía el favor de que le leyera en voz alta el escrito.

Progreso y justicia

Sin duda, por ello, nadie podría renegar de los conceptos que esta mañana expuso el visitante mexicano. La democracia, dijo a los legisladores, es fuente de la legitimidad y la armonía social indispensables para proyectar con toda su fuerza el trabajo por el progreso y la justicia. Es preciso practicar y estimular los valores de la democracia, el apego a la ley y el respeto a la pluralidad, y resulta también esencial cultivar el diálogo, la tolerancia y la búsqueda de acuerdos fundamentales ''en los que prevalezca, ante todo, el interés de la nación''.

Es importante, les recalcó Zedillo, contar con instituciones que honren los principios, las reglas y las prácticas democráticas; tener poderes republicanos que trabajen ceñidos a las atribuciones que la ley les confiere, ''pues en ello se fincan la solidez republicana y la auténtica división de poderes''.

En todo lo anterior, resulta además central, ''fortalecer las instituciones encargadas de la aplicación y procuración de justicia, de la seguridad pública y del respeto a los derechos humanos'', así como contar con instituciones que garanticen la equidad, la legalidad y la transparencia en los procesos electorales, ''que son la base para la renovación legítima de poderes''.

El visitante mexicano habló de la conveniencia de contar con partidos fuertes, que actúen siempre a favor del interés nacional de largo plazo, por encima de intereses personales o de grupo. ''La consolidación de la democracia demanda de una clara ética de responsabilidad política''.

Y como lo ha hecho en foros de dentro y fuera de México, el presidente Zedillo criticó la ''omnipresencia estatal, la irresponsabilidad fiscal y el desdén hacia los efectos nocivos de la inflación'', pues son ''fuente de muchos de los rezagos que aún persisten en esta región del mundo. También, en este escenario, habló en favor del libre comercio.

Con sólo un par de actos formales para cerrar hoy por la mañana la visita de Estado a Dominicana, el Ejecutivo madrugó. Al parecer, Zedillo partió al alba hacia alguna playa cercana y buceó antes de iniciar las actividades oficiales. La primera de ellas tuvo lugar en el ayuntamiento de Santo Domingo, que tiene como síndico al clásico del merengue, Johnny Ventura; Juan de Dios Ventura es el nombre con el que se le llama para diferenciarlo de su actividad musical.

Ahí, se aludió a las afinidades entre México y Dominicana, con referentes precisos en escritores e intelectuales contemporáneos. De allá, Alfonso Reyes y José Vasconcelos, por citar sólo dos, y de aquí, Pedro Henríquez Ureña y su hermano Max. De Pedro, anunció además Zedillo, el gobierno mexicano reeditará en breve sus obras escogidas. El Presidente aprovechó para desear a Santo Domingo éxito en la organización de los Juegos Panamericanos del 2003, ''aunque le hayan ganado (la sede) a Guadalajara''.

Al salir del recinto municipal, el mandatario cruzó la calle para recorrer la Catedral de Santo Domingo, la más antigua del nuevo mundo y que, de menores dimensiones respecto de otras, se encuentra perfectamente conservada.

Similitudes del Diablo Cojuelo

El Presidente bromeó por segundo día consecutivo con los periodistas que lo acompañan e incluso a uno de ellos, al mostrarle una réplica de una máscara del Diablo Cojuelo, que momentos antes le habían regalado, dijo que al verla le había recordado a un político mexicano, ''del cual no te voy a dar sus iniciales'', comentó riendo.

Fuera de programa, el Ejecutivo caminó las tres calles que lo separaban de la nueva sede de la embajada mexicana, una edificación del Santo Domingo colonial que fue cedida por el gobierno y que, en reciprocidad, recibirá otra en el Centro Histórico de la ciudad de México.


n Podemos tener una moneda única, afirma Hugo Chávez a La Jornada


La unión de AL hará la diferencia en el siglo XXI

n No hay intención de dañar la relación con EU, dice n Una izquierda participativa en su gobierno

Heinz Dieterich Steffan/II y última n El gobierno de Venezuela no tiene intención de dañar las relaciones con Estados Unidos, afirma en entrevista exclusiva con La Jornada el presidente de ese país sudamericano, Hugo Chávez, quien habla también de las relaciones con Cuba y el resto de América Latina, y la necesidad de la unidad de la región.

-ƑQué dicen los amigos en Washington de tantos marxistas y ex guerrilleros en su gobierno?

