Wohlfarth, autor del libro Hombres del extranjero


Ante la muerte del socialismo, las ideas de Benjamin dan esperanza

Si viniera a México preferiría saber de Chiapas y no de Paz, dice

Mónica Mateos Ť El pensamiento del berlinés Walter Benjamin (1892-1940), ensayista y crítico literario, autor de La obra de arte en la época de su reproductividad técnica (1936) en la que formuló algunas de sus especulaciones teóricas sobre el marxismo, el arte como alegoría y los efectos negativos de la sociedad de masas, es el territorio al que acude el filósofo Irving Wohlfarth (Alemania, 1940) en su libro más reciente Hombres del extranjero, para dar su punto de vista acerca de la alteridad.

En el texto, que se presenta dentro del ciclo Problemas de la alteridad que organiza el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, no sólo describe de manera anecdótica el punto de vista judeo-alemán que permea la obra de Benjamin, sino que recupera los conceptos benjaminianos para convertirlos en elementos actuales, es decir, en un pensamiento desde el cual invocar esperanzadoramente el futuro.

''Uno de los conceptos centrales de Benjamin es la actualidad; siempre se pregunta cuál es la actualidad de un pensador del pasado. Por eso, la única pregunta que debemos hacernos cuando lo leemos es acerca de su actualidad en relación con un específico aquí y ahora. Entonces, quisiera que los lectores de Benjamin y mis lectores se hicieran esa pregunta en el contexto de México. Sólo soy un turista, aclaro, pero mi impresión es que si Benjamin viniera aquí en esta época no le interesaría cómo a Octavio Paz lo convierten esta semana en un monumento del pasado y es canonizado como una de las máximas figuras literarias de la época. Benjamin estaría interesado en lo que pasa en Chiapas y en cuál es la temperatura de la lucha de clases o sus equivalencias en México", explicó Wohlfarth, docente en la Universidad de Reims, Francia.

El académico agregó que desde una perspectiva autobiográfica, su acercamiento a la obra de Benjamin fue su manera de construirse una genealogía ilustre, ''pues vengo de una familia judeo-alemana, lo hice para crearme una identidad y aceptar esa tradición de la cual me denominé heredero. Analizar la obra fue como llegar a una gran familia que ya conocía, pero también fue descubrir un modo de pensar totalmente nuevo, diferente pues el lugar que tiene Benjamin en el mundo de las ideas es como un territorio de nadie al mismo tiempo que una utopía".

La heterodoxia del pensamiento de Benjamin, su eclecticismo, su polivalencia, además de su condición de judío y marxista, justifica a quienes lo consideran un buen ejemplo del género humano. Fue amigo de Bertolt Brecht, a quien él llamaba símbolo del materialismo crudo, y buen compañero de Gershom Scholem, el redescubridor de la tradición mística del judaísmo, la cábala.

 

Habitar una tierra de nadie

 

Wohlfarth detalla que en la obra de Benjamin ''esa contaminación tanto del marxismo como del judaísmo lo ubica como un autor que habita una tierra de nadie, pues se ubica entre dos posiciones opuestas, pero no como resultado de una indecisión, aunque algunas veces se le ha tachado de indeciso o de colocarse entre la espada y la pared. Benjamin asume su posición con total convicción y conocimiento".

ųHombres del extranjero, trazado entonces como una especie de mapa para recorrer la actualidad a partir de las ideas de Benjamin, Ƒa quiénes pretende guiar?

ųLa publicación académica está dirigida a un vacío. Los académicos enviamos insignificantes botellitas con mensajes al mar y estamos tan ocupados escribiendo que ni entre nosotros nos leemos. Pero en un caso ideal, quisiera que Hombres... llegara a conciencias que luchan contra los mismos problemas que yo, que se pregunten cómo ser un materialista histórico en tiempos duros; cómo ser socialistas con una real existencia, es decir, cómo poner en práctica el socialismo teórico en un momento en el que todo el mundo escribe sobre la necrología del socialismo.

''En este tiempo todos decidimos que los crímenes del Gulag son la verdad del socialismo y del materialismo histórico. Cuando se decide que el socialismo y que el materialismo histórico están en bancarrota, las ideas de Benjamin logran la esperanza socialista, pues creemos que estamos en la crisis del socialismo, pero en 1940 aquél ya lo pensaba y vivía, y forjó una esperanza. Entonces, analizar su obra ahora es confrontar la esperanza para la esperanza."

ųƑCuál sería el siguiente estadio del pensamiento que ahora se ocupa de la necrología del socialismo?

ųAceptar que esa necrología fue escrita prematuramente. Sorprende lo rápido que la izquierda aceptó la idea de la derecha de que el socialismo ha muerto. Benjamin siempre dijo que todos sus experimentos intelectuales dependían para su realización de la ''temperatura de la lucha de clases''. Quisiera que sus lectores y de Hombres... se preguntaran cuál es la temperatura de la lucha de clases o sus equivalencias en México, en lugar de ver cómo a Octavio Paz lo convierten en un monumento del pasado y es canonizado como una de las figuras máximas literarias de esta época.

ųSi el socialismo no ha muerto, Ƒpor qué se le tacha de inexistente?

ųEs atacado por la derecha, porque ésta cree que tiene el control de la historia, porque vivimos el neoliberalismo. Muchos territorios son perdidos por la izquierda y por eso, en este momento, la importancia de Benjamin es que ocupa una posición que se ha perdido, y ahora es un medio y no un mediador.

(Hombres del extranjero, de Wohlfarth, se presenta este martes, a las 19 horas, en la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles en Francisco Sosa 208, Coyoacán.)