Tomlinson, trotamundos que participó en el homenaje al Nobel mexicano
Leer a Paz me generó la sensación de nuevas posibilidades poéticas
Conocer Salamandra me acercó a lo desconocido que entra a la vida, dice el escritor británico
Angélica Abelleyra Ť Al poeta inglés Charles Tomlinson su cualidad de trotamundos, su pasaporte de extranjería y su nexo con paisajes ajenos le ha dado todo, menos altanería. Como él mismo ha escrito: ''Ser extranjero puede poner en duda nuestra cautelosa tendencia a fijar los contenidos de nuestra conciencia, puede impedir que nos volvamos con facilidad arrogantes".
De paso por México con motivo de su participación el lunes y ayer en el Palacio de Bellas Artes para recordar a Octavio Paz en su primer aniversario luctuoso, el autor de La galería del zorro (El Tucán de Virginia/ Vuelta, 1996), traductor lo mismo de Octavio Paz que traducido por aquél, compañero epistolar del Nobel mexicano y coautor con él de Renga, en 1971, y de Hijos del aire ocho años después, Tomlinson habla en entrevista sobre los vínculos que mantiene con el autor de La llama doble; asume ųcomo Charles Baudelaireų que la poesía es sólo la niñez redescubierta por voluntad, y ratifica que los poetas, como él, están ''más interesados en la maravilla de las cosas que en tratar de entender esas cosas".
Experimentar con el renga
Apenas en diciembre pasado, Tomlinson experimentó por tercera ocasión esa forma poética japonesa llamada renga (poema compuesto por varios poetas que escriben sucesivamente estrofas de tres y dos líneas sin rima pero con medida silábica fija).
El primer renga lo realizó Tomlinson con Paz, Jacques Roubaud y Edoardo Sanguineti en 1969 y fue publicado en México tres años después.
El segundo, confeccionado sólo con Paz, vio la luz en 1979 bajo el título Hijos del aire (Air born).
El tercero en el que participa verá cuerpo junto con tres jóvenes poetas japoneses con los que el inglés se reunió en Tokio, en diciembre pasado.
Una tarea que el británico disfrutó con creces porque a los orientales no se les había ocurrido compartir su tradición escritural con un artista de Occidente. Además de este trabajo grupal, Tomlinson espera volver a publicar una serie de ensayos sobre William Carlos Williams y George Oppen y Georgia O'Keefe, entre otros, incluidos en Preferences I y II, así como la compilación que hará Penguin Editions de una traducción de Tomlinson de poesía y prosa de Jorge Luis Borges.
ųƑCuál es el significado, para usted, de Paz con el paso de los años?
ųDe repente uno se da cuenta que hay cosas que puedes hacer y que no están en tu propia tradición. Esto sucede siempre en la poesía cuando un poeta se acerca a la obra de otro en un idioma extranjero. Por ejemplo, si el soneto no se hubiera llevado desde el italiano al inglés, yo nunca hubiera oído los sonetos de Shakespeare.
''Leer a Octavio me generó la sensación de nuevas posibilidades poéticas. El camino que utilicé para traducirlo fue venir a México la primera vez en 1963. Daba clases en Albuquerque, Nuevo México, vine a este país, me metí a una librería y encontré Salamandra.
''Fue un acercamiento a lo inombrado, a lo desconocido que entra a la vida. Siempre Octavio y yo nos estuvimos influenciando. Mientras que algunos poetas son terribles para otros, nuestra relación fue de afecto. Entre nosotros no hubo ninguna clase de robo pero sí muchos regalos al encontrarnos múltiples posibilidades.''
La otra voz
ųHabla de los mundos inombrados que la poesía deletrea. ƑEs ese el sentido único de la poesía?
ųOctavio decía que la poesía es la otra voz. No la voz de la historia pero sí la voz con la cual siempre se nombran cosas diferentes. Ese sentido le doy al poema. Leer formas, incluso relativas a la política, donde las otras voces reinan.
''Es como pelear por hacer que la voz de los mudos hable. Octavio me hizo creer cada vez más en este aspecto insospechado de la palabra.''