-Yo creo que nada. Habría que preguntarles a ellos. (Se ríe). Más que en Washington, es posible que haya inquietudes -y siempre las hay- en Miami. Yo creo que donde hay un centro de discusiones y a veces de ataques implacables contra nosotros, más que en Washington, es en Miami; especialmente en esos círculos de cubanos en el exilio; de venezolanos, pareciera que para muchos de ellos el muro de Berlín no ha caído.

"En Washington han sabido que el doctor Caldera tenía ministros que fueron ex jefes guerrilleros, como Teodoro Petkoff.

"En el gobierno mío y en el movimiento nuestro hay mucha gente de izquierda que, yo creo, tienen todo el derecho a participar y a impulsar un proyecto, a darle nueva vida. Por ejemplo, a la gente del Movimiento al Socialismo les he dicho: ustedes están retomando sus banderas originales que habían perdido. Ahora, Ƒen Washington eso despierta suspicacia? Pudiera ser. Pero igual nosotros seguimos con nuestro proyecto".

El problema de la visa

-Washington no le quiso dar la visa. Después lo invitaron y habló con Clinton. ƑPor qué cambiaron su posición?

-Sí, había la negativa de darnos la visa a todos los que participamos en la rebelión del 92. Incluso eso lo usaban mucho en la campaña electoral, lo cual sin duda alguna era una injerencia interna. Evidentemente no me hizo daño porque nuestro pueblo sabe muy bien qué es lo que nosotros representamos. Después de las elecciones, pocos días después, me invitaron. Yo lo preveía de esa manera. Todas las evaluaciones que habíamos hecho -y así lo dije públicamente- indicaban que era cuestión de tiempo y cuestión de poder, de que nos hablaran.

"Nosotros no tenemos ninguna intención de dañar las relaciones con Estados Unidos y creo que ellos tampoco, porque Venezuela es el primer proveedor de petróleo para ellos. Nosotros queremos seguir así y no tenemos planes para cerrar la llave petrolera, todo lo contrario, ojalá sigamos vendiéndoles petróleo y a buen precio.

"Luego me dieron esa visa, sin embargo, tan pronto fui proclamado triunfador, a los cuatro días, estuve en Brasil y hablé con Cardoso; en Buenos Aires con Menem; en Bogotá con Pastrana; luego en México con Zedillo. Brinqué a Europa y me reuní con Aznar, con el rey de España; con Chirac en Francia; con Herzog en Alemania. Luego fui a Canadá y terminé con Fidel y con Pastrana en una minicumbre en La Habana. Al otro día fui a Washington. Eso lo hice entre diciembre y enero, en menos de dos semanas. Dentro de todo ese movimiento, creo que Washington evaluó la situación.

"Recuerdo que estábamos en Madrid cuando llegó la llamada de Washington indicando que nos iba a recibir el presidente Clinton en enero. ƑEl motivo? Yo creo que es cuestión de realismo político y de necesidad de mantener relaciones.

"Y no creo que Washington tenga interés de abrir o incrementar conflictos en esta parte del mundo: ahí está el caso de Colombia que es bastante complejo. Pero, por supuesto que no es fácil el manejo de los problemas comunes en un continente y especialmente cuando un gobierno como el nuestro sigue y seguirá ratificando nuestra máxima decisión de hacernos soberanos en las relaciones internacionales; soberanos en las decisiones internas y en mantener relaciones con todos los países por igual.

"Esto, por supuesto, vale para las relaciones con Cuba. Somos amigos de Cuba, mi esposa se va dentro de unos días para allá y uno de mis hijos va a jugar un campeonato de beisbol en La Habana. Y, bueno, Fidel vino a la toma de posesión, se quedó aquí unos días.

"En el conflicto con la guerrilla colombiana lo estamos asumiendo con absoluta soberanía. Nos hemos declarado neutrales ante ese conflicto y dispuestos a contribuir en el proceso de paz".

Crear la Unión de Naciones Latinoamericanas

-Usted propone una Confederación de Naciones Latinoamericanas, la Patria Grande de Bolívar. ƑQué importancia y viabilidad tiene esa propuesta?

-Yo creo que el planteamiento bolivariano en ese plano de la visión macropolítica, o geopolítica como también se le dice, sigue teniendo una gran vigencia. Por eso nosotros hemos definido como prioritaria y urgente en la definición de nuestra política exterior, la integración de tres fachadas que rodean a Venezuela.

