Es el nombre que bautiza la célebre novela de Fernando Gamboa, que se refiere al personaje central, dulce y bella mujer que burlada por un mal hombre es arrojada de su hogar, lo que la obliga a dedicarse a la mala vida. La historia sucede en un hermoso y bucólico pueblecillo cercano a la capital llamado šChimalistac!
Ese hermoso sitio con su maravillosa plaza, ahora parte de la delegación Coyoacán, es también protagonista importante en la obra de Gamboa, ya que lo describe detalladamente, haciendo "vivir" al lector sus colores, sus aromas, la frescura de sus arroyos y escuchar el trino de los cientos de pájaros que revolotean en la tupida arboleda que lo rodea.
Increíblemente la hermosa plaza aún se conserva, ahora con el nombre del autor de Santa y conserva buena parte de sus frondosos árboles, magníficas casonas y la encantadora capilla de San Sebastián, que data del siglo XVI, construida a expensas de doña María de Chilapa, esposa don Felipe de Guzmán Ixtolinque, hijo del cacique de Chimalistac. Precisamente allí, en soberbia mansión, tiene su sede el Centro de Estudios Históricos de Condumex. Los fundadores y dirigentes de esta importante empresa, con el objeto de concretar sus inquietudes de interés social y de índole cultural, decidieron fundar el Centro en 1964, con la adquisición de la colección de libros y documentos mexicanos del conocido bibliófilo Luis Gutiérrez Cañedo.
Para lograr su cometido con más eficacia, tras varios años de funcionar dentro de la propia empresa, esta adquirió una soberbia quinta que data de la época virreinal, conocida antiguamente como la Purísima Concepción, ubicada en el corazón de la centenaria plaza. La residencia perteneció en el siglo pasado al licenciado Eduardo Viñas, quien la mandó habilitar para que fuese la sede del noviciado y colegio de los carmelitas descalzos, tras la promulgación de las Leyes de Reforma. Años más tarde la propiedad fue adquirida por el afamado jurisconsulto Jacinto Pallares, quien se la vendió en 1913 a su colega Demetrio Sodi, ministro de justicia; de él la adquirió la familia Tamm, que en 1978 se la vendió a Condumex.
A partir de esa fecha, después de una adecuación que respetó lo que restaba de la arquitectura original, se instaló allí el Centro de Estudios Históricos, que en la actualidad, bajo la inteligente dirección de Manuel Ramos Medina, alberga más de ochocientas mil piezas entre libros y manuscritos. Cinco salas especiales resguardan las colecciones más selectas. Entre los libros sobresalen los que tienen más de cincuenta años de antigüedad, con un buen número de los que se consideran "libros raros". El archivo custodia documentos que van de 1491 a 1997. Entre sus joyas esta la Ordenanza de Cristóbal Colón de 1493, única en su tipo de América. Resalta también el manuscrito firmado por la reina Isabel la Católica, fechado en Valladolid en 1493. La hemeroteca comprende periódicos, revistas y diarios de los siglos XVIII al XIX; está también tiene sus alhajas, como el primer periódico que se publicó en México.
Como es de suponerse el sitio, que además es bellísimo, con amplias terrazas, vastos jardines esmeradamente cuidados y salones muy bien decorados, es un paraíso para los investigadores que pueden adentrarse en los secretos de la época virreinal, la guerra de Independencia, la proclamación de Agustín de Iturbide como primer emperador, hasta gran parte del gobierno de Profirió Díaz y de la Revolución Mexicana.
El objetivo fundamental del Centro es adquirir, conservar y catalogar libros y archivos referentes a la historia de México y facilitarlos a los estudiosos del tema. La difusión de la historia de México es otro de sus fines. Esta se realiza a través de conferencias dictadas por especialistas y mediante la presentación de libros sobre la materia. Una útil y bella labor es la publicación de facsimilares de algunos de los libros más raros con los que cuenta la biblioteca. También se han editado Guías del Archivo Histórico, con la finalidad de apoyar a los investigadores en el conocimiento de los diversos contenidos de los documentos.Otra ventaja del Centro de Estudios Históricos de Condumex es su cercanía a excelentes sitios para comer, sin duda uno de los más atractivos es el restaurante San Angel Inn, que ocupa el casco de la antigua hacienda de Goicochea. Aquí venía con frecuencia Antonio López de Santa Anna se toma el copetín en los amplios pasillos sombreados, deleitándose con la vista del bello patio enjardinado, para rematar con una exquisita comida en los señoriales salones.