ųƑPrefiere los paisajes naturales, los humanos o los imaginarios?
ųSiempre vuelvo a los paisajes concretos. Intento hablar de lo que veo enfrente de mí y aun en los collages que hice (porque fui pintor, hacedor de calcografías), busco ser exacto en la búsqueda de los mundos que construyo porque en ellos existen un sinúmero de relaciones concretas. Tengo una enorme cantidad de poesía dedicada al paisaje. Una de mis fidelidades con la luz, la forma, la figura y la densidad de los objetos es algo que se convierte en la vanguardia de cierto tipo de ejercicio poético.
''La imaginación tiene que entrar en sociedad con el mundo concreto. Pienso que muchas de mis formas que derivan de rocas, de piedras y árboles, son más resistentes a la presencia humana. En los otros hay una relación que excede el mero ego, mientras que los seres humanos se encierran en el ego que puede convertirse en válvula destructora de la persona.''
ųUsted construyó su propio hogar. ƑCuáles han sido las habitaciones que ha erigido para su casa de palabras?
ųEso del constructor del cottage en el campo es un mito que le debo en mucho a Octavio. En realidad no he hecho muchos cambios estructurales en mi casa, sólo algo de pintura. Pero Octavio siempre se impresionó de eso. Hacemos en la casa pequeños trabajos simplemente. Lo que sí me gusta es cultivar mis propios vegetales porque uno sabe que está comiendo sin fertilizantes.
''Respecto de la casa de palabras que construyo, cada vez que estás haciendo nuevos poemas haces estructuras que contienen tus sentimientos. Conocidos y desconocidos, son los muros que hacen una casa.''
Requerir de la técnica
ųƑCómo hacer para que la técnica, el oficio, no apague el impulso?
ųNunca he pensado que la técnica y el impulso poético estén separados. Ha habido falsos poetas cuya poesía se sintió afectada por la técnica. Uno requiere de la técnica para hacer poesía, pero además de involucrar a una lengua en la poesía, es una tarea que implica responsabilidad el añadir las emociones y también un conocimiento de la tradición. Porque un poeta debe leer mucho.
''Cuando platico con los jóvenes, les sugiero que lean, que conozcan lo más posible a otros autores. En el caso de mis clases en Estados Unidos tenía una llamada 'creating writing class' que pronto cambié por 'creating reading class'. Advertí que los futuros poetas no leían, no sabían nada de métrica. Y eso es como un músico que no practica las escalas.''
ųEn su libro se incluyen muchos poemas relacionados con México y cierta religiosidad. ƑQué le atrajo de esto?
ųNo soy católico como aquí. Pero la religiosidad le imprime un sabor especial al aire de México.
''Una vez estuve en Oaxaca, tomé un camión y leí: 'Volé para el Fuehrer', con la firma de 'Lukenbac'. De ello hice el poema En el camión de Tlacolula. Y es que resultó algo extraordinario, fue en realidad la otra voz que uno siempre está buscando. Es como cuando he estado sentado en el zócalo de Oaxaca y pasan caminando indígenas que cargan una cama o un pescado enorme envuelto en plástico. šQué regalo para un poeta este sentido de la vida humana en México!
Ver y buscar las palabras
ųƑCoincide con la consideración de que los poetas tienen cierto aire infantil?
ųBaudelaire dice que la poesía es sólo la niñez redescubierta por voluntad. Y así es. Una vez, cuando mi nieta no podía hablar aún, le leí un poema.
''De repente vi las cortinas moviéndose con algunas sombras en el marco de la ventana. Me pareció fascinante y entonces le dije: 'Los poetas, querida, tienen mucho qué ver contigo. Ven algo y tienen que buscar las palabras.
''Los poetas están más interesados en la maravilla de las cosas que en entender esas cosas".
Charles Tomlinson estuvo anoche, como lo hizo el día anterior, leyendo poesía de Octavio Paz. Compartió asiento con Orlando González Esteva, Ulalume González de León, Juan Malpartida y David Huerta, en su calidad de moderador. Estará en México hasta el viernes y luego volará hacia su cottage en el campo inglés que comparte con su esposa Brenda.