"La fachada caribeña, todo lo que es la Cuenca del Caribe. La fachada amazónica, especialmente a través de Brasil, y la Cuenca del Paraná. Todo esto indica una dirección: hacia el Mercosur.

"Se trata de una voluntad geopolítica. Lo declaré en Brasil; se lo he dicho a los colombianos, donde hay ciertos temores y lo he dicho aquí en Venezuela: La voluntad de integración con el Mercosur trasciende lo meramente económico y técnico: es política la misión.

"Eso apunta en la dirección de conformar una gran alianza, una gran unión latinoamericana y caribeña. Pensar en la comunidad de naciones y estados.

"Y lo voy a plantear en las cumbres que tenemos en México en mayo de este año; en Cartagena, en Río de Janeiro. Nosotros tenemos que marchar hacia la integración. ƑPor qué no pensar en una moneda? Pero no el dólar, sino una latinoamericana, una moneda nuestra. Así como la Europa Unida, que ha logrado el euro, nosotros podemos marchar a eso y a una zona de libre comercio latinoamericana y caribeña; a una integración de los modelos económicos, de los procesos sociales y a la integración de los pueblos.

"En ese sentido, vamos a convocar para el 2000 a un congreso anfitiónico en Caracas. Es un congreso del gobierno, del pueblo, de movimientos de los países de América Latina y el Caribe, para contribuir a esa apertura de espacios, apuntando hacia un siglo XXI que tiene que ser distinto para nosotros.

"El siglo XX, yo lo digo, lo perdimos. Así, como se habla de la década de los 80 como "la década perdida", el siglo XX es el siglo perdido. Nuestros pueblos vivían mejor en el siglo pasado que en este. Entonces, la diferencia la hará la unión, como decía Bolívar. La patria es para nosotros la América: su unión es fundamental.

"Este planteamiento está tomando dimensión, especialmente ahora con el Mercosur y la Comunidad Andina. Voy a Santo Domingo a la Cumbre de Presidentes y Jefes de Estado de la Asociación de Estados del Caribe. Creo que todos esos espacios hay que irlos acercando. No va a ser fácil. Pero lo he dicho: seré un portaestandarte de esa integración donde quiera que vaya, y lo haré con el mayor vigor posible en todos los espacios, desde México hasta el Cono Sur".

-Dijo alguna vez que no es marxista ni antimarxista. ƑPuede hablarnos sobre esta formulación?

-No pretendo serlo. De verdad, yo tengo muchos amigos marxistas. Yo no soy marxista sencillamente porque para sentirse marxista, o socialista, o de cualquier "ismo", es necesario que uno conozca a fondo esa doctrina. No puede ser tomada a la ligera. Y yo de verdad nunca estudié a fondo, ni he estudiado y no creo que estudie lo que es el marxismo.

"Yo no puedo decir que soy marxista; pero sí tengo algo, muchas veces menos, de marxismo que uno seguramente concibe en el discurso. Cualquiera que conozca el marxismo y compare mi discurso con mi acción, encontrará elementos de éste, tanto en la acción como en el discurso; lo dialéctico por ejemplo.

"Ahora, no soy antimarxista porque nunca caí en ese juego de que el marxismo es el diablo, de que los comunistas o marxistas son enemigos de la democracia. Nunca, ni en mis días de militar activo, ni siquiera en aquellos días que había subversión comunista. Este proyecto no es marxista, pero incorpora elementos del marxismo y los marxistas en Venezuela están en él.

"Nosotros más bien hemos hecho un esfuerzo para articular ideas originales autóctonas nuestras, para impulsar un proyecto con raíces ideológicas, y yo creo que lo hemos logrado. Hasta cierto punto falta mucho por hacer en ese sentido, para darle fuerza ideológica: que la idea sea un motor, una idea motriz, una idea-fuerza como la llaman también.

"Eso es la ideología. Si la ésta no mueve, está muerta. No es ideología política transformadora. Puede estar muy bien desarrollada o muy bien elaborada para círculos intelectuales de pensadores, digamos lo teorético; pero, como decía el mismo Cicerón en sus Diálogos: de qué vale la teorética si no está acompañada de la práctica; es decir, se requiere de la dialéctica. Si las ideas -y eso es marxismo- no mueven, eso está muerto, eso no sirve para nada; es la semilla en la piedra; tiene que ser semilla en tierra fértil que mueva, que germine, que crezca.

"Creo que el bolivarianismo pegó aquí y está moviendo cosas. Recuerdo a Neruda, que decía que Bolívar despierta cada cien años, cuando despierta el pueblo. En resumen, en cuanto a ideología no somos marxistas, no somos antimarxistas, pero estamos en el esfuerzo de construir o reconstruir, de rearmar un proyecto ideológico propio, autóctono, apropiado al barro nuestro".

De lo ético y lo social

-ƑPodría explicar eso de la revolución democrática integral?

-El planteamiento revolucionario, para que no se desnaturalice, debe atacar en todos los frentes de batalla. Es decir, con una revolución integral me refiero a una revolución ética-moral. Un poco el planteamiento de Campos: me rebelo, luego nosotros somos. Un planteamiento muy a la Descartes.

"Creo que aquí nació otra vez el sentimiento colectivo y el pueblo que estaba adormecido ha tomado conciencia de su propio valor. El pueblo consciente y organizado -no anarquizado- es el único combustible de la máquina de la historia.

"Este fenómeno de las invasiones de tierras que tú has visto por ahí. Tómalo como ejemplo. Los sectores pudientes quieren que mande las Fuerzas Armadas. Yo mismo he ido hablar con ellos. Ya tenemos un plan para solucionar esos problemas de vivienda y de espacio, y no es difícil hacerlo. Ellos quieren contribuir, construyendo sus viviendas modestas; pero quieren tener un espacio para vivir, eso es lo que quieren.

"Esas ocupaciones de tierras se han multiplicado las últimas semanas. Yo acepto mi parte de responsabilidad. Se dice que el discurso de Chávez motiva eso. Si el discurso de Chávez motiva la justicia social o la lucha por ella, bienvenida sea esa lucha, y será motivo de orgullo. Y más aún, no utilizar las fuerzas armadas, más orgullo me da, porque hay que utilizar el liderazgo para solucionar problemas.

"La revolución ya es una revolución ética en el sentido de que los pueblos se organicen y salgan pacíficamente a clamar por algo y se sientan atendidos por un gobernante, por un grupo de gobernantes. Ahí hay un cambio ético. Se está rehaciendo el lazo que se rompió aquí. Eso es ya una revolución en lo ético, en el comportamiento de ambos actores: la masa desheredada y el gobernante que se siente legítimo representante de esa masa. Hay una revolución ética. Y está comenzando apenas.

"Por otra parte, es una revolución social: justicia, igualdad, derechos humanos. Eso es en sí una revolución social. Eso de los niños en la calle, los miserables en los hospitales, los niños sin escuela. A mi en verdad me duele mucho. La revolución social es eso: Cambiar los patrones de comportamiento de una sociedad, a la que hay que tocarle la llaga.

"Es decir, una revolución social cuyo objetivo es una situación de igualdad, de felicidad decía Bolívar, un gobierno que le dé felicidad y seguridad social a su pueblo. Esta revolución es mucho más difícil, pero teniendo la primera, se facilita la segunda.

"Una revolución política a través del proceso constituyente. Una revolución política significa demoler las viejas estructuras que están carcomidas; echar el edificio viejo abajo y construir uno nuevo. Eso es una revolución, un sistema político que sea democrático. Para cambiar de sistema hace falta una revolución. No hay otra manera. Queremos que sea pacífica y creo que vamos por buen camino. También necesitamos una revolución económica. Un modelo económico humanista, autogestionario, endógeno fundamentalmente, que no se cierre al mundo pero que potencie su fuerza interna, que le satisfaga las necesidades básicas a la población, que sea un modelo equilibrado que le permita al hombre y a la mujer tener empleo, tener un buen salario, y vivir con dignidad.

"Por eso, incluso, hablo de la revolución ideológica. Quitemos esos esquemas importados, esos modelos que trataron de centrarnos y que lo lograron, hasta cierto punto. Tenemos que sacar del fondo de nuestros tiempos, de nuestra historia, de nuestras raíces un planteamiento ideológico originario. Ahí también tiene que darse la revolución".


n Se inició la II Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la AEC


Castro calificó de muy buena la relación de Cuba con México

Rosa Elvira Vargas, enviada, Santo Domingo, República Dominicana, 16 de abril n En un uso impecable del lenguaje diplomático, el presidente Fidel Castro definió como ''muy buena'' la relación actual entre Cuba y México, al salir de un encuentro privado con Ernesto Zedillo cuya brevedad lamentó, pero vaticinó también que ''nos vamos a estar viendo constantemente; aunque él no quisiera, pero yo sí quiero''.

En el hotel que los hospeda, muy cerca de la Costera de Santo Domingo, los dos mandatarios tuvieron lo que la canciller Rosario Green definió como un tete a tete, dada su absoluta privacidad. Pero mientras la funcionaria supuso que el tema de conversación habría sido la organización de la próxima Cumbre Iberoamericana en Cuba, Castro se reservó con el argumento de que ''la diplomacia mía es la de la discreción''.

Pero como últimamente la sola mención del nombre Cuba remite a suposiciones sobre el ex presidente Carlos Salinas, y ahora también a que la isla sea el eventual refugio del ex gobernador Mario Villanueva, la encargada de la diplomacia mexicana dijo que el primero tiene, en su condición de ciudadano, entera libertad para viajar y entrar a donde tenga papeles para hacerlo y, subrayó, ''no hay absolutamente ningún tipo de situación confusa''.

Aclaró que en el caso de Villanueva, ''donde sí hay un acta de presentación y donde están colaborando varias instituciones mexicanas, bueno, nos han dicho que no está en Cuba''.

Fue puntual al indicar que entre México y La Habana no hay nada que enturbie el ambiente entre ''dos mandatarios de tan alto prestigio y que representan tantas cosas''.

Los encuentros privados con el gobernante cubano, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el primer ministro de Belice, Said Musa, se dieron previo al inicio de la II Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe, (AEC), acaso una de las organizaciones multinacionales más jóvenes del mundo, y que tuvo apenas su primer encuentro formal en 1995, en Trinidad y Tobago.

Con el mandatario venezolano hubo también una breve entrevista antes de su encuentro con Zedillo, donde el militar defendió la soberanía de cada nación para resolver sus problemas internos y, sobre todo, rechazó cualquier posibilidad de ser derrocado debido a los problemas políticos y la fuerte oposición que enfrenta.

''Oigame -espetó a su interlocutor- tengo 70 días en el gobierno y esta mañana ha salido en la prensa que cuento con 84 por ciento de apoyo''.

Pero contra su fama, Castro no resultó más elocuente. Accedió a hablar cuando ya se alejaba del salón donde se había encontrado con Zedillo en el noveno piso del hotel Jaragua, y que en tan importante ocasión resultó con averías en algunos de sus elevadores, lo que demoró el inicio del diálogo.

Esa misma circunstancia contrarió al líder cubano por la brevedad del tiempo para hablar con Zedillo, ''porque el cálculo que yo tenía es que íbamos a estar una hora, y la gente mía no me había informado que era media hora. Pero yo pienso seguir en contacto con él''. Asimismo, alcanzó a responder que ''en ningún momento'' se deterioró, en el pasado reciente, la relación entre México y Cuba.

Por su parte, la secretaria Green pidió no buscar ningún significado ''especial ni oculto'' al encuentro entre ambos mandatarios. El Presidente mexicano, dijo, se reúne bilateralmente con sus pares, muchas veces en función de peticiones de ellos o a veces a solicitud del propio Ejecutivo, para mantener ese contacto regular que se da entre jefes de Estado y que en ocasiones resulta difícil preservar en cumbres como ésta.

En tales citas, explicó enseguida, lo que se hace tradicionalmente es una pequeña revisión de cuáles son los puntos de interés más importantes y sólo les quedan quince o veinte minutos -''una vez que se han ido los fotógrafos''- para poder hablar.

Con apreciable retraso se realizó la ceremonia inaugural, en la que el presidente anfitrión, Leonel Fernández, sin renegar de la tan aplaudida globalización pidió verla como un fenómeno de ''luces y sombras'' que obligan a ''ser cautelosos'', pues en su expresión financiera ''con fines puramente especulativos'' la hace ver como ''una suerte de economía de casinos'' y de esa forma afectar negativamente a países de la región.

''Estamos obligados a no tener a la globalización financiera como un artículo de fe; tenemos que repensar el futuro'', planteó el dominicano, al señalar a esta asociación como el foro idóneo para debatir la diversidad de problemas que afectan a sus integrantes, que son los 14 estados independientes de Caricom, los tres que conforman el llamado G-3 (México, Venezuela y Colombia), aquellos que forman el istmo centroamericano y pequeños estados y territorios como Antillas Holandesas y Aruba, Anguila, Bermuda, Islas Caimán, Islas Turcos y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Montserrat y Puerto Rico.

Este sábado inician y concluyen las sesiones de trabajo, y se mantiene en la incertidumbre si Zedillo vuelve a México por la noche o hasta el domingo.